Consejos a Trump, Congreso, Pentágono y Departamento de Estado

1-Mis lectores recordaran mi serie de artículos titulados: “EE.UU. es tiempo de rectificar”.  En ellos expuse las razones por las cuales USA debe de cambiar radicalmente su política exterior de dominio, imposiciones abusivas, golpes de estados, guerras y bloqueos con el fin de apropiarse de los recursos naturales de otras naciones con debilidad militar, económica y tecnológica.    Vengo haciendo esta propuesta para evitar que se siga propagando e incrementando el odio que genera esa actitud entre los pueblos subyugados. También he explicado en esos artículos, que ese cambio radical debe ser inminente, si queremos librar a nuestro mundo de una Tercera Guerra mundial, donde todos, irremisiblemente saldremos perdiendo, sin vuelta atrás.

2-Lógicamente se tiene que entender, que me dirijo al presidente de los Estados Unidos, al Congreso, al Pentágono y al Departamento de Estado, que son los poderes que rigen a este gran país, cosa que hago para decirles, que si no se enmienda ya la imperialista política exterior que hemos estado ejerciendo a lo largo de dos siglos, estaremos conduciendo al gran USA a la ruina y caída, tal como le sucedió a otros imperios que se comportaron de manera semejante a como hoy los hacemos nosotros con las naciones más débiles del llamado tercer mundo.

3-En este punto, es ilustrativo recordar la caída del imperio romano de occidente (en el año 476, y caída del imperio romano de oriente o imperio bizantino (en el año 1453), que también cayó, y fue reemplazado por el imperio otomano). Posteriormente, y por las mismas razones, se desintegraron el susodicho imperio otomano y el imperio Austro-Húngaro y el imperio español. Después, al finalizar la Segunda Mundial se desarticularon el imperio británico, el imperio francés, el imperio holandés, el imperio belga y el imperio japonés; y en 1989, con la caída del muro de Berlín, se desintegró la Unión Soviética.  Primó en estas caídas, el ensañamiento del poderío militar y económico de estas potencias imperialistas, que obraron con soberbia las unas contra otras en una aberrante repartición del mundo, con el objetivo de someter y lucrarse con la expoliación de los pueblos que ellos consideraban inferiores.

4-Yo invito a Donald Trump, Mike Pencer, Mike Pompeo, John Bolton, Elliot Abrams, Marco Rubio, Luis Almagro, a todos los miembros de Congreso, a los jefes del Pentágono y del Departamento de Estado y a todos sus asesores, a que revisemos la historia del accionar que como país imperialista hemos llevado a cabo contra América Latina, y contra todo el resto del tercer mundo.  Es una historia de crueldad y abusos, de violencia extrema, de terrorismo (de sabotaje) encubierto, de capitalismo salvaje, de neoliberalismo inhumano, de represión, de paramilitarismo, de planes siniestros como el Plan Condor, de Escuelas de las Américas, de escuadrones de la muerte, de masacres como la del Mozote, de genocidios étnicos, de persecución política, de asesinatos selectivos, de matanzas planificadas a la juventud pensante y contestaria y a presidentes desafectos, de saqueos, de abusivas prácticas bancarias, de comercio injusto, de diabluras de la CIA y del Fondo Monetario Internacional, de los desmanes de las transnacionales petroleras y de metales, de la acción depredadora de la United Fruit Company, de la Anaconda, de la Anglo American Chile, de la Barrick Gold, de la Falcondo, de turbios negocios especulativos, de planes perversos para impedir el desarrollo y la democracia, de guerras, de invasiones, de golpes de estado a gobiernos democráticos para en su lugar poner a crueles tiranos, ladrones y asesinos que hacen de títeres nuestros, y verdugos de sus respectivas naciones. En fin, el imperialismo norteamericano y cualquier otro es una historia de soberbia, abusos, invasiones, intervenciones, y depredación a cargo de un imperio insaciable de recursos naturales, sin respeto a la soberanía de otras naciones, a la democracia y a los derechos humanos.

