PUERTO RICO: Aumenta la detención de dominicanos

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SAN JUAN.- La detención de personas que llegan de forma clandestina a Puerto Rico se ha incrementado desde el mes de agosto, confirmaron portavoces de la Patrulla Fronteriza y de la Guardia Costera.

Tan solo en lo que va de octubre las autoridades estatales y federales que vigilan las costas del oeste de Puerto Rico por mar y por aire han intervenido con 234 migrantes a bordo de 18 embarcaciones o yolas. Algunas de esas embarcaciones partieron del mismo lugar el mismo día, informó Ricardo Castrodad, portavoz de la Guardia Costera.

Los casos más recientes fueron esta semana, cuando el martes las autoridades detuvieron un grupo compuesto por siete dominicanos y 14 haitianos en Playa Sucia, en Cabo Rojo. Entre los inmigrantes había dos menores acompañados por familiares.

Mientras que ayer en la madrugada las autoridades intervinieron con nueve dominicanos en Aguadilla.

El pasado año fiscal federal —que cubre desde el 1ro de octubre de 2020 hasta el 30 de septiembre de 2021— las autoridades detuvieron a 3,176 inmigrantes en altamar o a su arribo a tierra, informó Castrodad.

“Sí, en los últimos días ha habido una mayor actividad de viajes. Eso puede ser por un sinnúmero de factores, entre ellos la situación de Haití con el terremoto y que las condiciones del tiempo han ido mejorando en términos marítimos. Cuando hay mal tiempo se dificulta el poder patrullar y detener a las embarcaciones en estos intentos de viaje a la Isla”, declaró el portavoz de la Guardia Costera.

“Esto tiende a ser un asunto cíclico, pero en este caso hay otras circunstancias distintas. En Haití sabemos la situación que está ocurriendo allí luego del terremoto y la situación política. Mientras que en República Dominicana nuestro análisis es que ha crecido la percepción de que las oportunidades de trabajo en Puerto Rico en el sector de la construcción han aumentado y muchos se aventuran”, explicó, por su parte, Jeffrey Quiñones, portavoz de la Patrulla Fronteriza.

Los riesgos

Una persona que llega a Puerto Rico de manera clandestina es detenida y se devuelve a su país de origen. Si la detención se hace en altamar, las autoridades los regresan al puerto del que salieron.

En algunas ocasiones las personas pueden pedir asilo, aunque es un proceso complejo. Ayer no estuvo disponible la cantidad de personas que solicita asilo cuando llegan a la Isla en viajes ilegales.

Según Quiñones, las personas que llegan en embarcaciones pagan como mínimo $500, pero esa cifra puede ascender hasta $6,000, que equivalen a unos dos millones de pesos dominicanos, según relatan cuando los detienen. A cambio les ofrecen viajes en embarcaciones rústicas, muchas veces hacinadas, sin equipo de protección como salvavidas y sin la garantía de que les van a dejar en una playa o en un lugar seguro.

“Distinto a años anteriores y lo que hemos visto en particular es la despreocupación de las organizaciones de contrabando que están dejando personas de nacionalidad haitiana en la Isla de Mona. Ha habido indocumentados que se han ahogado o que llegan en estado de deshidratación por las altas temperaturas en Isla de Mona… se aprovechan de que está más cerca de República Dominicana y los dejan allí, donde apenas hay un personal de vigilancia del Departamento de Recursos Naturales y Ambientales. También los están dejando en Isla Monito, que allí sí que no hay nada, ninguna estructura ni agua”, detalló Quiñones.

Castrodad agregó que también están obligándolos a nadar hasta la orilla, pero dejándoles fuera de la playa, en áreas en donde hay piedras filosas, por lo que entiende que es un milagro que no haya habido muertes en tiempos recientes.

No obstante, recalcaron la peligrosidad a la que los inmigrantes indocumentados se exponen en cada viaje, con aguas profundas y personas con inescrupulosas que no velan por su seguridad.

“No vale la pena migrar de esta manera. Están poniendo su vida en riesgo y la de todas las personas que están en las embarcaciones. El traficante no está ahí para preocuparse por la vida y seguridad de ellos. En ocasiones los han tirado al agua y los han hecho nadar… pero no todo el mundo sabe nadar en mar abierto. Es sumamente peligroso”, insistió Castrodad.

Aunque ha habido un incremento en la migración ilegal, por el momento no es una situación fuera de control, y tanto Quiñones como Castrodad coincidieron en que no anticipan que se requiera la asignación de más recursos.

La falta de esperanza

Si a pesar de las advertencias —y de que la situación económica en Puerto Rico es complicada— las personas siguen llegando de forma ilegal, es porque la situación en sus países, además de ser difícil, es de poca esperanza y muchas veces empuja a ignorar los peligros, explicó el profesor y columnista José Rivera González.

“Ante la ineficacia del Estado de proveer seguridad, no necesariamente garantizarla, pero si ni siquiera puede crear las condiciones de un ambiente de seguridad relativo, y si tomas como ejemplo El Salvador —que el nuevo presidente Nayim Bukele ha optado por meter a todos presos en cárceles de por sí hacinadas y violarles sus derechos como prisioneros—, la gente siente que no le queda más remedio, que no hay de otra que no sea migrar”, abundó.

El experto en relaciones exteriores indicó que en este momento no solo se viven las secuelas del terremoto de agosto en Haití, sino también la crisis política con el magnicidio del presidente Jovenel Moïse y la subsecuente lucha de poder.

Agregó que a la situación se suma la falta de recursos que por razones históricas ha tenido esa nación, primero con Francia exigiendo el pago de deudas que ellos mismos crearon y las posteriores intervenciones de Estados Unidos.

Rivera González apuntó que el cúmulo de problemas hace que el país esté cayendo en la dimensión del estado fallido y no lo hace viable para muchas personas.

La situación en República Dominicana, señaló Rivera González, es que las medidas de desarrollo y crecimiento económico no han llegado a la ruralía o ciertas estratos sociales, y en consecuencia hay segmentos de la población que deciden moverse y arriesgarse.

José Rodríguez, presidente del Comité Dominicano de Derechos Humanos, agregó que la gente tenía esperanza en que con el reciente cambio de gobierno el problema de corrupción mejoraría y no ha ocurrido así.

Afirmó que los alimentos de la canasta básica han subido de precio considerablemente —al igual que la gasolina— y la crisis por la pandemia de covid-19 mantiene a muchas personas desempleadas y sin ayuda, lo que ha disparado la delincuencia en el vecino país.

“Una persona con dos, tres, cuatro hijos y que no pueda llevar el pan de cada día a su casa, ¿qué opción tiene? Que no sea lanzarse (al mar), arriesgarse para buscar una mejor vida, que es una dicotomía. Siempre exhortamos a que no se arriesguen, pero la necesidad a veces impera”, lamentó.

Fuente: EL VOCERO

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el rastrero.-
el rastrero.-
2 Años hace

Es su derecho, es su deber, de deportar a quienes residan ilegalmente. Nadie, ni pais ni autoridades, pueden oponerse al derrcho que tiene cada pais en cumplir con lo que constitucion, mande.-

Raffee
Raffee
2 Años hace

Que pena da que pierden su dinero y la esperanza de mejor vida .

Arturo Espaillat@Navajita
Arturo Espaillat@Navajita
2 Años hace

FULAAAAANA? Ahorita sale la dizque Haitiana “Boricua” a hablar ZIKA.