Michelle Cohen presenta credenciales como embajadora de la RD en Canadá

OTTAWA, Canadá.- La abogada y diplomática Michelle Cohen de Friedlander presentó cartas credenciales ante el gobierno de Canadá.

El hecho se produjo en una ceremonia virtual, siguiendo los protocolos anti Covid-19, encabezada por Richard Wagner, presidente de la Corte Suprema de Justicia y Administrador del Gobierno de Canadá, y con la presencia de Stewart Wheeler e Ian McCowan, jefe de Protocolo y secretario de la Gobernación General de Canadá, respectivamente.

Al agradecer la receptividad en nombre del gobierno dominicano, Cohen dijo a Wagner que durante los últimos 67 años de relaciones diplomáticas formales, Canadá ha sido un amigo muy especial e importante para el pueblo dominicano.

“Es de sumo interés vacunar con prontitud para que nuestros países superen los desafíos de esta pandemia y podamos continuar en el negocio del comercio y la inversión favorable. Esperamos con mucho interés unir nuestros esfuerzos para generar el impulso necesario para revitalizar el nexo entre nuestras naciones”, comentó la embajadora.

Afirmó que es una prioridad para el Estado dominicano lograr que millones de canadienses regresen “al seguro y cálido espíritu de la República Dominicana”. El presidente de la más alta corte de Canadá le dio la bienvenida a la diplomática dominicana y le expresó que llega en un momento clave para las relaciones bilaterales entre ambos países.

Con más de 26 años de experiencia profesional, Cohen ha acumulado una amplia trayectoria en Relaciones Internacionales, Derecho y Política. Fue designada embajadora en Canadá por decreto 708-20 del Presidente Luis Abinader.

Se ha enfocado en el multilateralismo y la cooperación internacional a través de diferentes instituciones que incluyen la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Organización de los Estados Americanos (OEA) y Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE),

Cohen es políglota, especialista en Derecho Económico y Regímenes Regulatorios, así como Derecho de la Competencia, Derecho Comercial, Comercio Internacional, Energía y Desarrollo Industrial. Recientemente ha manejado asuntos y relaciones bilaterales con Estados Unidos y Canadá desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de su país.

Dominicanos apoyan reelección del senador Brian Stack en Union City

NUEVA JERSEY.- Cientos de dominicanos participaron en el lanzamiento oficial del senador estatal Brian Stack, quien busca reelegirse con el apoyo de comerciantes, activistas, empresarios y la maquinaria demócrata que se hizo sentir de forma virtual.

Los dominicanos han dado su apoyo a Satck desde 2007, cuando ganó por primera vez el Senado Estatal, como agradecimiento por la cantidad de quisqueyanos que trabajan en su administración.

«No hay un día que él no esté trabajando fuertemente para poder seguir ayudando a los residentes de Union City» , dijo el dominicano Justin Mercado, asistente de Stack.

Agregó que «el trabajo loable que Stack realiza con los ancianos y la gente, no solo de Union City, sino de todo el condado, brindandole transporte y asistencia médica, es lo que me hace apoyarlo cien por ciento. Es un trabajo bueno que hace por la comunidad».

Stack ha recibido el apoyado de reconocidos políticos de la maquinaria demócrata, entre ellos congresistas y alcaldes de West New York, Hoboken y North Bergen, así como del senador federal Bob Menéndez y el congresista Albio Sires.

El lanzamiento, que se hizo guardando las restricciones de la pandemia del Covid-19, fue en la iglesia SS Joseph & Michael, del condado de Hudson.

Consulado R. Dominicana cubrirá gastos funerales de Hugo Cabrera

NUEVA YORK.- El Consulado General de la República Dominicana en Nueva York cubrirá los gastos de los funerales del baloncestista Hugo Cabrera, inmortal del deporte dominicano, quien murió a los 67 años la madrugada de este martes en su residencia de Manhattan, donde residía junto a su compañera Marta Acta.  

El cónsul Eligio Jáquez dijo que después de entonar las notas del Himno Nacional de la República Dominicana en la sede consular, solicitó al personal de la institución y al público presente rendir un minuto de silencio a la memoria de ese gran deportista que puso en alto el nombre del país.

El deceso de la gloria del baloncesto dominicano se produjo tras perder la batalla contra el cáncer de páncreas que padecía  desde el 10 de enero del 2020.

Cabrera nació en Santo Domingo el 23 de octubre de 1953 y fue exaltado al Salón de la Fama del Deporte Dominicano en 1998, al igual que en el  East Texas State University, en el estado de Texas.

En una época fue considerado el mejor jugador latino de baloncesto, y tras su carrera universitaria fue elegido en el sorteo de la NBA por el equipo New York Knicks, que era su favorito.

Cabrera se destacó jugando para los clubes de San Lázaro, Naco y Los Mina. Sus mayores logros se produjeron con la Selección Nacional en Centro Básquet entre los años 1975 y 1977.

Durante  su internamiento el representante diplomático dominicano se mantuvo día tras día pendiente de su convalecencia y prestando toda la  colaboración a través de Manolo Prince, quien es el director de deportes de esta sede consular y  fuera su compañero de juegos por varios años.

Jáquez lamentó el fallecimiento de esa gloria del baloncesto de República Dominicana y extendió sus condolencias a los familiares, amigos y  toda la clase deportiva del país.

Dijo a través de su cuenta de Twitter  que “después de un seguimiento día a día a la salud del inmenso  baloncestista dominicano Hugo Cabrera, hoy temprano nos llega la infausta noticia de su muerte. Paz a su alma y abrazos a sus familiares”.

Cantante dominicano radicado en Nueva Orleans lanza bachata-video

NUEVA ORLEANS.- Con el lanzamiento del video musical «PA ‘QUE TE ENAMORES», Fermín Ceballos anuncia una nueva colaboración con De’Jo & Clo de Tropik Vybe Latin Dance Academy.

Sus elegantes movimientos de baile aparecen en el video musical, y el sábado 20 de marzo con Fermín Ceballos, fueron coanfitriones de la fiesta oficial de lanzamiento, «Noche Dominicana,» con Fermín Ceballos tocando en vivo con su banda Merengue4FOUR en el Dance Quarter Dance School de Nueva Orleans.

