Status legal de deudas viejas de contratistas

Los funcionarios empoderados por el presidente Luis Abinader para resolver el pago de deudas viejas con los contratistas de obras estatales han tratado el tema muy superficialmente y en tres años no hay nada en concreto que pueda honrar la palabra empeñada del mandatario.

El viceministro financiero Juan Luis Julia Cala, del Ministerio de Viviendas y Edificaciones (MIVED), planteó durante una reunión celebrada en julio retropróximo con representantes del Comité Institucional Codiano (CIC), que la solución es aprobar una ley especial para pagar las denominadas deudas viejas.

Esa es una propuesta vieja que originalmente se planteó hace tres años cuando la señora Geanilda Vásquez era la empoderada del caso, ocasión en que se elaboró un anteproyecto de ley que nunca fue sometido al Congreso Nacional.

Lo de aprobar una legislación especial para pagar esas deudas viejas  estaría fundamentado en el hecho de que algunas  de ellas incluyen aspectos contrarios a lo que establece la ley 340-06 sobre Compras y Contrataciones Públicas respecto a la ejecución de trabajos adicionales que superen el  25% del monto contratado.

Hay otro grupo de esas deudas que corresponden a contratos realizados luego de la fecha de promulgación de esa legislación  que deben acogerse  a la misma.

No se puede aplicar retroactivamente lo que estable la 340-06. La irretroactividad de las leyes es la garantía de estabilidad del ordenamiento jurídico de un país.

En términos generales,  aprobar una ley especial para pagar las deudas viejas implicaría una infracción a la legalidad administrativa que se imputa a un contrato firmado y legalizado entre las instituciones contratantes del gobierno y los adjudicatarios.

El CIC está reclamando el pago de deudas viejas correspondientes a 107 obras entregadas y a las cuales el Estado debe saldar la suma de 385 millones de pesos.

Hay otro aspecto agravante que estaría afectando la intención de los funcionarios del MIVED de resolver el asunto de las deudas viejas, vinculado con las exigencias que tiene el Ministerio de Hacienda para proceder al pago de las acreencias de los contratistas.

Entre esas exigencias se incluyen nuevas normativas que han surgido, las cuales no se pueden aplicar a los contratos firmados antes de la instauración de ciertas ordenanzas, pero también pueden ser resueltas administrativamente.

Por ejemplo, el artículo 27 Numeral tres de la Ley 10-07 de fecha 30 de agosto del 2007, establece que todos los contratos de obras estatales deben ser registrados en la Contraloría General de la República, a los fines de que se disponga la apropiación de fondo correspondiente en atención a lo dispuesto en la Ley de Presupuesto del Sector Público.

Eso no se le puede requerir a los contratos firmados ante de la promulgación de esa ley y la responsabilidad de hacer ese registro es de las instituciones contratantes.

Otra exigencia que hace Hacienda es el suministro de una póliza de vicios ocultos, documento que el contratista debe suministrar cuando la institución contratante va a realizarle el pago final de las acreencias.

Como es obvio, las deudas viejas corresponden a obras que tienen decenas de años en explotación y ninguna compañía aseguradora quiere emitir una póliza de vicios ocultos en esas condiciones. Un bajadero sería un acuerdo con la aseguradora gubernamental.

Hay una situación delicada, pues en el 2015 y 2019, el presidente Abinader le prometió a sendas comisiones de los contratistas del CIC que de llegar al poder pagaría esas deudas en cumplimiento del principio de la continuidad del Estado.

Las actuales circunstancias demandan una pronta solución para evitar las críticas de que en tres años los funcionarios no han podido cumplir con la promesa y encomienda del presidente Abinader. \

jpm-am

Morillo López: devoto cumplidor de la ley

En la mañana del jueves 10 de febrero de 1966, el presidente provisional doctor Héctor Rafael García-Godoy designó al coronel José de Jesús Morillo López al frente de la jefatura de la Policía Nacional, para poner coto a la anarquía que padecía la sociedad dominicana por la violación del acuerdo de paz que terminó la guerra civil y formó su gobierno con el compromiso de hacer elecciones libres y conducir el país de regreso al sistema de la democracia representativa.

En una ceremonia realizada en la explanada frontal del Palacio de la Policía, el alto oficial fue juramentado por el vicepresidente de la República y también ministro de Interior, licenciado Manuel Joaquín Castillo, quien colocó en el cuello de su camisa la insignia con el grado de general de brigada y lo presentó como nuevo jefe de la institución ante la plana mayor y otros agentes policiales.  

Morillo López pronunció enseguida un enérgico discurso, asegurando que su tarea principal sería crear un clima de paz,  garantizar la celebración de elecciones el miércoles 1 de junio de 1966 y tomar enérgicas medidas de control y desarme para derrotar el terrorismo, vencer la anarquía, sin importar su origen, porque no permitiría el debilitamiento del esfuerzo electoral del gobierno por restaurar la democracia.

Una parte de su discurso originó justificada alarma y mucho escalofrío en los sectores de opinión, y fue al decir categóricamente que el “lugar de los terroristas era el cementerio”, una condena distante de la legislación dominicana. Aunque esa frase desafortunada era el fruto de la dura situación que vivía el país y de su llegada a la jefatura policial sumamente presionado por los desórdenes callejeros, el terrorismo ascendente y la denuncia de atentados contra la integridad física del nuncio apostólico Enmanuel Clarizio, el arzobispo coadjutor de Santo Domingo, monseñor Hugo Eduardo Polanco Brito y otros personajes del clero.

Además, Morillo López tenía que saber que era inevitable afrontar la hostilidad de un sector oficial que boicoteaba a cada instante el plan de reconciliación nacional que planteaba el Gobierno, por su oposición radical a la reincorporación en los cuarteles de los soldados que durante la guerra civil lucharon bajo las órdenes del coronel Francisco Caamaño.

El referido boicot se había evidenciado con la Batalla del Matum, provocada el 19 de diciembre de 1965 en la ciudad de Santiago por militares de la Fuerza Aérea que fueron instruidos para atacar por sorpresa a los soldados rebeldes al término de los actos religiosos que se hicieron para honrar la memoria del coronel Rafael Tomás Fernández Domínguez, en el séptimo mes de su caída en combate.

Igualmente, en el salvaje atropello cometido el 9 de febrero de 1966 por policías y militares que dispararon contra una congregación pacífica de estudiantes de la escuela secundaria y de la UASD, que exigían al Gobierno el reconocimiento de las autoridades de ese alto centro de estudios y el fin de la estancia en los planteles escolares de las tropas invasoras que estaban allí desde el inicio de la guerra civil.

