La evidente complicidad de China con el régimen de Moscú ante el conflicto bélico ruso ucraniano, agravado tras la criminal agresión colonialista incrementada tras la masiva invasión militar del ejército ruso, ordenada por Vladimir Putin, el 24 de febrero de 2022, condena al fracaso el cacareado y desacreditado, por su opacidad, «Plan de Paz Chino»
Desde el inicio de la irracional incursión rusa al territorio soberano de Ucrania, con el fin declarado de derrocar el gobierno legítimo del ejemplar y heroico presidente Volodimir Zelensky, para anexar esa nación al inmenso territorio ruso; el dirigente chino, Xi Jinping, no ha mostrado transparencia en su posición ante dicho conflicto.
Y es que las afinidades entre los dictadores de ambas potencias totalitarias, los hace cómplices, por lo que no garantiza imparcialidad ninguna al sospechoso Plan de Paz Chino. A eso se une la imprecisa y confusa retórica ambivalente de China sobre la guerra imperialista de su socio autoritario con ínfulas de nuevo zar.
Llamar a un cese al fuego y a una «solución política», es pretender que haya concesiones de parte de Ucrania, cediendo parte de su territorio a los invasores, con el supuesto fin de ganar la Paz, lo que sería un triunfo para Rusia, que precisamente es lo que quiere, para quedarse con lo ya robado. Esto, lo que en realidad haría, es dejar intacto el conflicto, pues la anexión de territorios para ganar una paz temporal, significa una bomba de tiempo permanente, al dejar encendida la mecha de la discordia.
Es un descaro vergonzoso el mostrado por el régimen chino al presentar un supuesto plan de paz, cuando es evidente el alto grado de complicidad entre esos dos regímenes totalitarios, con ínfulas imperiales.
Occidente, la OTAN y Ucrania, deben rechazar de plano ese mamotreto llamado falsamente acuerdo de paz, que no es más que un acto burlón y cínico, que muestra el carácter altamente hipócrita del régimen chino, y es contrario a los intereses del pueblo ucraniano y en extensión, de Europa, Estados Unidos y todo el mundo occidental, pues sólo favorece los planes imperiales y colonialistas de nuevo cuño del déspota malvado, Vladimir Putin.
En mi opinión, no se puede creer en un árbitro que evidentemente está comprometido con una de las partes en conflicto, por lo tanto, hay que descartar por turbio, falso e inútil, el mal intencionado «Plan de Paz Chino».
JPM