5-Léanse libros como – El Tiburón y las Sardinas – Las Venas Abiertas de América Latina – Yo Fui un Terrorista Económico – Hegemonía o Sobrevivencia – Invasiones Norteamericanas en el Siglo XX – Dictadores Impuestos por los EE. UU, y ahí encontraremos las verdaderas razones (que son horrores), del antiamericanismo que hoy cunde en todas las naciones de nuestra América, del Caribe y en todo el resto del tercer mundo. A esas naciones no las hemos tratado como socias y amigas, sino con desprecio, con estafas, arrogancia y abusos. Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, El Salvador, Ecuador, Perú, Uruguay, Paraguay, Honduras, Venezuela, bien saben de estas barbaries.  Y si hablásemos de Irak, Irán, Afganistán, Palestina, Libia, Siria, Yemen, Sudán y de otros tantos casos, seria las de nunca acabar.

6-Las barbaridades de los imperios vienen de lejos; en 1815 Simón Bolívar describía las del imperio español: «Tres siglos ha —dice Vd.— que empezaron las barbaridades que los españoles cometieron en el grande hemisferio de Colón. Barbaridades que la presente edad ha interpretado como fabulosas, porque parecen superiores a la perversidad humana; y jamás serían creídas por los críticos modernos, si constantes y repetidos documentos no testificasen estas infaustas verdades”. Posteriormente, ante las barbaridades que Bolívar veía que estaba cometiendo el naciente imperio norteamericano, él profetizó lo siguiente: «Los Estados Unidos parecen destinados por la providencia para plagar la América de miseria en nombre de la libertad».  Desgraciadamente ha sido así, en base al exagerado presupuesto anual de más de 700 mil millones de dólares para el ejército.  Solo en guerras, desde el 2001, los Estados Unidos han estado gastando 32 millones de dólares por hora, lo que equivale a la fecha, a casi $ 24,000 millones, lo suficiente para acabar con toda el hambre, que como plaga apocalíptica destruye a millones de vidas en esta tierra.

7-Es axiomática la máxima que expresa, que para solucionar un problema lo primero es conocer (identificar, diagnosticar), las raíces de dicho problema con una metodología científica, para arribar a una prescripción certera, que aplicada le den solución al problema planteado de la manera más simple, rápida y económica, y en todos los casos, asumiendo la práctica de principios humanistas, que para el caso social y de las naciones, deben primar los conceptos de “primero la gente”, respeto a la soberanía de las naciones, a la libertad, igualdad, justicia y fraternidad.

8-Si un hombre maltrata a su mujer y a sus hijos, es lógico, que pierda el amor y el respeto de ellos, y que cuando esos vástagos se hagan adultos y adquieran músculos y estén emancipados por mayoría de edad, entonces, ya no se dejaran abusar más por su padre.  Si al cabo de ese tiempo, ese padre por alguna razón de transformación espiritual y de conciencia, se da cuenta de las razones del repudio de los suyos y se arrepiente sinceramente de ello, en ese caso, si con humildad pide perdón y hace propósitos de enmienda, ese padre podría reconquistar el amor y el respeto perdido de los suyos.  Sin esa condición, y si persiste en la barbarie, ese padre jamás podría reconciliarse con los suyos, puesto que, nadie está dispuesto a que por siempre sea maltratado, al menos que el tal, sea cobarde o masoquista.

9- Los Estados Unidos, por culpa de su imperialismo, está pasando por una situación de repudio con los países latinoamericanos y de otras latitudes (Irán, Irak, Afganistán, Siria, Libia, Yemen, Sudán, Yugoeslavia), similar al padre abusador que protagoniza la narración precedente; entonces, de igual forma, si USA quiere el amor y la reconciliación con los países abusados, depredados y destruidos, indefectiblemente debe pedir perdón y abocarse a una política exterior de respeto al derecho internacional, y proceder a establecer relaciones comerciales donde primen negociaciones y acuerdos justos, donde el mono no esté amarrado, sino, suelto y bien alimentado.

10-En este contexto, estoy casi seguro, que el mismo Donal Trump, Mike Pompeo, Mike Pencer, John Bolton y los actuales congresistas y cientos más de funcionarios norteamericanos de alto nivel, ignoran la historia imperialista de depredación, intervenciones, invasiones, guerras, masacres y pobreza que he referido, debido a que en las universidades norteamericanas, estos temas no se le tratan al alumnado, y si lo hacen, lo manipulan.  Claro, siempre existirán las excepciones, como Noam Chomsky y otros prestigiosos ciudadanos.