Este evento tuvo un saldo de cuatro muertos y cuarenta heridos y estremeció la conciencia pública, provocando una huelga general que apuntaba a culminar en otro baño de sangre de no ser por la acertada decisión de García-Godoy de relevar de su cargo al controversial ministro de las Fuerzas Armadas, contralmirante Francisco Javier Rivera Caminero y enviar al extranjero -en puestos diplomáticos- a otros oficiales.

Morillo López deploró esta tragedia y aseguró que con el apoyo de la ciudadanía se proponía afirmar el rol policial de guardián de la paz pública y protector de los derechos ciudadanos para que hechos de esa naturaleza no se repitieran.

Valer señalar que la denominada “Masacre del 9 de Febrero” se llevó de encuentro al jefe de la uniformada, general Herman Despradel Brache, quien ocupaba el cargo desde el 19 de enero de 1965 cuando reemplazó al general Belisario Peguero Guerrero, para servir al gobierno del Triunvirato y luego a las tropas del general Elías Wessin durante la guerra civil.

General José de Jesús Morillo López.

Primer reto de la jefatura de Morillo

 La primera prueba de fuego  del nuevo  jefe policial fue el arbitrario apresamiento del reconocido jurista y presidente del Partido Revolucionario Social Cristiano (PRSC), doctor Antonio Rosario, cuya figura política había gravitado en la opinión pública desde que viajó a Puerto Rico en enero de 1965 a respaldar al profesor Juan Bosch, firmando junto a dirigentes de sus respectivos partidos el famoso Pacto de Río Piedras para luchar unidos por el retorno al ordenamiento constitucional averiado por el golpe de Estado del 25 de septiembre de 1963.

El arresto de un mocano ilustre, de limpia trayectoria democrática y de indiscutibles aportes intelectuales -emparentado con la familia De la Maza-, conmovió a la sociedad que no se explicaba por qué se había hecho uso de la fuerza policial para maltratar a un antiguo ministro de Trabajo y consagrado educador.

Esta acción represiva se ejecutó el domingo 13 de febrero en la intersección de la calle San Juan Bosco y la avenida 30 de Marzo de la ciudad capital, frente a la “Barra Payán” (famoso negocio de sándwich), y tuvo como responsable a un sargento de la Policía llamado Rafael Estévez Espejo, comandante de una unidad móvil de Radio Patrulla, quien actuó instigado por dos militares de la Fuerza Aérea que intervinieron en la violenta detención de la caravana socialcristiana que encabezaba el doctor Rosario.

Los dirigentes del partido del machete verde -bajo amenaza- fueron obligados a apearse de sus respectivos vehículos con las manos levantadas y se les colocó contra la pared del referido establecimiento comercial, donde se les humilló en exceso al ser sometidos a un espectacular registro en busca de armas de fuego, como si fueran delincuentes peligrosos.

Decenas de personas que transitaban por esa populosa vía miraron asombradas el penoso drama en que se vio envuelto -sin proponérselo- un honorable educador como don Antonio Rosario. Fue una escena deprimente que contradijo, sin duda, la voluntad de pacificación del gobierno y las garantías ofrecidas tres días antes por el recién nombrado jefe de la Policía sobre el estricto respeto a los derechos ciudadanos.

Este desagradable incidente generó muchas críticas, aunque también la forzada disculpa de la autoridad policial y la formación de una comisión investigadora presidida por el mayor abogado, doctor Bolívar Soto Montás, de la consultoría jurídica de la Policía y el capitán Rafael E. Bautista De Oleo, del Ejército Nacional, quienes lograron tranquilizar a la ciudadanía al recomendar prisión para los agentes envueltos en el hecho.

Morillo López manifestó en conferencia de prensa que no se iba a entorpecer la labor que venían realizando los dirigentes políticos en campaña electoral y que la Policía velaría por la seguridad ciudadana, protegería la vida, la integridad y la libertad de las personas para contribuir “a que las elecciones venideras reflejen la verdadera expresión de la voluntad popular”.

Igualmente informó que había enviado telegramas a los comandantes de los departamentos policiales en todo el territorio nacional, que contenían la circular No. 6 de fecha 2 de marzo de 1966, donde se ordenaba poner fin a los registros a dirigentes políticos para evitar la repetición del drama padecido por el doctor Antonio Rosario y sus compañeros socialcristianos. Esta posición iba a tono con las sugerencias del presidente García-Godoy, de ofrecer garantías a los partidos políticos de tolerancia policial durante el desarrollo de sus actividades proselitistas.

 Contra la corrupción policial

 El 7 de abril de 1966 el general Morillo López inició una campaña de transparencia y pulcritud en los organismos de la Policía Nacional, con el objetivo de mejorar su imagen, la cual culminó con una auditoría, publicada el 17 de julio de 1966, que detectó serias irregularidades en el manejo de los fondos de la Intendencia General.

Este informe provocó la remoción total de los mandos superiores y la puesta en retiro con disfrute de pensión de los tres coroneles que ocupaban los cargos de subjefes; además fue causa de la destitución de un teniente coronel acusado de malversar los fondos del referido departamento.

El oficial imputado fue sometido a un Consejo de Guerra, un procedimiento militar judicial que fue conducido por los doctores Virgilio Payano Rojas, juez y César Augusto Cornielle Carrasco, fiscal, quienes lo encontraron culpable de “crímenes de robo siendo asalariado» y de haber utilizado personal policial bajo su mando en trabajos particulares. Además recomendaron que fuese separado de las filas de la institución de manera deshonrosa, aunque unos años más tarde fue reivindicado y subido de rango, y pudo ascender a las más altas posiciones ejecutivas.

Con ese caso Morillo López demostró su interés en imprimir un manejo ético a la gestión policial, en consonancia con la formación adquirida en el Ejército, en rectitud y orden, desde que se enganchó como un simple soldado en el año 1947 para servir en calidad de mecanógrafo y taquígrafo (secretario) bajo las órdenes del teniente general Fausto Caamaño Medina, ministro de Guerra y Marina, hasta el año 1953 cuando se retiró a la vida civil teniendo el grado de sargento.

