OPINION: El equipo de la RD, Cuba y el Clásico Mundial
Tras la primera fase e inicio del segundo round robin, nos llama la atención la actuación del equipo de República Dominicana, de Cuba y el Clásico Mundial de Béisbol en sentido general.
Cuba ha sido, al igual que Corea, toda una potencia internacional eliminada en la primera ronda del evento, una de las decepciones del clásico. Los cubanos no han sido ni la sombra de los portentosos equipos de años atrás que impresionaban y se imponían a todo el mundo.
Todavía recordamos cuando la selección cubana dividió honores contra los Orioles de Baltimore en 1999. En el segundo juego, en plena temporada, los cubanos apalearon a los norteamericanos. Enfrentar a Cuba se convertía en un dolor de cabeza para cualquier novena. A diferencia del resto de las selecciones de esta parte del planeta, ellos tienen su equipo entrenando con meses de antelación, por su condición de no tener que sacar su núcleo de jugadores de los campos de entrenamientos como los dominicanos, USA o Venezuela.
A Cuba le ha afectado la deserción de jugadores estelares y posiblemente no ha habido una renovación y un replanteamiento de su estructura beisbolística. Para ellos ha sido desastroso ser eliminados en una segunda ronda sin ganar un solo partido, perdiendo su último juego de Japón hoy miércoles 14 por 1. Definitivamente los cubanos deben reestructurar una novena envejecida y sin talento.
El equipo dominicano perdió anoche su primer encuentro luego de ganar invicto el clásico del 2013 y sus tres encuentros de la primera ronda, sumando once triunfos en total. Los boricuas, flamantes ganadores de la Serie del Caribe 2017, han lucido imparables. En la primera ronda ganaron a base de palos y ayer se apoyaron en un relevo que no permitió libertades.
El cuadro, tras la derrota de anoche, pone a nuestros muchachos en una condición casi de muerte súbita. Tendrán que enfrentar el jueves y el sábado a dos selecciones que aparentan más débiles que la nuestra: a Venezuela, que no ha sido ni la sombra de lo que se planteó en el papel, y a Usa, conjunto que fue derrotado por los dominicanos el sábado pasado.
Así nos queda jugar con todo en ambos partidos, no cometer los errores contra Colombia y dar el palo a la hora buena, pues el escenario es diferente y una derrota significa la eliminación inminente, salvo por el promedio de carreras y las combinaciones matemáticas.
El cuerpo técnico tendrá un día para evaluar la derrota, ponerse una orejera como los caballos de carrera y mirar hacia adelante, corregir los errores, ser más pacientes en el plato, anoche parecían jugadores invernales haciéndole swing a todo lo que le lanzaban, presionados también un tanto por la amplia zona del árbitro principal y venir de atrás para demostrarle al mundo que aun somos los mejores.
El clásico en esta versión ha llenado las expectativas en cuanto a asistencia y seguimiento. Lo vivido en Miami fue sencillamente impresionante. Más que un Marlins Park abarrotado como nunca en sus cinco años de construcción, parecía más bien el Malecón de Santo Domingo en los años 80 cuando se realizaba el famoso Festival del Merengue.
La asistencia subió un 34 % en relación a la primera ronda del 2013, incluyendo 45 mil fanáticos en el Tokio Dome en un juego entre Cuba y Japón. Para las Grandes Ligas el clásico es un problema por chocar con los entrenamientos, incluso casi nadie en Venezuela, Japón o Dominicana se ha fijado en las noticias que llegan desde los campamentos de Arizona y Florida, salvo las de Miami en la primera ronda.
Lo de Cuba, la derrota de nuestro país anoche y el éxito de taquilla y seguimiento al clásico han sido noticia de primera y portada de los medios ligados al béisbol.
of-am