Los boletos de entrada se agotaron dos días antes de la presentación.

«PA ‘QUE TE ENAMORES» fue producido por Ceballos con los ingenieros nominados al Grammy Jacques DeLatour, y Moisés Sánchez; el ingeniero e ingeniero de mezcla ganador del Premio Grammy Latino 2020 por el Mejor Álbum de Merengue y/o Bachata por «Ahora», de Eddy Herrera.

«PA ‘QUE TE ENAMORES» fue escrita, compuesta y arreglada por Fermín Ceballos. El video fue filmado y editado por Omar Cruz Saavedra en Nueva Orleans, Luisiana, en Tiki Tolteca del Barrio Francés, y fue producido y
dirigido por Ceballos con AMOR y MÚSICA.

Sobre Fermín Ceballos

Es un cantautor, músico, productor, compositor, actor y poeta dominicano y trilingüe que vive creando arte en Nueva Orleans, Louisiana con AMOR y MÚSICA.

Sus principales instrumentos musicales son el acordeón, la guitarra, el piano y la voz.

Inconsistencias de la política exterior norteamericana en relación al Acuerdo Dominico-Haitiano de 1938

          Para resolver el conflicto generado con ocasión de los lamentables acontecimientos de 1937, se suscribió en enero de 1938, en la capital norteamericana, el Acuerdo Dominico-Haitiano. Este histórico documento, todavía vigente, contó con la anuencia del presidente estadounidense Franklin D. Roosevelt, de su homólogo mexicano, Lázaro Cárdenas y del mandatario cubano, Federico Laredo Bru. Estos jefes de Estado, representando sus respectivos Gobiernos, fueron garantes de una solución negociada que contiene aspectos fundamentales con relación al respeto de la soberanía y convivencia pacífica de ambos pueblos que comparten el dominio de la isla.       

          La portentosa maquinaria diplomática de la dictadura se vio obligada a emplearse a fondo para resolver este trance que adquirió dimensiones internacionales. En los artículos 3 y 4 del acuerdo se estipuló el pago de una suma para compensar a las autoridades del vecino país, pero lo más significativo son las motivaciones mediante las cuales el Gobierno dominicano decidió reparar los daños causados. Una de las referidas motivaciones expresa que entre los perjuicios ocasionados se encuentra “el regreso en masa sobre el territorio haitiano de las personas de nacionalidad haitiana que vivían en el territorio dominicano (…)”.  Para esa época ya la Organización de las Naciones Unidas había realizado un estudio que determinó como única solución a la miseria del pueblo haitiano la salida sin regreso de una porción de su población a otros países que estuviesen dispuestos a acogerlos.  

          Su reducida extensión territorial, descontrolada reproducción y cultura depredadora son algunos de los factores que determinaron prematuramente su inviabilidad como nación. De ahí que el afán por ocupar este lado ha constituido para ellos un tema de espacio vital, razón por la cual todavía se resisten a reconocer sus límites territoriales. Todos estos intereses han contribuido a fomentar un sentimiento de animadversión hacia los dominicanos. Simplemente nos perciben como enemigos, abrigando un profundo resentimiento a una población que históricamente ha asumido una actitud defensiva y que, además, se ha caracterizado por su desmedida solidaridad.     

          El maestro e intelectual, Rafael Augusto Sánchez, en su obra “Curso de Derecho Internacional”, al reproducir y comentar el Informe de las Naciones Unidas, señaló que “sería preciso, pues, considerar seriamente la posibilidad de alentar la emigración como medio de neutralizar esta tendencia y de remediar los efectos graves de la superpoblación”. Al referirse a la emigración “como único medio de balancear la estrechez geográfica de Haití y su poca capacidad productiva”, en consonancia  con el Informe de las Naciones Unidas, apuntó que en la región de Las Antillas otros países desearían recibir parte de ese conglomerado para impulsar el desarrollo de sus economías. Para aquella época ya las Naciones Unidas y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), estaban dispuestas a iniciar un plan piloto para que familias enteras emigraran sin posibilidad de retorno, comprometiendo así a otros países de América a recibir parte del excedente de la población haitiana.  

          A mediados del siglo pasado se tenía plena conciencia de los trastornos que ocasionaba su prolífica reproducción y hábitos atávicos, que contrastan con los demás países de la región del Caribe. El Informe de la Misión de las Naciones Unidas de aquel entonces expresó: “Consciente del hecho de que Haití estará, durante muchos años aún, apresada por una población sin cesar creciente, que pesa grandemente sobre los limitados recursos del país, la misión recomienda que se examine con el mayor cuidado, la posibilidad de alentar la emigración, como medio de remediar el grave problema de la superpoblación”. Más claro no pudo ser este documento que reconoció, oportunamente, el contraste entre su presión demográfica y exiguos recursos naturales.   

QUE HA SUCEDIDO 

          ¿Qué ha sucedido a partir de la lejana fecha en que se redactó ese Informe? Sencillamente que todos los países han dado la espalda al drama haitiano, orquestándose, a su vez, un plan en el que tanto enemigos internos como externos se han organizado para estimular un masivo flujo migratorio hacia nuestro territorio y así abatir gradualmente las bases sobre las cuales se forjó, a fuerza de innumerables sacrificios, la nacionalidad dominicana. 

Esa irresistible y permanente afluencia de extranjeros, sumado a las parturientas que vienen a alumbrar a los hospitales dominicanos, presionando el presupuesto de salud pública, constituye la válvula de escape que hace muchos años fue prevista, como una necesidad ineludible, por el Informe de las Naciones Unidas. En otras palabras, lo que se planteó en ese estudio que data de 1949 no fue otra cosa que la continuación del esfuerzo norteamericano que se inició en el período que va desde 1916 hasta 1924, el cual había sido previamente definido por Jefferson en 1801 cuando sugirió a los franceses e ingleses confinar en la isla de Santo Domingo a los negros que no fueran útiles en los países desarrollados.   