Morillo López ingresó a la Policía como segundo teniente el 1ro. de agosto de 1961 y consiguió notoriedad pública al ser designado ayudante del jefe de esa entidad, general Belisario Peguero Guerrero, desde que comenzó su gestión administrativa el 16 de marzo de 1962.

Participó en la redacción de todos los proyectos destinados al fortalecimiento institucional, incluido el de las cantinas policiales, planteado en 1963 durante el gobierno del profesor Juan Bosch con criterio cooperativista, para mejorar las condiciones de existencia de los agentes con menores ingresos. De tal modo que llegó a figurar como vocal en el consejo administrativo de la empresa «Cantina Policía Nacional, C. por A., presidida por el general Peguero Guerrero, aunque no estaba de acuerdo con su carácter lucrativo en beneficio de altos oficiales.

Esa contradicción  quebró el afecto que le tenía el general Peguero Guerrero y fue la causa de que se aliara con el coronel Francisco Caamaño, comandante de Radio Patrulla, para hacer llegar a las altas instancias del poder político la denuncia de corrupción en el citado negocio, pidiendo la sanción y destitución del general Peguero Guerrero.

Esa actitud crítica provocó una crisis interna que se detuvo cuando el presidente del Triunvirato, Donald Reid Cabral, removió de su cargo al general Peguero Guerrero, designándolo viceministro de Interior y Policía en enero de 1965, aunque previamente había transferido a Caamaño a la Fuerza Aérea, en donde se encontraba cuando estalló la insurrección militar del 24 de abril; y envió a Morillo López a San Isidro, como inspector general del Centro de Enseñanza de las Fuerzas Armadas.

Más tarde, en plena guerra civil, el general Antonio Imbert -presidente del Gobierno de Reconstrucción Nacional- lo designó como comandante de la dotación militar del Aeropuerto Internacional de Cabo Caucedo, puesto que ocupaba cuando le llegó la designación de jefe de la Policía, dispuesta por el presidente García-Godoy.

Por último se debe reconocer el empeño de Morillo López en imponer como jefe de la Policía una buena organización y tecnificación en ese cuerpo de orden público, al crear el 17 de mayo de 1966 una escuela de entrenamiento para militares y oficiales, dirigida por el capitán abogado Abraham López Peña, quien era además su eficiente relacionista público.

Bajo la jefatura de este buen oficial se ofreció protección a todos los ciudadanos, sin distinción de ideología política y se demostró respeto al ciudadano. Por eso se le recordará, tal como señaló el profesor Juan Bosch, en la dedicatoria de un libro suyo, “como el jefe de la Policía honesto que no cometió abusos”, ya que fue un devoto servidor de la ley.

jpm-am

Sesenta años del golpe a Bosch

El jesuita Láutico García quedó históricamente signado como la persona que puso la primera piedra para que se produjese el grave suceso del 25 de septiembre de 1963.

La especie, falsa y traumática, de que Juan Bosch era comunista, comenzó a rodar desde que aquel fatídico artículo del sacerdote apareciese publicado en el diario El Caribe y luego remachado en su concepto básico en el famoso debate televisado de la noche del 17 de diciembre de 1962.

El sacerdote hubo de retractarse de la acusación que no pudo sostener a conciencia frente al experimentado político, pero la incriminación contra Bosch se mantendría invariable y sería el motivo básico para que se produjese en la madrugada septembrina de 1963 el golpe que cercenó el proceso de lanzamiento de la democracia dominicana, con sus graves consecuencias posteriores.

Bosch había ganado popularidad como ningún otro político logró hacerlo en la etapa posdictadura. Había obtenido más de 600 mil votos en los comicios de diciembre sobrepasando a su más cercano competidor en más de 300 mil, triunfando en 22 de las 26 provincias de entonces y obteniendo el 60% del total de sufragios.

De Cuba, donde había residido por largos años y donde contrajo nupcias con Carmen Quidiello, Bosch trajo el lema Vergüenza contra dinero, que había permitido a Eddy Chibás, su creador, llegar a las masas y conquistar el respaldo de amplios núcleos de la población cubana con su Partido Ortodoxo o Partido del Pueblo Cubano.

Borrón y cuenta nueva

Táctico consumado y de gran inteligencia política,  Bosch sostuvo durante su campaña electoral la tesis de «borrón y cuenta nueva» que permitió atraer a sus filas a numerosos trujillistas de la base, asustados por un eventual triunfo del partido ucenista que propugnaba por un escarmiento ejemplar contra aquellos que habían servido a la dictadura.

Bosch, en vez de asustar con «látigos» y prejuicios -como hizo Viriato Fiallo- adoptó en sus discursos de campaña una actitud conciliadora que generó simpatías en sectores empresariales e, incluso, militares. «Sólo el PRD no predicaba odio», recordaría Bosch años después.

En su discurso de toma de posesión -en un acto de esplendoroso populismo que los dominicanos no habían conocido nunca antes- Bosch dejaba claramente establecidas las reglas de juego. Los aspectos principales de la gran pieza oratoria, pronunciada frente a Lyndon B. Johnson, Rómulo Betancourt, Ramón Villeda Morales, sir Alexander Bustamante, Francisco Orlich, Luis Muñoz Marín y José Figueres, mostraban los parámetros de su pensamiento político, muy ajeno a las motivaciones y ardides esgrimidos por los golpistas siete meses después:

1. En una democracia no debe haber más gobierno que el de las leyes.

2. El gobierno que se inicia hoy espera un trabajo continuo para dar a los dominicanos un puesto bajo el sol entre los países avanzados de América.

3. En la República Dominicana estamos obligados a avanzar de prisa, tan de prisa como sea posible hacerlo sin salirnos en momento alguno de las normas democráticas.

Juan Bosch.

4. No deseamos el poder para gobernar contra enemigos, sino para gobernar con dominicanos para el bien de los dominicanos.

5. Un gobernante democrático debe tener oídos abiertos para oír la verdad, ojos activos para ver lo mal hecho antes de que se realice, mente vigilante para que nada ponga en peligro la libertad de cada ciudadano y un corazón libre de odios, dedicado día y noche solo al servicio del pueblo.

6. Nosotros estamos aquí con la decisión de trabajar, no de odiar; dispuestos a crear, no a destruir; a defender y a amparar, no a perseguir.

7. Preparémonos a bastarnos a nosotros mismos, a levantarnos con nuestras fuerzas, a labrar la estatua de nuestro porvenir con manos dominicanas.

