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Quiénes son los kurdos ?
Son una “etnia seminómada” que habita desde hace siglos una región montañosa del suroeste de Asia, pero no tienen un Estado propio. Los kurdos son suníes, musulmanes ortodoxos. Viven en pequeñas poblaciones dedicándose a la agricultura y a la cría de ovejas. Su primordial actividad es la fabricación de alfombras, que trabajan con finos materiales. Hablan una lengua de la rama iraní occidental de las lenguas indoeuropeas. Se estima que a comienzos de este siglo XXI la población kurda se acercaba a los 30 millones de personas, pero es muy dificultoso valorar la cifra exacta. Más de la mitad viven en Turquía, y el resto en Irán, Irak, Siria y las antiguas repúblicas de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), incluidas Armenia, Azerbaiyán, Georgia, Kazajstán, Kirguizistán y Turkmenistán. Los kurdos hicieron frente a las invasiones de multitud de pueblos guerreros, pero fueron sometidos por los Selyúcidas en el siglo XI e incorporados al imperio otomano en el siglo XIV. En el siglo XIX surgió entre muchos kurdos un fuerte sentimiento independentista. En virtud del Tratado de Sévres, firmado por los aliados con Turquía en 1920, se les prometió un Estado independiente; pero esa promesa no cuajó. El líder turco Mustafá Kemal (llamado después Ataturk), en su lucha por forjar una fuerte identidad nacional turca, suprimió la cultura e identidad kurdas, lo que acarreó a una serie de insurrecciones. Desde 1925 se han sucedido las rebeliones de este pueblo en aquellas regiones que cuentan con grandes minorías kurdas. En 1970, después de más de ocho años de guerra casi continua, el gobierno iraquí prometió a los kurdos la autonomía de una región al noreste del país. La puesta en práctica de esta promesa no en 1974 no satisfizo las pretensiones de este pueblo, por lo que se reavivó la guerra civil. La revuelta fracasó en 1975 al cesar Irán de prestarles apoyo militar, después de firmar con Irak los Acuerdos de Argel, Que delimitaban las fronteras entre ambos estados. En 1988, después de que las guerrillas kurdas se aliaran con Irán en la Guerra Irano-iraquí, miles de kurdos murieron (algunos por armas químicas) y cientos de poblados fueron destruidos por las tropas iraquíes. Para los meses de marzo y abril de 1991, seguidamente después de la guerra del Golfo Pérsico, el gobierno Iraquí de Saddam Hussein abatió otra revuelta kurda. Más de un millón de kurdos huyeron a Turquía, a Irán y a las franjas montañosas del norte de Irak. Se cree que muchos civiles murieron en el curso de los combates o durante su huida de Irak. Los kurdos exigieron a Hussein el cumplimiento de su promesa de concederles una región autónoma en su territorio como patria kurda, pero él fue dándole largas a estas negociaciones. A pesar de la existencia de una región kurda en el norte de Irak bajo la protección de las Naciones Unidas, los países vecinos (Irán, Siria y Turquía) apoyaron las demandas iraquíes sobre dicho territorio en contra de los deseos kurdos de establecer en ese lugar un Estado autónomo. En 1992 unos 600.000 kurdos permanecieron en campos de refugiados del norte de Irak bajo la protección y ayuda de las Naciones Unidas. Igualmente, durante la década de 1990 siguió existiendo un serio conflicto entre el gobierno de Turquía y los grupos políticos que representaban a los ciudadanos de etnia kurda, especialmente el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que por más de 25 años ha llevado a cabo una campaña militar a favor de la independencia en forma de atentados y enfrentamientos armados. En marzo de 1995 Turquía envió una fuerza de 35.000 hombres al norte de Irak con el fin de reprimir y rechazar a los rebeldes kurdos de las fronteras surorientales de su territorio. Los combates entre Turquía y las guerrillas kurdas habían comenzado en 1984, con el resultado de muchos miles de muertos hasta nuestros días. Se calcula que desde 1984 hasta comienzo del siglo XXI habían muerto unas 30.000 personas, incluidos rebeldes kurdos, tropas turcas y civiles. Esto es solo una tragedia más, que encaran las Naciones Unidas, ante pueblos que desean un territorio para vivir y desarrollarse.