          Claro, la comunidad internacional encabezada por Estados Unidos, Francia y Canadá, lejos de prestar atención al Informe de las Naciones Unidas para que se produjeran emigraciones hacia distintos países con débil densidad poblacional y que tuviesen un “tronco común” con Haití, han creado las condiciones para dirigir ese flujo migratorio únicamente hacia la República Dominicana, que no tiene la misma cultura, lengua, religión, raza, costumbres ni tradiciones que las del pueblo haitiano.

 Precisamente en este punto es que se manifiesta a cabalidad la duplicidad de la política exterior norteamericana. En una interesante recopilación de documentos, William Páez Piantini organizó los acuerdos y tratados relativos a las relaciones de ambos países, entre los cuales se encuentra el de 1938, así como el modus operandi para su funcionamiento. Cabe destacar, además, el interesante intercambio epistolar entre los entonces mandatarios, sobre todo las posiciones asumidas por Franklin D Roosevelt y Rafael L. Trujillo.  

          En las cartas suscritas por los exmandatarios, en las que se acogen a los principios del Derecho Internacional y de la Conferencia de Consolidación de la Paz de Buenos Aires, se observa el compromiso asumido por los Gobiernos de México, Cuba y los Estados Unidos para solucionar las diferencias dominico-haitianas. ¿Cómo se explica que, siendo el Gobierno de los Estados Unidos garante del Acuerdo de Washington de 1938, en el que ambas partes se comprometieron a cooperar para detener el flujo masivo de inmigrantes ilegales hacia la República Dominicana, sea actualmente uno de los promotores del desconocimiento del referido convenio al imponernos la Ley No 169/14? 

¿Qué sentido tienen los pactos internacionales si finalmente termina imponiéndose, como afirma Noam Chomski, la ley del más fuerte? Se debe concluir que de poco o nada sirven los mismos, toda vez que a final de cuentas los más poderosos imponen su voluntad sobre los más desvalidos.   

          Esa inconsistencia de la política exterior norteamericana, que se mueve al compás de intereses coyunturales, desconociendo la historia, idiosincrasia y voluntad de los pueblos, termina por convertirse en bumerán que genera un sentimiento de animadversión hacia esa gran nación. Rousseau, al referirse a la diferencia entre el poder y la voluntad, expresó que el primero se transmite, pero no la segunda. La estrategia de estimular el endeudamiento externo, nuevo mecanismo de dominación que erosiona la soberanía económica de los países pobres, sumado al fenómeno de la corrupción, ha causado estragos al incrementar la pobreza y el consecuente éxodo de millones de seres humanos que acuden constantemente a las naciones industrializadas en búsqueda de oportunidades que no pueden proporcionarles sus propios países.  

          El expresidente Trump, al referirse a esa emigración descontrolada hacia suelo norteamericano, expresó que la corrupción era una de las causas por las que tantas personas salían a buscar oportunidades. Por eso, fue enfático en su compromiso de castigar a los gobernantes corruptos de estos países que generalmente no son alcanzados por la acción de la justicia. Se le debe reconocer que detectó en el fenómeno de la corrupción una de las principales causas por las cuales tantas personas huyen de su lar nativo. Ese mismo criterio debería ser aplicado al caso haitiano, país que necesita de la cooperación internacional, para paliar la crisis permanente en que se encuentra y, a su vez, aliviar así la pesada e insostenible carga del pueblo dominicano.  

          La solución del caso haitiano no es responsabilidad exclusiva de los dominicanos. Somos un pueblo generoso, solidario y batallador que puede pecar de ser excesivamente tolerante, pero hasta un punto. Se equivocan los estrategas de la política exterior de las potencias foráneas que propician la invasión pacífica al suelo patrio, pretendiendo fusionar gradualmente ambos pueblos, a expensas de diluir la soberanía de uno de ellos. Eso es desconocer la historia y olvidar que uno de los métodos de interpretación más precisos es el histórico, puesto que lo que somos hoy es producto de lo que sucedió ayer. El patriotismo es el hilo conductor de la historia dominicana, reflejado en numerosas batallas y mártires que ofrendaron vidas y bienes, ejemplo imperecedero que sobrevivirá las barreras del tiempo y espacio. Eso lo deberían tener claro las naciones que evaden su responsabilidad histórica, errando en sus cálculos e incurriendo en serias inconsistencias de una política exterior condenada inexorablemente al fracaso.  

JPM 

Las Yayas, un pueblo saqueado: y el gobierno lo festeja

El presidente Luis Abinader  sabe  que el Municipio de Las Yayas, en la provincia de Azua, es uno de los pueblos más golpeados por la corrupción.  Allí hasta la piedras lloran la ausencia del gobierno.  Las promesas constituyen  el más perverso hábito de la política nacional.

El  gobierno del presidente Abinader  ya  forma  parte de este engaño endémico.  El gobierno va a Las Yayas a  repetir lo mismo que hacía el presidente Danilo Medina. Envía una  comisión y luego   otra.  Como para decirle  vuelvo y vuelvo.

No sé hasta que punto se podría ser cínico. Lo cierto es que con  los pobres se puede hacer la harina mejor lograda.  El PLD y el PRM moderno saben cómo se fermenta esa harina.  

La Asociación de Ganaderos dirigida por Eusebio Osiris  Montolío Rodríguez (Melanio) le dio un golpe brutal a los fondos del gobierno. Nadie sabe qué pasó   con los 25 millones de pesos que el gobierno del PLD aportó para un  proyecto ganadero. Y como siempre no hay consecuencias.  Se repartieron el dinero como piñatas.

El ganadero Montolío Rodríguez lo único que dejó a la vista  fue la construcción de un  abandonado centro de acopio. Y por suerte que dejó algo que a lo mejor serviría para uno de los tantos museos del presente gobierno.  A las vacas les nacieron alas.  Pero, los técnicos del presidente Abinader viajan a Las Yayas a repetir las mismas burlas del presidente Medina.  Se repite el mismo ritual de impunidad.  

NECESIDADES

Las Yayas está incomunicada  por el río Viajama.  Pero, el presidente Abinader y sus técnicos no tienen que cruzar  ese río.   Dicho río está a punto de llevarse las bombas del agua potable. Los llamados políticos de Las Yayas están en búsqueda. Eso es  lo correcto.  La gobernadora Pérez hace lo mismo que su antecesora: envía una comisión  tras otra. Toda una burla.  