8. Edifiquemos un hogar para la dignidad, para la libertad, para la abundancia y para la cultura.

9. Nuestro país es rico y nuestro pueblo inteligente. Tenemos una tierra fecunda y gente que desea trabajarla.

10. Todos seremos polvo algún día y de nosotros quedará el recuerdo solo si le damos a este pueblo y a la América lo que el pueblo dominicano y la América esperan de nosotros.

11. Tesón para la lucha y humildad para recibir la opinión de los adversarios y el juicio de la historia.

12. Mientras nosotros gobernemos, en la República Dominicana no perecerá la libertad.

Nunca antes en la historia política dominicana se había pronunciado un discurso con mensajes tan prometedores, donde primaba el culto a la libertad, la instancia al trabajo, el respeto por las leyes y el merecido derecho al progreso y al bienestar. Era el discurso de un intelectual y de un político, pero sobre todo era la presentación de credenciales del estadista en embrión ante una masa que desconocía los avatares a que se someten los pueblos que comienzan a construir su democracia, y ante un abigarrado y denostador sector que a esa hora del mediodía de aquel miércoles de ceniza, aniversario 119 de la independencia nacional, languidecía frente al televisor con rabia iracunda, mientras maquinaba cuáles serían los trucos que urdiría para acabar con aquel experimento democrático.

Bosch era un educador y como tal trataba de enseñar a sus connacionales el juego de la democracia. El suyo era un gobierno diferente, que no estaba dispuesto a seguir corriendo las bases sin un adecuado plan estratégico de acción. Todos los frentes se le abrieron apenas días después de su juramentación, aunque ya el frente básico, empresarios poderosos en contubernio con determinados medios de comunicación y periodistas a sueldo, estaba conformado desde el mismo 20 de diciembre de 1962.

La izquierda presionaba creyendo que Bosch constituía un paso en falso para construir la revolución, aun cuando Manolo Tavárez Justo y un potente sector dentro del Movimiento 14 de Junio, lo respaldaban abiertamente. La derecha instaba a Bosch a declararse anticomunista. En el propio PRD comenzaron a manifestarse algunas contradicciones, cuando Bosch ordenó convertir los locales del partido en centros educativos. Viriato Fiallo, Juan Isidro Jimenes Grullón y Miguel Ángel Ramírez Alcántara se asociaron para denunciar la penetración comunista en el gobierno de Bosch, mientras Rafael Bonilla Aybar, desde Santo Domingo, y Rafael Rivas Jerez, desde Santiago, cumplían roles ominosos en la lucha contra el gobierno perredeísta.

De manera casi imperceptible en un principio, apenas dos semanas después del ascenso de Bosch, quedaba constituida la Acción Dominicana Independiente (ADI), donde cívicos y neotrujillistas crearon la plataforma para el golpe de estado del 25 de septiembre, a través de las «manifestaciones de reafirmación cristiana» y el auspicio del ruidoso programa meridiano de Bonilla Aybar, El periódico del aire.

Aunque el PRD era dueño de una poderosa Hermandad de Campesinos y de una vigorosa Juventud Revolucionaria (JRD), Bosch no supo -o no quiso- hacer un uso adecuado de estos núcleos para defender su gobierno. Dirigido a lo interno por su secretario general Ángel Miolán, el PRD había tenido que confrontar posiciones de divergencia en su seno frente al interés marcado de Bosch de que se abandonase la lucha partidaria para que todos sus seguidores se integraran de lleno en las tareas de gobierno, acción que, a la postre, no resultó favorable a su permanencia en el poder.

De frente, Bosch tenía también a dos organizaciones que recibían especial ayuda económica de empresarios opuestos al régimen: la Federación Nacional de Empleados Públicos (FENEPIA) y la Federación Nacional de Maestros (FENAMA), cuyos principales dirigentes se paseaban por el país enarbolando consignas contra Bosch y su gobierno, y reclamando reivindicaciones a granel.  Como Láutico García, estas dos entidades pusieron la semilla inicial del golpe contra Bosch siete meses más tarde.

(En homenaje y recuerdo de Carolina Bosch García, primera hija de Juan Bosch, fallecida el pasado lunes 25 de septiembre a los 85 años de edad, justo en el 60º aniversario del derrocamiento de su padre).

(Continuará)

jpm-am

La inmigración libanesa y su impacto en RD

A mi regreso al país en 1971 empecé a tratar a Rafael Kasse Acta, entonces rector de la UASD, a cuya plantilla profesoral me incorporé en marzo de ese año, hace más de medio siglo.

Citado a su despacho –al igual que otros noveles docentes de la FCES egresados de universidades extranjeras- tuvimos un animado intercambio, acogidos amablemente.

Esta relación escaló a mayor al coincidir los domingos con Rafael y su esposa Flor en el Hotel Villas del Mar, regenteado por mi cuñado Ramón Hungría. Similar con Rafael Molina Ureña y su esposa Flor. Y en liga aparte con Neit Nivar, Salomón Sanz y Virgilio Troncoso. Todos atraídos por la placidez tropical del recinto, con superbas langostas, en ambiente bañado por fresca brizna marina, cobijado bajo espléndidos cocoteros.

Luego vendrían las peñas parlanchinas cotidianas de los Helados Capri, el Bar América, la Farmacia Carmina, La Cafetera, la peatonal del Conde con 19 de Marzo, Los Imperiales y La Esquizofrenia. Pero fue en el encuentro dominical que celebraba a casa abierta en su hogar del Ensanche Julieta, que me espetó desde su mansa mecedora: «José, has leído a Moscoso Puello? Si no lo has hecho, debes leerlo, iniciando por Cartas a Evelina«.

 Acto seguido, sin esperar respuesta, se levantó y regresó a la galería con su ejemplar. «Como sociólogo, estás en la obligación de reflexionar sobre los tópicos que plantea este médico y pensador eminente acerca de la sociedad dominicana y la idiosincrasia del dominicano.»

Debo confesar que acepté el reto gustoso sin mayor expectativa, quizás engreído por la pretendida sapiencia universal que prima entre profesionales de las ciencias sociales. Lectura aparte de la obra en formato epistolar de un crítico social feroz con ojo escrutador nacido en 1885 en el céntrico Navarijo capitalino, fogueado en el Macorís del Mar dominado por la impronta cosmopolita y el humeante silbato de las locomotoras azucareras –donde fue colono de caña y ejerció la dirección médica del Hospital San Antonio del legendario Carl T. Georg. En las tertulias de uno de mis memorables grupos las tesis de Moscoso revoloteaban siempre en la conversa.

