Todos los ingenios fueron paralizados el 7 de enero por un contundente paro laboral. El gobierno del Jefe buscó la solución llegando a negociaciones con los sindicalistas, por entender que era peligroso, y aceptó los reclamos, llegando en algunos casos a duplicar los salarios que existían en esos momentos.
Sin embargo, el General Trujillo, aunque hizo creer otra cosa, no perdonó lo sucedido; y desde ese momento llevó a su mente la salida por la vía arbitraria del líder sindical Mauricio Báez, y comenzó a moverse en ese sentido, viéndose este último compelido a salir del país y buscar asilo en Cuba.
En Báez, que era un hombre de modestos recursos, igual a los de su entorno, no cabía la figura de prevendas personales, ni la venta de sus ideales. Viviendo en Cuba estableció relaciones con prominentes líderes obreros, llegando a utilizar la radiocubana para denunciar al régimen de Trujillo, y se identificó como miembro del Partido Democrático Revolucionario Dominicano (PDRD).
Después de la huelga azucarera de 1946 y preocupado por un posible aislamiento internacional, el gobierno de Trujillo buscó un acuerdo con el Partido Socialista Popular de Cuba, a fin de aparentar una apertura democrática consistente en la libre organización obrera y la tolerancia de entidades políticas de oposición. Se convino la creación de una confederación obrera, en la que coexistirían trujillistas y comunistas. Como resultado del acuerdo logrado, regresaron al país varios exiliados del Partido Democrático Revolucionario Dominicano, entre ellos Mauricio Báez. Aunque éste siempre tuvo reservas sobre la pertinencia de ese acuerdo, lo acató por disciplina partidaria.
A los pocos días de llegar, los exiliados integrados como militantes que terminaban de salir de la prisión en agosto de 1946, se le cambió el nombre al «PDRD», y se le denominó Partido Socialista Popular, definiéndose la organización con la ideología marxista, leninista, estalinista.
Más tarde, se hizo una convocatoria a un congreso obrero para crear la Confederación de Trabajadores Dominicanos (CTD); una comisión realizó un recorrido por todo el país, siendo Mauricio Báez la figura más sobresaliente, distinguiéndose por los discursos que pronunció en las manifestaciones de trabajadores.
Su liderazgo alcanzó una dimensión nacional, y en el congreso obrero celebrado a mediado de septiembre, fue reconocido por los delegados como el líder sindical indiscutible, orientando la tónica de las resoluciones aprobadas, a favor de importantes reivindicaciones. Sin embargo, en los acuerdos entre los comunistas y el régimen trujillista, Báez no fue electo el Secretario General de la CTD, sino Secretario de Organización, que era la segunda posición. Parece que este arreglo le ocasionó malestar y optó por refugiarse en San Pedro de Macorís dentro del ámbito de su clase social. Desde allí fue hostigado por los servicios de seguridad del Estado.
Mientras todo lo anterior sucedía, Báez llegó a convencerse de que resultaba imposible sostener la lucha legal, por lo que afloró el conflicto entre él y la orientación dirigida por los dirigentes del Partido Socialista Popular.
Siendo así, tomó la decisión de exiliarse en Cuba, por segunda vez. Al llegar, de inmediato se vinculó a los exiliados, pero en función de los preparativos expedicionarios de Cayo Confite, siendo parte de las tropas compuestas por aproximadamente mil cubanos, trescientos dominicanos y otros cientos más de varios países caribeños y latinoamericanos.
Al fracasar la expedición de Cayo Confites por la presión de los Estados Unidos y las habilidades del régimen trujillista, en sus alocuciones radiales se dedicó a detractar al tirano, lo que éste nunca toleró a nadie. Pensamos que esta fue una de las razones por la que Trujillo ordenó su asesinato, ejecutado por personeros cubanos dirigidos por diplomáticos dominicanos.
El 8 de diciembre de 1950, fue secuestrado por tres sujetos, según fuentes de mucha confianza; éstos eran conocidos por Mauricio Báez, quienes se presentaron a su casa en La Habana y, luego de ahí, nunca jamás se supo nada del connotado líder sindical.
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