En cualquier momento la primera escuela primera de Las Yayas se cae en pedazos. Al liceo le pasa lo mismo que al centro de acopio de los ganaderos: ambos son dos ruinas de cemento  como testimonios de la corrupción y la impunidad. 

El presidente Luis Abinader  piensa que  Las Yayas  se alimenta de promesas y se hace de la vista gorda.  La Fiscalía General de la Nación solo actúa  en asuntos políticos y eso lo sabe el ganadero Melanio y sus compinches. 

La Asociación de Ganaderos dirigida por Montolio Rodríguez es una burla perversa a un municipio empobrecido. Todo parece indicar que estamos ante un gobierno en que la corrupción es un canto repetido. 

Lo cierto es que yo nací en un municipio condenado. Una nación en la  que un  alcalde sale a pescar camarones y termina con una ambulancia llena de haitianos para que estos extranjeros  trabajen en su  finca. 

A las gobernadores, este caso las gobernadoras, le encanta enviar comisiones del gobierno para festejar las vicisitudes   de un pueblo secuestrado. Los funcionarios electos saben que eso es parte del juego. Y el presidente lo sabe.  

Yo nací en un pueblo saqueado. Un pueblo en que sus dirigentes políticos  tienen apetito  de víboras. Todo se lo llevan y el gobierno lo festeja. Nadie sabe desde donde apareció el “ganadero” Montolío Rodríguez, pero, el pueblo sí  sabe que Melanio y su grupo le dieron un hachazo   a los fondos públicos.   

Melanio es un héroe en Las Yayas de Viajama.   lo mejor se convierta en otro rey Midas del gobierno del PRM. Amen, que así sea.  

ramirezbaez59@gmail.com

JPM

Desaguisado de la Asociación de Medios Digitales Incorporados (AMDI)

Impuesta por la entropía administrativa, en el síndrome de la convencionalista captación sin miramiento ontológico, el alto ejecutivo de un diario nos confidenció que no publicaban informaciones de una reconocida empresa comercial porque no le colocaba publicidad. Luego, directores de digitales discutían no colgar declaraciones de los que no se anunciaban; les razonamos ese mal proceder, y esa intención se desmoronó.  Y, en estos días, la Asociación de Medios Digitales Incorporados (AMDI) participa que dejará de difundir noticias del Palacio Nacional, por falta de apoyo del Estado dominicano. ¡Grave!, ¡Funesto!, ¡Utópico…!

Esta crematística de la publicidad contra la función socio-comunitaria del ethos informativo, propio del intrusismo de un codificador desconocedor de la teoría de la Casa de Cristal, se entroniza antológicamente (¡pucha!) como la contraparte desmesurada de los que ven en cada pauta divulgativa paraestatal un intervencionismo discordante de los mass media, con más asombro en el infraespacio democrático post-industrial.

A partir de 1649, los avisos (libros, remedios medicinales, caballos y otros objetos robados o perdidos) han ocupado una holgura preponderante en los Newbooks de Inglaterra (hojas de noticias precursoras de la prensa escrita), y garantizados la supervivencia de los periódicos, término acuñado en 1670.  Desde ese siglo (XVII), que abarca las edades Media -476-1492- (pregoneros o publicidad oral), Moderna (1492-1789) y Contemporánea (1789-actualidad), las gacetas y otras publicaciones han lidiado a la cañona -utilizando hasta arenales chantajistas- por su inclusión en el pastel publicitario oficial y privado.

Planetariamente, detrás de las inserciones para la viabilidad y sostenibilidad, los instrumentos de masas de las primeras décadas del siglo XXI han cedido ante las pretensiones de los anunciantes, como tapar las informaciones relevantes de primera plana con pliegos de mensajes comerciales. Y han sido focos de súplicas y reclamos por privilegios y discriminaciones, disgustos y lamentos, discordias y roces, y restregones y censuras, en los periquetes de las tensiones más dispares.

En el discurrir de esas tres épocas históricas (media, moderna y contemporánea), exceptuando obviamente la prehistórica y la antigua), la dialéctica informativa de la publicidad (texto, estructura y difusión) ha parido lo que vamos a denominar el ensarte (ideológico, comercial y educativo) de la novena triangular:

1.- MEDIOS: impresos (periódicos y revistas), audiovisuales (radio y televisión) y digitales (redes sociales, blog, página web, etc.)

2.- RECURSOS: humanos, técnicos y financieros.

3.- ESTADO: suministro publicitario, otorgamiento de subsidios y facilidades tributarias.

4.- METODO: concepto teórico/filosófico, contenido simbólico y modus operandi.

5.- PEDESTALES: informativo, publicitario y propaganda.

6.- DESAFIOS: innovaciones tecnológicas, censura y autocensura, y sostenibilidad financiera.

7.- ACCIONAR: libertad, mercado y ética.

8.- PROFESIONES: periodismo, publicidad y mercadeo.

9.- INTERACCION: academia, empresa y gremio.

Para acogerse a los antes citados preceptos de la novena triangular, insólitamente la Asociación de Medios Digitales Incorporados (AMDI) arenga la vulneración del derecho a la información, por cuanto decide que sus miembros no divulguen los boletines provenientes de la Presidencia de la República, la principal fuente noticiosa del país. Esas tematizaciones las clasificamos en tres atrios:

1.- Decretos: nombramientos en la administración pública, promulgación de leyes, disposiciones para construir obras, reuniones del mandatario con miembros del gabinete y del cuerpo diplomático, reportes de prensa, declaratorias de emergencia y toque de queda, buenas y malas obras, etc.

2.- Movimientos del presidente de la República: agenda de trabajo en la sede mandataria, inauguraciones y otras actividades fuera de ese recinto.

3.- Visitas a la casa de gobierno y audiencias con personalidades y representativos de entidades de la sociedad: clero, empresarios, partidos políticos, grupos comunitarios y gremios; reconocimientos, eventos, etc.