Oriundos de San Pedro de Macorís –con evocaciones de la Danza de los Millones-, las caracterizaciones del médico/escritor/crítico social, frecuentaban el habla del genial narrador que fuera Freddy Prestol Castillo. Contaminaban las ocurrencias urticantes de mi primo Felo Haza del Castillo en su eterna brega cariñosa con Rojas Abreu. Aguzaban el intelecto del poeta Pedro Mir, un académico ejemplar, laborioso como abeja. Animaban el anecdotario dialéctico del profesor Dato Pagán en sus fabulosas vivencias de trotamundos.

Antonio Zaglul Elmudesi.

En cuanto a Kasse Acta, ni hablar, tenía a Moscoso a flor de labios. Y Toñito Zaglul –quien le conociera mozuelo en Macorís y asimilara sus lecciones en el Hospital Padre Billini-, lo aludía constante entre sorbos de una fría en la barra del Vizcaya. Con esa sonrisa cariñosa estampada en su rostro sabio de buen hombre.

Tanto sonaba este Moscoso Puello en los 70, con sus «tesis pesimistas», que el erudito ensayista Federico Henríquez Gratereaux impartió un excelente cursillo sobre el «Pesimismo Dominicano» en la BNPHU. Al cual acudí puntual junto a la grata compañía de Gustavo Tavares Espaillat y su familia.

Desfile de enfoques sobre el dominicano, nuestra sociedad y el Estado, de López, Lugo, Peña Batlle, Balaguer, Pérez Cabral. Con Moscoso bateando por los 411. En 1975 la UCMM editó textos de J.R. López, El Gran Pesimismo Dominicano.

Los Bibliófilos, que acunara la tertulia de Enrique Apolinar Henríquez en el afable patio de la Logia Cuna de América –habitué Max Henríquez Ureña, Franklin Mieses Burgos, Frank Logroño, Chichí Alburquerque, Henríquez Gratereaux y su padre, Gustavo Amigó, Frank Moya Pons, Gustavo Tavares- reeditarían de Moscoso en 1981 la novela Cañas y bueyes (1935) y en 2001 su formidable Navarijo (1956). Dos obras que leería con fruición, siendo la última, junto a La Sangre de Cestero, verdaderas cumbres de la literatura dominicana moderna.

En Cartas a Evelina Moscoso Puello descarga su artillería pesada desgranando un perfil inclemente de la sociedad dominicana, sus grupos económicos, sociales y políticos, así como facetas de la cultura criolla. Resaltando la preeminencia de extranjeros en la economía, descrita con crudeza.

En su décima misiva afinca el bisturí afilado de cirujano experimentado para evidenciar sus verdades, valiéndose de un supuesto encuentro con un extranjero que desfoga sobre el país, desatándose las «iras moscosianas».

«¡Las cosas que ha dicho ese hombre! Que somos unos insignificantes, sin preparación ni capacidad para nada. Que nuestra ineptitud es asombrosa. Que no sabemos trabajar. Que somos unos pendencieros… Que todo el comercio está en poder de los españoles, alemanes, árabes y chinos. ¡No sé cómo he podido oír esto, señora! Que Macorís tiene sus negocios en manos de los americanos y de dos o tres españoles como únicos importadores; que las tiendas de provisiones y los restaurantes pertenecen a los chinos y las de mercancías son de los árabes. En fin, que todo el comercio y las industrias están controlados en este país por los extranjeros.»

Continuaba descargando el imaginario interlocutor. «Nosotros somos los verdaderos dueños del país. Así es en la misma capital, Santiago, Puerto Plata. Son árabes, alemanes, o españoles, o chinos, o italianos, los dueños de todo. El hijo del país no es nadie. Y no lo gobernamos, porque es lo único que se nos impide; sin embargo lo gobernamos indirectamente, pues hacemos los gobiernos, favoreciendo al grupo que nos convenga. Esa es la República, por más que se diga y se escriba. En todos los caseríos, el que vende provisiones y compra los frutos del país, o es árabe, o es chino, o es español. En todas las ciudades los personajes más importantes, con excepción de los políticos, tienen nombres extranjeros. Los personajes destacados son el chino Yen Yen, Mr. Christian, o Nayif Calabaf.»

Pero el panorama descrito por Moscoso tenía otras aristas, incluyendo el feo rostro del prejuicio.

Zaglul

Antonio Zaglul Elmudesi –segunda generación de la inmigración libanesa que puso pie en Santo Domingo para cifrar su sueño de libertad y progreso- nació en San Pedro de Macorís junto a una prole abundante de 10 hermanos, en 1920. Hijo del comerciante José Miguel Zaglul Helú, oriundo del Líbano y Clara Elmudesi Latouf, nacida en Cuba de padres libaneses, quien ingresó al país en 1898 a los 9 años junto a su familia.

Antonio Elmudesi, su tío materno y modelo vocacional, destacaría como prominente médico cirujano, con estudios de postgrado en París, Barcelona y New York y afamada clínica en Santo Domingo. Presidió la Asociación Médica y fue decano de Medicina en la USD. Mientras los Elmudesi se emplazaron en la capital, los Zaglul arraigaron en el comercio en San Pedro hasta nuestros días.

En artículo «Mi tierra y mi raza» (Andrés Blanco Díaz, editor, Antonio Zaglul Obras Selectas, 2011), el agudo y querido psiquiatra que fuera Toñito Zaglul aborda efectos colaterales autobiográficos de la presencia libanesa en el país.

«En mis años de infancia sufría lo indecible cuando se me llamaba turco come yerbas, come cebollas y cientos de términos injuriosos, por mi raza. Me sentía ser dominicano y continuamente me recordaban que no lo era. Mi padre me aconsejaba no hacerles caso, me decía que yo era tan dominicano como cualquiera, aunque él fuese un libanés. Cuando comencé a estudiar geografía, la admiración por mi padre y los libaneses creció al punto máximo. ¿Qué hacía mover ese grupo étnico fuera de su tierra, a aventurar en forma masiva a tierras tan lejanas como Santo Domingo? Siempre le preguntaba el «porqué». Su respuesta era: temor al Imperio Otomano, temor al Mahometano.

