OPINION: Pensando en voz alta sobre los procesos electorales

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EL AUTOR es Master en Gestión y Políticas Públicas. Reside en Santo Domingo

La ley 33-18 sobre partidos, movimientos y agrupaciones políticas y, la ley 15-19 sobre Régimen Electoral Dominicano establecen fechas fatales y metodología desafiante a los cuales estas organizaciones debe someterse y parece poco tiempo para analizarla y ponerse de acuerdo donde lo que prime sea la garantía a los derechos de los ciudadanos a elegir y ser elegibles, tarea esta que ha sido muy difícil consensuar.

El artículo 92, acápites números 6 al 9,  de la ley de régimen electoral 15-19 establece cuatro niveles de elección, que son: Presidencial, Congresual, Diputaciones y municipal. No hay que ser un mago para saber que las reservaciones del 20 por ciento de las candidaturas, las organizaciones políticas debieran hacerla bajo esas premisas, que son: por niveles de lección o por la totalidad de los más de cuatro mil cargos a elección.

Si las organizaciones políticas deciden aplicar la reserva del 20% de las candidaturas en base a los niveles de elección establecidos por la ley de régimen electoral 15-19, entonces en cada nivel quedarían para ser elegibles  el 80% por ciento restante de cada nivele en las primarias,  lo que se   erigiría en mayor participación de candidatos y mayor democracia partidaria, trayendo como consecuencia una mayor cohesión y unidad partidaria.

Si por el contrario, el método que utilizaran para aplicar la cuota de reserva del 20% se diera sobre la totalidad de los cuatro niveles de elección, estaríamos hablando de que las organizaciones políticas tendrían una mayor capacidad de negociación con fuerzas aliadas pero en detrimento de los intereses partidarios, lo que traería disgusto a gran parte de la dirigencia y militancia al ver que sus derechos de elegir y ser elegibles a lo interno de su partido han sido reservados para fuerzas aliadas.

También ese método de reservarse el 20% sobre la totalidad de las candidaturas daría a los partidos la oportunidad de reservarse todas las diputaciones, Alcaldías y senadurías y solo los pequeños cargos de Directores de Distritos Municipales y los regidores quedarían para el grueso de aspirantes, lo que traería como consecuencias disgustos innecesarios a lo interno del Partido, agrupación o movimientos políticos.

Por otro lado, si observamos las ventajas comparativas entre un aspirante a reelegirse que posee recursos y  con opciones de movilizar recursos,  con un nuevo aspirante que no dispone de ello y, aun mas, si ese aspirante que se dispone a reelegirse también consigue que se reserven su candidatura, desde lejos se puede ver que el nuevo aspirante no tiene la menor posibilidad de ganar a ningún cargo donde se postule.

De ahí que se justifica menos que las organizaciones  políticas se reserven las candidaturas para reelegir ciudadanos garantizándoles su participación sin someterse al escrutinio  de esa manera se quita la oportunidad a que surja  un relevo que contribuya a llevar bienestar a otros beneficiarios y gestionar proyectos más acorde con los que demandan la nueva generación.

Hay otros elementos que son fundamentales a exponer y, son sobre la gestión de los procesos electorales a  lo interno de aquellas organizaciones políticas que existen muchas tendencias, donde las candidaturas no se gestionan bajo la rectoría de la dirección política de la jurisdicción debido a la existencia de tendencias y cada uno anda por su lado, lo que debilita los procesos electorales y eleva el costo de los mismos. Las candidaturas no están caminando bajo la misma sombrilla. Diferente ocurre en algunos partidos que gestionan las candidaturas bajo la dirección política de cada jurisdicción.

El fenómeno está ocurriendo con mayor intensidad a lo interno del PLD, lo que puede debilitar los procesos electorales internos por ausencia de una autoridad independiente al servicio del Partido como organización política que pueda convocar a unanimidad a todos los aspirantes en un mismo escenario y bajo la sombrilla institucional del partido. Esperamos que la dirigencia del PLD y otros partidos puedan volver a la época de la democracia participativa y pueda convocar a todas sus ovejas a un mismo redil.

La única forma de conseguir resultados diferentes es cambiar la forma de hacer las cosas y aunque la ley de partidos, agrupaciones y movimientos políticos así como la ley de régimen electoral representan grandes avances, brillando como puntos iluminantes el hecho de celebrar primarias abiertas, que da mucho trecho que recorrer para evitar la imposición de candidatos que en vez de sumar restan.

of-am

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