Esos y otros datos del sujeto acción son de alto interés para el sujeto mediador acreditado, porque inciden formidablemente en la dinámica económica, política y social de la Nación. El enunciador que no se haga eco de ellos, fluctúa sin impulso en el objeto receptor y, consiguientemente, pierde participación de mercado.

El llamado a boicot a los escritos presidenciales, por un despecho, estropea y lesiona la Carta Magna y las normas deontológicas nacionales y supranacionales. Citemos dos legislaciones y cuatro de sus artículos:

Código de Etica del Periodista Dominicano: artículo 2: “Será deber del periodista reconocer y defender el derecho universal de las personas a informar y ser debidamente informado”. Apartado 16: “El periodista estará obligado a enfrentar las decisiones de los poderes del Estado que disminuyan o anulen el ejercicio de la libertad de expresión y el libre acceso a las fuentes y medios públicos de información”. Y el título 47: “Se considerarán actos violatorios a la ética profesional: “el ocultamiento de informaciones de interés colectivo” y “la censura y autocensura”.

Constitución de la República. Artículo 49: “Toda persona tiene derecho a la información. Este derecho comprende buscar, investigar, recibir y difundir información de todo tipo, de carácter público, por cualquier medio, canal o vía, conforme determinan la Constitución y la ley”.  Igualmente, “Todos los medios de información tienen libre acceso a las fuentes noticiosas oficiales y privadas de interés público, de conformidad con la ley”.

La Asociación de Medios Digitales se parece bastante a comentaristas de radio y televisión, que se ufanan en proclamar que saben muchas cosas de interés nacional, pero que no revelan ni siquiera el 10% de ellas. Si han confirmado los hechos o no tienen las pruebas, mejor es no hacer ninguna referencia, o dedicar tiempo a la investigarlo para cumplir con la sagrada misión de informar.

En vez de obstaculizar el flujo informativo, más útil es trabajar, en la colina de la ética antropológica y hermenéutica, por los siguientes puntos:

1.- Proponer e insistir en la realización de auditorías sobre la concesión y el manejo de decenas de miles de millones de pesos de publicidad en los últimos 20 años.

2.- Fomentar la competición estatal, proponiendo la modificación del párrafo del artículo 6 de la Ley 340-06 sobre Compras y Contrataciones, que exceptúa las licitaciones en la contratación de publicidad a través de medios de comunicación social, o sea, que facilita el grado a grado y, por lo tanto, el privilegio y la discriminación.

3.- Promover la elaboración y aprobación de la Ley de publicidad y comunicación estatal.

4.- Profesionalizar académicamente y especializar a los miembros del staff de redactores y técnicos, para la calidad mediática y no obstaculizar el ejercicio de un derecho fundamental e inalienable.

5.- Fortalecer la calidad de la línea informativa y opinativa de los medios, para ganar audiencia.

6.- Diseñar planes de marketing, con la reinvención de ofertas publicitarias, para subir los índices de visitantes/receptores.

7.- No abusar en el uso del lenguaje; saber diferenciar la noticia, la publicidad y la propaganda, y robustecer la crítica social con argumentaciones sólidas y decentes.

8.- Abstenerse de solicitar favores al gobierno, el pago de viajes y conflictos de intereses.

9.- Evitar la denunciología y las informaciones no verificadas ni confirmadas, para fortalecer la credibilidad.

10.- Desechar el sensacionalismo dramatizado, la data del miedo, las escenas desgarradoras y la arrogancia.

Como queda estampado, con su quimérico petitorio de anulación a los reportes del Palacio Nacional, la Asociación de Medios Digitales unísonamente menosprecia el capital informativo de la fuente más rica y activa del país y exhorta a la censura previa, empleada como pieza de presión y coacción, que transgreden la libertad y un principio de la democracia.

La búsqueda de la verdad y la democratización de la información se alistan, desde la antigua prensa artesanal hasta la neologistica online, como la filosofía más pura del periodismo, y los gremios como los mecanismos para vigilar las conductas y actuaciones del mediador profesional entre el Estado y la sociedad: el periodista.

La declaratoria más lamentable es que la censura velada provenga de un organismo asociativo con la misión de control ético, bajo el condicionamiento de la disensión publicitaria. Este desaguisado reafirma la imperiosa necesidad de eliminar el empirismo y dar preferencia al profesionalismo académico.

oscarlr1952@gmai.com

JPM

Cronicanto al optimismo

POR PABLO MCKINNEY

Nos ocurre a los dominicanos en muchos temas, en el amor hacia nuestro casco histórico, entiéndase la Zona Colonial, o sea, “La Zona”, por ejemplo.

Personalmente, siempre me ha llamado la atención, la forma en la que los extranje­ros, observan y disfrutan de nuestra Zona C.

En cambio, muchos de nosotros, en nuestra aparente pos­modernidad de bares caros y modelos buenonas, no la sentimos tan nuestra.

Nos encanta tomar capuchinos en el Village de New York, pasear por La Castellana en los veranos de Madrid o creernos capaces de inventar el amor en los bulevares de París, pero de “El Conde” nada, del Parque Colón tampo­co; eso es cosa de turistas y muchachas que “se buscan la vida”, como si las “call girls” de los bares de vitrina del polí­gono central se buscaran la muerte.

No amamos la ciudad porque es nuestra, que es una triste manera de no amarnos a nosotros mismos, lo que es tan grave como la corrupción o la inseguridad ciudadana ¡y cuidado!

Lo anterior se agrava, porque los dominicanos heredamos una enfermiza vocación para el pesimismo, que nos impide, además, admitir nuestros avan­ces; desde Américo Lugo o José Ramón López, hasta ayer como a las cinco, ha sido así.

Ahora ha tocado el turno al desempeño de nuestras pa­sadas y actuales autoridades en el enfrentamiento del Co­ronavirus, donde encontramos que un estudio del NYT pronostica que para 2021, solo cuatro países de América completarán el proceso de vacunación de todos sus ciuda­danos, y el nuestro es uno de ellos.

Pero hay más: Durante años, los dominicanos hemos disfrutado de estabilidad macroeconómica, con un aumento histórico en nuestro ingreso per cápita, baja inflación, envidiable estabilidad cambiaria, y una disminución importante -aunque insu­ficiente- de la pobreza y la desigualdad, muy por encima del promedio latinoamericano.