«Un núcleo humano tiranizado durante toda su historia por asirios, persas, griegos, romanos y turcos: El Líbano, la antigua Fenicia, los grandes precursores de la navegación, que llegaron a Gibraltar y fundaron ciudades en España, se replegaron a las montañas, aislándose de sus vecinos. Son cristianos coptos. San Marón los vuelve a llevar a Roma para así diferenciarse del resto de los cristianos del Cercano Oriente.

«Los libaneses maronitas van a ser una clase perseguida. Son el blanco del turco poderoso y arrogante, de los grupos cristianos coptos y del resto del mundo islámico que los rodea. Viven en las montañas del Líbano, con sus cerdos, ovejas y su miseria. A mediados del siglo XIX, comienza la gran emigración; más de un millón se desplaza por todas partes del mundo. Bajan de las montañas y el ancestro fenicio revive. El temor a perder su religión, su libertad y para huir de la vida miserable, los hace marchar a ciudades y campos del globo. Razones parecidas para sirios, palestinos, jordanos y armenios.

«Los cuentos infantiles que me hacía mi padre eran sus aventuras y penurias desde su salida del Líbano. A los 13 años fue a vivir a Port Said: el canal de Suez estaba en construcción; allí vendió baratijas y en ocasiones trabajó como obrero en la obra. Con la terminación del canal, marcha a Serbia y Montenegro con los trabajadores yugoeslavos que vuelven a su tierra. Después, Marsella, París, Barcelona, Islas Canarias, Nueva York, Puerto Rico y, por último, San Pedro de Macorís, donde va a vivir durante más de 50 años hasta su muerte.

«Con idioma extraño, costumbres totalmente diferentes, ese grupo de inmigrantes encontró fuerte oposición del medio. El despectivo: confundirlos con su peor enemigo, el turco. Les cierran puertas en casi todos los sitios, el medio a cada paso se hace más hostil; la alta sociedad en algunos pueblos les niega la entrada a sus centros. La reacción fue buscar sus mujeres en su tierra.

«¿Hizo el libanés casado con libanesa un coto cerrado de su hogar? ¿Hizo de su hijo un anti-dominicano? Antes al contrario: le enseñó a amar a su tierra adoptiva y a respetar sus leyes. El hijo y el nieto de libanés se perdieron en su dominicanidad; solo de libanés conserva el apellido y el respeto por la tierra del padre y el abuelo.»

Grande Toñito. Dominicano ejemplar

jpm-am

Gobierno entrega 54 millones a detallistas Dajabón y Pedernales

DAJABÓN.- El gobierno entregó este viernes más de 54 millones de pesos a comerciantes de las provincias Dajabón y Pedernales, como una primera asistencia económica a  los afectados por el cierre de la  frontera con Haití.

Los ministros administrativo de la Presidencia, José Ignacio Paliza y de Industria, Comercio y Mipymes Víctor Bisonó  entregaron 47 millones 816 mil 121 pesos, de un total de 53 millones que tiene pendiente llevar a la asociación que los agrupa, por lo que solo quedaron pendientes de entrega  unos 6 millones.

“Traemos la primera ayuda directa a los comerciales y detallistas de Dajabón y de igual manera se está replicando el mismo esfuerzo en Pedernales, en ambas localidades de forma combinada estamos distribuyendo 54 millones 450 mil 918 pesos con 75 centavos”, explicó Paliza.

Bisonó, quien desde el inicio de la medida encabeza las comisiones de funcionarios que trabajan para contrarrestar los efectos del cierre de la frontera, dijo que la entrega de los recursos es el inicio del cumplimiento de las disposiciones del presidente Abinader.

El Mandatario ha dispuesto ayudas para comerciantes, productores, microempresarios «y todo aquel que vive del día a día en las inmediaciones de los mercados binacionales».

ACCIONES EN DEFENSA DEL PATRIOTISMO

Resaltó que el Presidente Luis Abinader ha llevado sus acciones en defensa de la nacionalidad, el patriotismo y de los derechos de los dominicanos a niveles tan altos, que en la reunión de la Organización de las Naciones Unidas, el presidente de los Estados Unidos  se vio obligado a abordar el tema.

Entre los funcionarios que integran esa comisión figuran también el ministro de Agricultura, Limbert Cruz y los directores Yadira Henríquez, del Plan Social de la Presidencia; Tony Peña Guaba, del Gabinete de Política social; Iván Hernández, del Instituto de Estabilización de Precisos.

Asimismo, Porfirio Peralta, del Consejo Nacional de Promoción y Apoyo a la Micro, Pequeña y Mediana Empresa; Fernando Durán, administrador general del Banco Agrícola y la directora general de SUPERATE, Gloria Reyes.

an/am

Popular gana premio Stevie® de bronce para Mejores Empleadores

NUEVA YORK.- El Banco Popular Dominicano y su plataforma ContiGO, solución integral de gestión humana, fueron galardonados con bronce en la categoría de Logro en Comunicación Interna, en la octava edición de los Stevie® Awards para Grandes Empleadores, celebrada en Nueva York.

ContiGO es una solución integral que reúne en un solo espacio digital todos los servicios de Gestión Humana y Talento que requiere el personal del Banco Popular para desarrollarse y tramitar sus necesidades, de forma muy ágil.

Incluye desde la gestión individual del perfil del empleado hasta una amplia biblioteca de cursos, certificaciones y talleres.

Esta plataforma recibió el premio de comunicación interna por facilitar la conexión con los 7,889 colaboradores que promedia el Popular, ofreciéndoles una experiencia única.

Es la séptima ocasión en que el Popular es premiado en este certamen internacional organizado por la International Business Awards® (IBA) de Estados Unidos, y la primera en que sobresale en la categoría de grandes empresas empleadoras, que reconoce a las mejores compañías para trabajar.

MAS DE 1,000 EMPRESAS NOMINADAS

En esta edición, en la que concursaron más de 1,000 empresas de 28 países, solo fueron premiadas otras dos compañías de Latinoamérica además del Banco Popular Dominicano.

Los ganadores fueron determinados por el promedio de las puntuaciones de más de 125 profesionales de la gestión humana que actuaron como jueces.

En esta categoría de comunicación interna, el Banco Popular compitió con otras seis empresas finalistas de los Estados Unidos, Argentina y Turquía.

Los jueces valoraron ContiGO como un “buen ejemplo de canal de comunicación centrado en el empleado”.

Subrayaron que “los logros destacados son únicos y significativos, porque demuestran un fuerte compromiso con la transformación digital y la participación de la fuerza laboral”, aprovechando la tecnología para “servir y conectarse mejor”.

