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Pronóstico mortal con Tarceva
Las distintas experiencias y vicisitudes por las que pasamos los seres humanos son las cosas que nos enseñan en realidad como marcha el universo y nos describe en forma perfecta lo que es la raza humana y hacia donde nos dirigimos como especie universal. A propósito de esta reflexión inicial, quiero compartir con todos mis lectores una terrible, dolorosa e indignante experiencia por la que estoy pasando junto a otros miembros de mi familia. En el seno de nuestra familia en este momento estamos viviendo una muy difícil situación debido a la condición de salud de nuestra querida madre, a quien luego de practicársele una biopsia en el Instituto Oncológico Dr. Heriberto Peter, le fue diagnosticado un cáncer de pulmón. El pasado domingo 25 de mayo, Día de las Madres, mis hermanos y yo pasamos por el terrible momento de ver a nuestra progenitora postrada en una cama, suministrándosele oxigeno permanente, y casi consumida por esa terrible enfermedad que está azotando en todo el mundo. Además de doloroso, el diagnóstico fue de gran sorpresa para nosotros, porque nuestra madre nunca fumó y ninguno de los miembros del tronco familiar tampoco lo hizo, pero esas son de las cosas curiosas y terribles que nos tiene destinado la vida. Dentro de todas las experiencias que hemos estado viviendo durante las crisis respiratorias por la que pasa nuestra doña María, crisis que son normales dentro de su cuadro médico delicado, quiero contarles a mis lectores una que es particularmente deprimente e indignante. Con toda la preocupación que nos genera el estado de salud de nuestra doña, decidimos buscar otra opinión médica fuera del Instituto Oncológico y entonces la llevamos a tratar a otro centro de salud especializado en pacientes con cáncer. Allí recibimos otras recomendaciones médicas acerca del tratamiento del cáncer de pulmón de nuestra madre, y finalmente, luego de realizársele otros estudios, la doctora que la atiende le indicó el suministro de un medicamento llamado Tarceva (Erlotinib) 150 mg., que es un comprimido desarrollado y fabricado por la farmacéutica española Roche, indicado para pacientes diagnosticado con carcinoma de pulmón no microcrítico. Como familia de escasos recursos económicos, para nosotros resultó otro duro golpe el ver que la cotización que nos hizo ese centro médico para la compra de una caja de ese medicamento fue por la suma de RD$146 mil pesos, me refiero a una caja con 30 pastillas. A nuestra madre se le indicó tomar en forma continua una pastilla de Tarceva diaria, es decir, estamos hablando que debe ser comprada una caja de 30 comprimidos al mes. Imagínense ustedes lo que significa esa realidad para nosotros y para todas aquellas familias de escasos recursos que en este momento también pasan por esa cruda realidad. Recientemente solicitamos otra cotización en la Farmacia Milagros de la Caridad, que es la que funciona a lo interno del Oncológico, y dicha cotización por la misma caja fue de RD$113 mil pesos, es decir, la reducción fue de RD$33 mil pesos, pero aun así, sigue siendo de altísimo costo para cualquiera, especialmente para familias pobres y sin grandes posibilidades de conseguir esos recursos. De gran impotencia estoy lleno en este momento al ver la cruda realidad de los enfermos de cáncer y sus familias. Me causa mucha indignación y rabia ver como en el país se dilapidan los recursos y muchos funcionarios se roban el dinero del pueblo, mientras los enfermos de cáncer y de otras enfermedades mueren por la falta de medicamentos de altísimo costo, medicinas que pudieran muy bien ser suministradas de manera subsidiada y hasta donadas por la mayoría de las instituciones del Estado, en donde los presupuestos son utilizados a discreción y de manera malversa por los funcionarios que las dirigen. Otra realidad adversa para las familias de escasos recursos en este bendito país es le negativa de las ARS para cubrir estos medicamentos de alto costo. Esto lo considero abusivo e injusto por parte de estos negocios que tantos millones de pesos reciben de ganancias mensualmente. Así como nuestra familia no tiene como adquirir la caja de Tarceva, me imagino que hay muchas otras familias, y entonces tendremos que pasar por la terrible experiencia de ver a nuestro pariente morir sin poder hacer nada más que, ver la cotización en nuestras manos, y decirnos a nosotros mismos, ¡por Dios, que vamos hacer! Esa es la terrible realidad humana, así es como marcha el universo, nos estamos deshumanizando y hemos perdido el respeto por el derecho a la salud y la vida, hacia dónde va el hombre, por Dios!, mientras en la República Dominicana los políticos se lo roban todo y nos les importa mucho el destino de los más pobres, sencillamente, desde ya encomendemos al Dios Todopoderoso! santana.marcelino@gmail.com