Estos y otros datos son confirmados por organismos in­ternacionales, y aparecen en el informe sobre la economía dominicana elaborado por la oficina de consultoría estra­tégica global McKinsey and Company; pero resulta que ni aún así somos capaces de reconocernos en nuestros avances, sin olvidar, -por supuesto-, nuestros grandes desafíos, aplazamientos irresponsables y tareas pendientes.

Entonces, es tiempo ya de que el ciudadano dominicano, sea ese príncipe del dólar de las cumbres, o mi dilecto, Juancito Pérez Vidal, alias Tito, de a pie, todos asuman que su país avanza -en su liga de nación de mediano desarrollo-, pero avan­za; y que los profetas del desastre -que decía don Juan- se consuman en su salsa de negación o exageracio­nes con ITBIS, según estén en la oposición o en el poder.

Entonces, tócala otra vez, Alberto: “¡Amada mía, querida mía, ay, patria mía! Será porque me dueles/ será porque te quiero/ será que estoy seguro que puedes llenarme de palomas el cielo/. Será porque quisiera que vueles/ que sigue siendo tuyo mi vuelo”.

JPM

Las derrotas de Haití en la República Dominicana

El ejemplo de la República Dominicana demuestra que no hay poder en el mundo que encadene las ansias de un pueblo cuando quiere vivir con autodeterminación e independencia y gozar su desarrollo colectivo en clima de libertad.

Así mismo, los pueblos demandan respeto a la inviolabilidad de su territorio, sin imposiciones foráneas, sea de países grandes o pequeños, sean blancos, rubios, amarillos, negros o morenos. El único color de la patria es el de su sangre.

Las fronteras existen y los ciudadanos de todos los países nos acogemos a ellas; si algún día fueran a borrarse de la faz de la tierra sería mediante un proceso natural, cíclico, tan largo y pausado como la misma evolución del mundo, involucrando en la misma medida a países grandes y pequeños.

El caso dominicano, resistiendo y defendiéndose de las agresiones de Haití, demostró que ningún país puede imponer su voluntad sobre otro. Lo puede dominar por un tiempo, por 22 años, como ocurrió, o por 31, como hizo Trujillo, pero a corto, largo o mediano plazo la rebeldía de los hombres cruje y hace que se derrumben hasta los altares de los dioses.

Haití dominó sobre territorio dominicano 22 años hasta que un 27 de  febrero se quemó la pólvora de los cañones y el valiente, mil veces heroico pueblo dominicano, el David del Caribe, se fue a las calles disparando, expulsando al ocupante.

Los conservadores afrancesados no creían que un país tan pequeño fuera capaz de gestionarse sin protectorado y no se explicaban cómo fue que 9 hombres jóvenes, sin armas, sin ejército, sin carrera militar, contando tan solo con el apoyo de su pueblo, pudieron armar su propio ejército y derrotar 14 veces al ejército haitiano, el mejor armado, el más numeroso y el mejor entrenado de América desde los albores del siglo XlX.

Casi al mismo tiempo que Juan Pablo Duarte, el primero que encendió la tea de la rebelión en Santo Domingo, fue un joven de 19 años llamado José María Serra.

Serra fue el primer dominicano que utilizó la propaganda en contra del poder político y militar que oprimía al pueblo.  Su juventud no fue un argumento que le diera justificación a la indiferencia y sintiéndose  indignado por la ocupación haitiana, empezó a redactar y a distribuir pasquines en la ciudad de Santo Domingo, repudiando a los invasores.

Introduciendo clandestinamente los pasquines por debajo de las puertas de las casas, su sistema propagandístico empezó a funcionar.  Y así José María Serra se convirtió en expresión y símbolo del patriotismo dominicano.

Nadie sabía quién era el autor de esos pasquines contestatarios hasta que un domingo entró a su casa Juan Pablo Duarte quien, sorprendido y emocionado, encontró a su amigo redactando volantes revolucionarios. Se enteró allí de que con su amigo tenían los mismos propósitos, el mismo proyecto. Se pusieron de acuerdo y Duarte acompañó a Serra a redactar y a volantear por la ciudad los pasquines que llamaban a la insurrección.

Se orquestó la formación de la Trinitaria, el primer partido político dominicano.

Y yo quiero hoy, en el mes que se conmemora la memoria de las heroicas batallas del  19 y del 30 de marzo para enfrentar las agresiones de Haití, recordar a José María Serra quien en los “Apuntes para la historia de los Trinitarios”, resalta el valor de la propaganda cuando dice: Al ver, pues, los efectos producidos por mis pasquines, continué escribiéndolos , porque bien se comprende que no es posible la existencia de la sociedad sin medios de comunicación, sean legítimos o ilegítimos.

En este caso el medio de comunicación utilizado era ilegítimo.

Esos dos jóvenes de 19 y 25 años, José María Serra y Juan Pablo Duarte, más adelante acompañados por Juan Isidro Pérez, Pedro Alejandrino Pina, Félix María Ruiz, Juan Alejandro Acosta, Juan  Nepomuceno Ravelo, Benito González y Jacinto de la Concha, a los que luego se unieron compañeros tan dignos, valientes, patriotas e inmarcesibles como Francisco Sánchez del Rosario, Jacinto de la Concha, Matías Ramón Mella y  Vicente Celestino Duarte.  Detrás de ellos se fueron sumando jornaleros, campesinos, amas de casa, comerciantes y pescadores,  gente de todas las clases sociales con las que empezaron a formar un pequeño ejército.

Nacidos a principio del siglo XlX, cabezas pensantes de la era fundacional, los jóvenes patriotas se aglutinaron en La Trinitaria, organización revolucionaria que fue capaz de enfrentar en el terreno de armas a un ejército poderoso.

Haití, con más de 600 mil hombres en las armas, luchó contra el ejército de Napoleón y lo derrotó; contra el poder de la Corona española y la derrotó; contra el imperio inglés y también lo derrotó. Ese era el “imperio haitiano” iniciándose el siglo XlX.   ¿Cómo era entonces que esos muchachos iban a reunir las fuerzas para vencer a ese imperio?