“Estas iniciativas no solo agilizan los procesos, sino que también refuerzan la posición de la organización como referente en la transformación digital de la industria”, explicó uno de los miembros del jurado internacional.

El Stevie® fue recogido por María Povedano, vicepresidenta ejecutiva de Gestión Humana, Transformación Cultural y Sistemas y Procesos.

También Carlos Gabriel Díaz, gerente de la División de Administrativo, Gestión Humana, Transformación Cultural, Administración de Crédito y Cumplimiento.

wj/am

Está terminado en 80% el canal La Vigía en río Dajabón, dice INDRHI

Santo Domingo, 29 sep (Prensa Latina) El Instituto dominicano de Recursos Hidráulicos (Indrhi) informó hoy que los trabajos de reactivación de la toma de agua del canal La Vigía, en el río Dajabón, que comparten este país y Haití, están terminados en el 80 por ciento.

El director de operaciones y conservaciones de esa institución, Juan Carlos Nova, explicó que las labores en la toma del agua implican la instalación de varias bombas de succión, las que deben garantizar alrededor de 600 litros de agua por segundo.

El Gobierno dominicano inició el 21 de septiembre pasado los trabajos de revitalización de la toma del líquido en el canal La Vigía para garantizar el acceso a los productores de la provincia del mismo nombre, fronteriza con Haití.

Se trata de una medida a corto plazo para no afectar a los nacionales, a partir de la situación creada por la edificación de un canal en el referido río por ciudadanos haitianos, sin la presentación de un plan técnico, de acuerdo con Santo Domingo.

Nova precisó que en la actualidad se instalan bombas de combustión que funcionan con diésel con el objetivo de asegurar la producción agrícola de la zona, en tanto se avanza en la documentación para la ejecución del canal tal y como se concibió, con el uso de electrobombas de agua.

El periódico Listín Diario publicó este viernes que la víspera el Indrhi comenzó las primeras pruebas de bombeo del canal, y el propósito es instalar la segunda bomba este fin de semana.

El Gobierno de Luis Abinader considera la obra que impulsan civiles haitianos violatoria del Tratado de Paz de 1929, que prohíbe la desviación de los ríos transfronterizos, y así lo ha reiterado en varios escenarios en las últimas semanas.

Abinader dispuso hace más de dos semanas el cierre total de la frontera con Puerto Príncipe para garantizar la seguridad y el interés nacional, según manifestó, y aseguró que República Dominicana no desea ni busca una confrontación con ese pueblo.

El primer ministro de Haití, Ariel Henry, quien en un primer momento aseguró que su Gobierno nada tenía que ver con la construcción de ese canal, expresó días después su apoyo a ese proyecto y su desacuerdo con las decisiones tomadas por el jefe de Estado dominicano.

mgt/mpv

Crítica de teatro musical: Grease, en versión Amaury Sánchez

Grease es uno de los dos grandes proyectos teatrales dominicanos de 2023, junto con Juana la Loca (Guillermo Cordero) pero este proyecto no es un musical como tal, por lo que tienen que ser considerados como expresiones diferentes al momento de su evaluación.

Este musical pudo haber sido solo un impecable y novedoso proyecto escénico de teatro musical que ocuparía en su momento la atención de los cronistas de arte para reconocer su montaje.

Pero ese enfoque es limitado y perecedero. Cualquiera de las formas del arte, evoluciona el mirar esencial, permite perspectivas que superan la necesidad de entretenimiento, porque en algún punto se entroncan con fuerza, capacidad de trabajo, talento y sentido de trascendencia artística.

Han pasado ya muchos años desde el 2026 cuando que el director y productor musical, Amaury Sánchez, se decidió a presentar el primer musical franquicia internacional (La Bella y la Bestia), que vimos en la sala principal del Teatro Nacional y que desarrolló una temporada de 21 funciones a casa llena. Desde entonces ha producido, con éste, 25 musicales, todos de notable perfil artístico.

El proyecto supone mucho más en función de que ha mostrado el dominio técnico y artístico del género teatral, que demanda mayor esfuerzo, preparación logística, de notables objetivos técnicos, de su sentido de respetar la historia original, de reproducción fiel, de época.

El montaje logra eso y aporta el sello de la creatividad local en función tanto de los talentos actuantes como de sus elementos que sustentan técnicamente lo presentado: universo de sonido, escenografía digital, sus efectos especiales, utilería que establece precedentes, carisma personal de los intérpretes.

Grease nos recupera por la fortaleza de la música en vivo, desde la batuta de Sánchez, nitidez de sonido que se mantuvo sin fallos en toda la presentación, el balance de las voces de los solistas, el increíble ritmo y dinamismo de las coreografías, de pasos gráciles, oportunos y penetrantes a la mirada del espectador, el respeto por la historia general (que fue variada por la conocida versión de cine (Vaselina, 1978, Randan Kleiser).

Actuaciones y dirección

La visión general del trabajo la imprime Sánchez, quien se asegura de contar con un equipo especializado en coordinación de voces, dirección teatral, coreografía La entrega histriónica de los protagonistas se agradece por la carga de gracia, acierto, sincronización en sus canciones, solos y coreografías: Javier Grullón, Tenchy Fatule, Gabriela Gómez, JJ Sánchez, Karla Fatule, Juan Luis Espinal, Luis Armando, Sofía Reyes, Máximo Martínez (espectacular con sus dos breves actuaciones), Roger Manzano, Francesca Yarull, la intervención cargadas de gracia y acierto escénico de la maestra María Castillo (con foto que no le hace justicia), Kenny Grullón, la relativamente facilista participación de Juan Carlos Pichardo, Juanma García (sorprendente) y María del Mar.

El rol de la dirección teatral, a cargo de una Indiana Brito que no se agota en su capacidad de sorprendernos, es en este proyecto mayor, admirable: sabe manejar sus recursos, apunta el movimiento escénico oportuno, aun cuando debió controlar algunas (no muchas y controlables) sobreactuaciones

Técnica audiovisual, utilerías y efectos

Grease, en el plano técnico, está basado en un manejo de luz, en un universo de iluminación y sombras que bien merece el estudio de los que se dedican a al montaje escénico de alto formato.

Era un desafío enorme, asumir una versión local de un espectáculo que expone tantos ambientes (el escolar en sus diversos aspectos, guardadores de útiles, oficinas, salas, cancha, además del ambiente de playa, el nocturno de las casas, y en especial, la carrera de vehículos, la cuidada utilería de apoyo, además de su dirección de arte, la reproducción de la época (vestuario, peinados, accesorios), se pueden dar como una prueba altamente superada.

