RD en el ojo de la tormenta latinoamericana
Actualmente en América Latina se vive una situación de mucha agitación política derivada de una diversidad de causas y que amenazan con provocar explosiones sociales de consecuencias inconmensurables.
En Perú a un mes de haberse realizado elecciones aún no se proclama a un ganador y la situación se torna cada día más oscura, poniendo en peligro el orden institucional sobre el que se apoya la democracia.
Venezuela es un conflicto permanente sin salida negociada ni tampoco democrática debido a que han desacreditado y destruido las instituciones democráticas en ese país, tanto el gobierno como la oposición.
En Nicaragua el gobierno sigue apresando y llevando a la justicia a los líderes de la oposición bajo el pretexto de que planeaban desestabilizar el país antes de las elecciones pautadas para este año , pero la opinión pública sospecha que el gobierno no quiere elecciones por temor a perderlas.
En Colombia siguen las protestas por el intento del gobierno de incrementar los impuestos a los fines de conseguir recursos para financiar la crisis financiera generada por la pandemia del covid-19.
Esta semana le tocó a Cuba, donde miles de personas se lanzaron a las calles a pedir libertad en un país donde impera un régimen socialista que centraliza todo como forma de controlar a la gente y mantener el control del país y el poder.
En varios de esos países, como es el caso de Venezuela, Haití y Nicaragua ya habían problemas desde antes de la pandemia del covi-19; mientras que en otros como Colombia, Cuba y Perú la situación estaba bajo control antes de la pandemia, pero se ha deteriorado bastante como consecuencia de la susodicha crisis sanitaria.
República Dominicana antes de la pandemia empezaba a sentir cierto nivel de agitación como consecuencia del conflicto planteado entre la modificación constitucional y la no reelección, lo cual finalmente se disuadió para dar paso a un proceso electoral en que el partido en el gobierno hizo todo lo posible para mantenerse en el poder, aun cuando no tenía el apoyo necesario por parte de la población para ganar limpiamente las elecciones del 2020.
Pudimos vadear ese problema con una clara y convincente definición en la primera vuelta electoral , pero aún subyace la crisis sanitaria del covid-19, y la crisis económica generada por dicha pandemia.
Ahora tenemos la obligación de superar la crisis económica producida por la covid-19 sin generar conflictos ya que la situación que vive Haití no nos permite ni siquiera tropezar en la superación de dicha crisis económica.
La pandemia empieza a ceder supuestamente de manera definitiva en la medida que se incrementa la vacunación en todo el territorio nacional, pero el lastre económico de la misma se manifiesta cada día más fuerte en los sectores más vulnerables de la sociedad, lo cual se convierte en una amenaza para la tranquilidad del país.
Los próximos meses serán decisivos para la economía del país y el próximo año será nuestra prueba de fuego para superar el lastre dejado por la crisis sanitaria que ya va para dos años.
JPM
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(1)Bueno,me robaste mi pensar…para los próximos 90 días el país y su nuevo gobierno vendedor de sueños tendrán su primera pruebas de fuego,talvez serán las peores navidades en muchos años.Finalizadas esas Sagradas y Tradicionales festividades,incluyendo los Santos Reyes,el horno no estará apto para dorar galletitas al gobierno de Luis abinader.Ojalá estar equivocado,aunque todo pinta así.Agrégale, se van producir algunos feos incidentes-
(2)incluyendo asesinatos de personalidades políticos (as) y comerciantes.