Recientemente refuté un artículo que escribió el acreditado periodista, historiador y cineasta dominicano Cassandro Fortuna (autor de un libro apologético sobre la “unificación”  titulado “Haití, el eterno conflicto”.

En El Granero del Sur, diario digital que él dirige, escribió sobre el tema estas tristes palabras:

“En esa coyuntura entra Boyer. Núñez de Cáceres en lugar de enfrentarlo ¡le entrega las llaves de la ciudad!” 

Y yo pregunto:   ¿Cómo lo iba a enfrentar? ¿Con qué ejército? ¿Con cuales armas? ¿De cuales recursos disponía para enfrentar al poderoso ejército que venía de derrotar a todas las potencias, incluida la derrota que le produjo a la mejor flota de guerra del mismo Napoleón Bonaparte,  el jefe militar más poderoso del mundo?

No quiero polemizar con Cassandro Fortuna, quien es mi compueblano y amigo desde nuestra temprana adolescencia, a quien le guardo un alto respeto y estima, y junto a quien he recorrido etapas importantes de nuestro desarrollo, en lo individual, en lo profesional (él fue mi jefe en la redacción de uno de los medios que ha dirigido) y en lo social;  pero no puedo callar, y sé que es un defecto y él lo sabe.

Cuando Boyer entró en Santo Domingo el 9 de febrero, lo hizo franqueado por un ejército de 10 mil hombres que rodearon a Núñez de Cáceres obligándolo a rendirse. El líder dominicano entregó la bandera, es cierto, pero tuvo el coraje de decirle cara a cara estas lúcidas, increpantes y proféticas palabras al jefe invasor: que “la revolución contra España no había sido hecha para beneficiar a Haití y que si se sometían era a la fuerza, estando persuadido de que la ocupación haitiana produciría a la larga resultados funestos…”

Hagamos un breve repaso del pasado de Haití, previo a la humillación que le produjo Jean-Pierre Boyer a nuestro héroe nacional José Núñez de Cáceres, y previo a la organización revolucionaria iniciada por el heroico pueblo dominicano, el David del Caribe, como lo definió Fidel Castro. Algunas de estas cosas Cassandro Fortuna  las calla en sus apologéticos escritos planteando las herramientas jurídicas, conforme a la legislación internacional, en las que él cree que ambos pueblos tendrían que sustentarse para darle paso a la “confederación”,  o a la “fusión de 2 estados”.

A su instructivo sobre la “fusión de 2 estados”, pongo en las manos de mi querido amigo este escrito de Juan Pablo Duarte que él no tomó en cuenta (aunque fuera para mencionar) en su libro “Haití, el eterno conflicto”:

“…no es de esperarse que yo deje de protestar, y conmigo todo buen dominicano, cual protesto y protestaré siempre, no digo tan solo contra la anexión de mi patria a los Estados Unidos, sino a cualquier otra potencia de la tierra, y al mismo tiempo contra cualquier tratado que tienda a menoscabar en lo más mínimo nuestra Independencia Nacional y a cercenar nuestro territorio o cualquiera de los derechos del pueblo dominicano”.

El año 1801 Napoleón Bonaparte mandó sus mejores naves y su ejército de élite, incluso a los miembros de su familia, a sofocar la rebelión de los esclavos africanos que cultivaban añil, azúcar, cacao y algodón en las plantaciones de la franja Occidental de la isla de Santo Domingo que había sido inicialmente la prisión de los esclavos. Ese ejército estuvo encabezado por su cuñado Charles-Victoire-Emmanuel Leclerc, considerado uno de los mejores generales de la Francia napoleónica. En esa guerra los franceses perdieron más 35 mil hombres.

Inglaterra también intentó ocupar Haití y en 5 años de guerra contra Toussaint Louverture y sus seguidores, perdió cerca de 80 mil hombres (entre los que cayeron luchando y los que murieron por la fiebre amarilla), sufriendo la mayor derrota militar de su historia hasta la guerra del 1914 donde tuvieron casi 2 millones de  bajas, entre muertos, heridos y desaparecidos.

Pero los haitianos también vencieron a la flota de la corona española.

Al quedar convencidos de que no iban a  poder derrotarlo, Estados Unidos y Gran Bretaña firmaron un  pacto secreto con Toussaint Louverture, comprometiéndose este a no exportar la rebelión de esclavos africanos a las otras islas del Caribe. Las dos potencias se comprometían, a su vez, a mantener sus manos fuera de Haití (llamado todavía Saint-Domingue).  Pero ese pacto le dejaba las puertas abiertas para que pudiera extender su dominio hasta Santo Domingo, que era la apetecida de Louverture.

Por su invicto poder militar y económico Haití obtuvo tanto renombre internacional que los recursos materiales les sobraron para que, Alexander Petión,   el año 1816, le entregara a Simón Bolívar una ayuda consistente en más de 6,000 fusiles, miles de bayonetas, millones de municiones y una elevada suma de dinero en efectivo, además de imprentas, embarcaciones y hombres bien curtidos en el arte de la guerra para que El Libertador de América emprendiera la conclusión de la independencia de Venezuela y sus hazañas por las regiones de América del Sur.

En este punto, se puede empezar a interpretar las razones del Libertador para negarle apoyo a Núñez de Cáceres cuando este proclamó la Independencia Efímera, negándose a aceptar al nuevo Estado como miembro de La gran Colombia y abandonándolo a la voluntad de sus aliados haitianos.

De ese momento histórico se puede interpretar también la dura declaración del presidente Nicolás Maduro, cuando en diciembre del 2013 advirtió: “…el que se meta con el pueblo de Haití se metió con el pueblo venezolano”.

Acorralado por un momento histórico que no era favorable a su proyecto independentista, José Núñez de Cáceres no tuvo otra posibilidad que rendirse, entregarle la capital a los haitianos el 9 de febrero del 1822 e irse empujado a emprender para México el camino del exilio por el resto de sus días. Fue así como Haití, con su avasallante poder de “imperio”, ahogó el primer intento de los dominicanos por romper con el colonialismo.