Paola González fue responsable y atenta al proceso de conducir, afinar y adecuar las voces a las canciones interpretadas y sale con el orgullo de haberlo hecho con criterio. Estuvo en los controles en la parte final de la platea, supervisando cada detalle de acuerdo a su plan de desarrollo vocal.

Yeimy Diaz, en tanto escenógrafo, en coordinación con la dirección teatral de Brito, vuelve a sorprendernos al apuntar uno de los aspectos mejor manejados es la gestión del espacio escénico, aprovechado con inteligencia, extendiendo los parámetros formales para entrar en el juego de la imaginación rompiendo las referencias limitadas del ámbito.

Las oportunidades en que se rompe la lógica del espacio, se logra llevar la gente a la percepción de ámbitos nuevos.  Apuntar el valor del aporte de Camilo Landestoy, codirector y regiduría, que muchas veces opera bajo una presión incluso superior a la de otros roles ejecutivos.

Pablo Pérez, coreógrafo de amplia experiencia y sentido de lo que tiene entre manos, aporta uno de sus mejores proyectos danzarios al imprimir fuerza, colorido, precisión y sentido contagioso y preciso de sus bailarines.

El rol del patrocinio  

El tratado es un proyecto logísticamente caro, carísimo, por lo que ha sido fundamental el apoyo de empresas públicas, privadas e instituciones que dieron el respaldo tratando de cubrir las demandas de recursos para una aventura logística de este nivel. Un proyecto de este nivel, no llega a escena sin ayuda especial desde ejecutivos sensibles al tema de cultural y sus necesidades.

Para el caso de Greasse, el patrocinio principal parece estar compartido entre Banreservas e Industrias San Miguel (Kola Real y otras marcas), además del copatrocinio de otras empresas que gustosamente dijeron “sí” a la propuesta: Taco Bell, Pizarelly, So Danca, Rico, Drink Hunters, Importadora JJ, Milex, Coimtra y La Coqueta.

El programa de mano, a nuestro gusto, lo encontramos pequeño e ilegible en partes en que los textos pequeños sobre fondos  negros, tornan incómoda y casi imposible la lectura. El tamaño debió ser el doble del editado.

wj/am

Cita principio fundamental para la digitalización del sector salud

SANTO DOMINGO.- Para crear un ecosistema de salud con mayor eficiencia y transparencia, que permita que las clínicas y hospitales se vayan adecuando cada vez más a las necesidades de un paciente del siglo XXI, se hace necesario seguir ciertos pasos.

En ese sentido, el especialista en salud digital, Fedor Vidal recomienda escoger sistemas de récords electrónicos de calidad en el sector privado y público que permitan digitalizar la atención médica y los procesos administrativos.

Este factor, indica, es tan importante que no se puede postergar.

El segundo, recomienda adoptar estándares y protocolos técnicos internacionales que faciliten la interconexión de los actores del sector, permitiendo la tan necesaria interoperabilidad.

Lo tercero, dijo, es adecuar el marco regulatorio a la reali­dad de los nuevos procesos tecnológicos, así como la in­serción a la utilización de pro­tocolos más internacionales.

“Igualmente, democratizar la prestación de sistema de digitalización médica de forma transparen­te donde la selección del pro­veedor sea respetada y fomen­tada”, detalla Vidal, CEO de Arium Salud Digital.

VISION DE TRANSFORMACION

Advirtió que para enlazar las plataformas digitales e implementaciones tecnológicas con los sistemas de información de hospitales, récords de salud personal y ge­rencia de población hospitala­ria se hace necesaria la intero­perabilidad en el sector salud.

Dijo que el hilo conductor de este gran entramado se logra con dos grandes componentes: récords electrónicos con capa­cidad de interoperar y proto­colos y lenguajes internacio­nales de interoperabilidad.

“Para que haya una comunica­ción efectiva entre múltiples personas, estas deben iden­tificar y utilizar un método de comunicación y tener un lenguaje en común o un tra­ductor, de esta misma forma los sistemas digitales en salud de­ben adherirse a este ejemplo”, puntualizó.

En un mundo digitalizado es crítico para un paciente de turismo de salud conectar de forma segura a todos los pres­tadores y actores de su aten­ción, tanto en el país que de­cidió para su tratamiento, así como sus prestadores en el país de origen.

El experto asegura que la fa­cilidad de comunicación entre ambos es crítica e indispensa­ble para una armoniosa y se­gura relación.

wj/am

Alex Matos presenta versión en salsa de “Abrázame muy fuerte”

SANTO DOMINGO, República Dominicana.- El cantante Alex Matos lanzó su más reciente sencillo “Abrázame muy fuerte”, una versión en salsa de la canción interpretada y popularizada por el Divo de Juárez, Juan Gabriel, en el año 2000.

Esta nueva versión surge en Perú, sugerida por Tony de Radiomar, Alejandro Mejía de Tropimusic y Martín Pinto, promotor y manager de Álvaro Rod., un tema que exigió mucho del artista logrando desdoblar y superar retos vocales al intérprete de “Si entendieras”.

“Abrázame muy fuerte exigió mucho de mí; esta canción aporta a mi crecimiento como cantante ya que manejé registros vocales que ni yo mismo sabía que podía hacer. Me siento muy feliz con los resultados de esta versión en salsa de esta canción tan conocida y querida, siento que es un arreglo fresco y diferente a los que ya había hecho antes”, afirmó el artista.

La canción es la antesala para el lanzamiento de la producción número cinco de Matos, “Lo mismo que tú pa’ mi”, que promete enamorar y poner a bailar a todos los seguidores del ritmo tropical y del artista.

El album incluye cuatro canciones inéditas de su autoría. Asimismo, contiene arreglos del productor y músico peruano Chris Fernández, nominado al Grammy Latino en 2018.

Matos manifestó que este nuevo álbum será un antes y un después de su carrera ya que en el desean incorporar temas tan populares como “Abrázame muy fuerte” y de autoría local.

“Estoy seguro de que esta producción logrará ver un sonido más romántico y tropical como nunca lo habíamos hecho. Estamos apostando por música de calidad con letras de temas inolvidables para las personas”, dijo.

El artista proyecta una gira por Europa y Estados Unidos para el 2024, según adelantó su representante Ralvi Almánzar.

wj/am