11-Por esa falencia en la educación, el norteamericano ignora todas las barbaridades que comenten sus transnacionales para que le llegue el petróleo que pavimenta sus calles y que le da energía eléctrica. Igual ignorancia tienen de las expoliaciones que se dan para obtener las materias primas que soportan las industrias norteamericanas y europeas.  Para esos ciudadanos todo está bien, mientras tengan en demasía todo lo necesario que satisfaga su insaciable consumismo.

12-Esta ignorancia es tan patética, que muchos individuos de los que conforman los poderes del estado (congresistas, secretarios de Estado, juristas, el mismo Presidente y profesionales de las más diversas ramas), tienen dificultad para ubicar geográficamente donde queda Venezuela o Bolivia; tampoco saben de las problemáticas sociales de esos países, porque ninguno de ellos ha leído los libros aludidos en el párrafo quinto; y si están al tanto de esa situación, lo ven como algo normal, porque el norteamericano, está educado para el consumismo, para que sean egoístas y para que se crean superiores a los demás seres humanos; principalmente, a los blancos anglosajones se les educa para que sean supremacistas, y para que crean, que el petróleo y demás materias primas de América Latina son reservas estadounidenses, y que nuestros países son colonias y patios traseros; también se les educa para que menosprecien a los habitantes de esos países. Para esta gente, el único holocausto que se ha dado, es el de los judíos. Ellos ignoran las tragedias existenciales ocasionadas por las acciones imperialistas de Norteamérica y Europa.  Eso sí, si usted aborda el tema con ellos, se manifiestan como doctos en la materia.

13-En esta época, los Estados Unidos y los europeos imperialistas, deben entender, que los tiempos actuales son otros, que están pautados por la ciencia y la tecnología y por un incremento de la inteligencia y el conocimiento de los hombres y mujeres que hoy habitamos la tierra.  Hemos, y seguiremos evolucionado. La edad de la ilustración, definitivamente ha sepultado las doctrinas y dogmas medievales, y los imperialismos van de palo pa’ leña. Ante esta situación, si los Estados Unidos o cualquier otra nación imperialista, quieren sobrevivir, indefectiblemente tienen que rectificar, para adaptarse a las exigencias de los nuevos tiempos, que demandan un mundo nuevo, un nuevo modo de vida para la preservación del planeta y de las especies del reino animal y vegetal que contiene.

14-Hasta aquí mis consejos y llamado de rectificación al presidente de los Estados Unidos, al Congreso, al Pentágono, al Departamento de Estado y a todas las instancias de poder real, para que se proceda a cambiar desde ya la errada política exterior imperialista que imponemos a otras naciones para expoliar sin miramientos sus recursos naturales, cosa que tendrá que ser así, si no queremos caer, como ya han caído otros imperios, que en su tiempo fueron tan poderosos como éste.

15-El género humano, la humanidad, tiene que seguir evolucionado hacia otras formas de convivencia.  Así como abolimos las esclavitud, la inquisición y el feudalismo y otras aberrantes instituciones sociales, de igual forma, también tienen que  ser aniquilados los imperialismos, para el progreso material y espiritual de la humanidad, para que el hombre no sea el lobo del propio hombre, tal como lo es en los imperialismos, para que las guerras, las hambrunas, las injusticias, la invasiones, los golpes de estado, la desigualdad social, la explotación del hombre por el hombre, la destrucción de nuestro planeta por una guerra nuclear, pasen a ser cosas horrendas del pasado, porque hemos dado paso a un nuevo mundo, donde todos soñemos y cantemos en un nuevo día y nuevo sol, sin yanto amargo, sin tristeza, porque aquí en la tierra, sin tener que ir a las estrellas, hemos encontrado la alegría  que produce la justicia y la solidaridad, producto de que todos los hombres hemos vuelto a ser hermanos.

El que tenga oídos, que oiga, ante que sea demasiado tarde.  Ante que Roma arda, ante que entre el mar…

of-am

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