Es cuando el año de 1838 entran en escena José María Serra volanteando para formar conciencia contra el invasor, y Juan Pablo Duarte organizando el primer partido político, con brazo armado, integrado por jóvenes, sin experiencia en el uso de las armas. El mismo Juan Pablo distribuyó los rangos militares haciendo coroneles a su hermano Vicente Celestino y a Francisco Sánchez del Rosario, iniciando así la más formidable hazaña militar y política del Caribe.

Con 600 mil hombres bien entrenados en sus filas, los haitianos no pudieron derrotar a los dominicanos en ningunas de las 14 batallas en que se enfrentaron.  No pudieron jamás derrotar a los dominicanos inspirados por un hombre que empuñó las armas para predicar con el ejemplo: Juan Pablo Duarte, el paradigma de los dominicanos y quien dejó estas palabras escritas para que las nuevas generaciones de dominicanos no olviden: “Entre los dominicanos y los haitianos no es posible una fusión”. Y estas otras: “Nuestra patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera, o se hunde la isla”.

Desde que los esclavos africanos rompieron las cadenas y fundaron una República proclamando el Imperio de Haití en la porción de la isla La Española que antes fue su prisión, no buscó vivir en armonía, ni en paz, ni respetó la soberanía de los habitantes del territorio vecino que también estaban sometidos a un régimen esclavista y colonial por españoles y franceses, sino que, desde su paso de la esclavitud al régimen republicano,  Haití  buscó la confrontación con sus vecinos dominicanos.

Nunca reconocieron que los del Este de la isla eran nativos que ellos habían encontrado cuando llegaron procedentes de sus territorios originarios en la lejana África, con otras lenguas, otras costumbres. En Santo Domingo, en ese momento de la historia, no tenían arraigo, pertenencia socio cultural ni vínculos con el pasado.

El escritor Andrés L. Mateo ha dicho de este comportamiento, que Haití no aceptó “la otredad”.

Las tropas haitianas cometieron muchos crímenes en Santo Domingo, durante sus sucesivas incursiones. La historia registra la matanza de 40 niños y el exterminio de parte de la población de Moca y del resto de la región del Cibao, durante el recorrido de retorno de Henri Christopher y Jean-Jacques Dessalines el 6 de abril del 1805.

Los esclavos levantaron un imperio no imaginado en El Caribe y en la soberbia de su invicta confrontación militar nació y se desarrolló la creencia de que podían extenderse territorialmente, agenciándose el dominio colonial de la otra banda de la isla, llamada Santo Domingo.

En el campo militar los haitianos derrotaron a todas las potencias, y en la República Dominicana, en batallas y en invasiones sucesivas, fueron aplastados en toda la línea del combate.

Después de la proclamación de independencia el 27 de febrero, la primera derrota militar haitiana fue el 13 de marzo del 1844 en la batalla de La Fuente del Rodeo, a la que les siguieron la del 19 de marzo en Azua  y la del 30 de marzo en Santiago; así fueron sufriendo derrotas sucesivas hasta el 1856, cumpliéndose lo dicho por Núñez de Cáceres en su discurso de sumisión el 1821.

Hay pocos pueblos en el mundo que hayan sido agredidos tantas veces. La fortaleza que tuvieron los dominicanos para salir victoriosos en el combate fueron su moral y el apego a la tierra en la que nacieron sus ancestros.

De ahí que en 10 años de guerra contra el David del Caribe, Haití cayera derrotado en todas las batallas.

Hoy la historia se escribe de una manera; si Haití no hubiera agredido tanto a un pueblo pequeño y humilde como el dominicano, que al igual que ellos luchaba contra España, Francia e Inglaterra, y en cambio los dirigentes de ese país vecino hubieran buscado armonía y buena convivencia, la historia de ambos pueblos fuera completamente distinta.

El presidente Abinader y las juntas de vecinos

El Presidente de la República Luis Abinader, junto a ministros de su Gobierno y  el Director de la Policía Nacional, ha estado sosteniendo reuniones con dirigentes comunitarios y presidentes de Juntas de  Vecinos escuchando de viva voz las condiciones en las que mal viven los residentes de esas comunidades.

Una de ellas, con moradores de diferentes barriadas del Gran Santo Domingo realizada en el Salón Las Cariátides del Palacio Nacional y la más reciente, se llevó a cabo en la ciudad de San Cristóbal.

En ambas, el mandatario ha dado muestra de respeto y alta consideración a todos, al expresar que los representantes de las Juntas de Vecinos “pueden ser de cualquier partido político” y que el Gobierno coincide con ellos, porque estas se interesan por el mejoramiento de sus comunidades. (El Caribe, 13 de Febrero).

La expresión “pueden ser de cualquier partido político” denota el conocimiento del mandatario y muchos de su gabinete, de que a buena parte de esos dirigentes comunitarios que figuran como directivos en Juntas de Vecinos, han sido o son cuadros políticos de determinados partidos.

A veces, esa condición los vuelve ciegos y fanáticos para no ver ni denunciar serios problemas que afectan durante años a sus barriadas.

Hasta ahora, -permítanme repetirlo- hasta ahora, el señor Presidente ha dado muestra de tolerancia, respeto y buenas atenciones a las críticas que se le hacen a su gobierno.

Es más, ha dicho, que le gustan las críticas, porque ayudan a auto-evaluarse y volver atrás si es necesario.

Seguridad ciudadana, problemas de agua potable, asfaltado de calles, Charlas del Buen Vivir, creación de dispensarios médicos, construcción de centros deportivos, canchas y saneamientos de cañadas son entre otras, las peticiones que generalmente se les hacen al Presidente.

Consideramos un verdadero honor y muestra de sencillez esos encuentros del Primer Ejecutivo de la nación con representantes de Juntas de Vecinos. Si mal no recordamos, nunca eso había ocurrido.

Ahora bien, lo que se quiere es, que las promesas que se puedan hacer a esas humildes representaciones sean realizadas en el tiempo prudente, para que no se queden como simple noticias de adornos en las redes, periódicos y programas de radio y televisión.

ramiro_francisco@yahoo.com

JPM