El chantaje del hambre: arma política del socialismo

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EL AUTOR es escritor. Reside en Nueva York

Antes de explayarme en esta modesta opinión, es mi costumbre siempre recurrir a la definición de los conceptos que trato, a fin de hacer más comprensibles las ideas a transmitir. En esta ocasión, se trata de la acepción “chantaje” proveniente del francés  (chantage), el cual no es más que las amenazas o difamación que se le hace a una persona,  con el fin de obtener un beneficio.  En otras palabras, es la manipulación más baja en que se puede incurrir en contra de un ser humano a cambio de algo.

En este caso, el tipo de chantaje que quiero tratar de los muchos que hay, es el  político, el cual afecta directamente a millones de personas, muchas veces,  sin darse cuenta los perjudicados. Ese tipo de extorsión lo considero el más peligroso y dañino,  por el gran número de ciudadanos que afecta y por las consecuencias sociales, económicas y políticas que acarrea.

Debo admitir sin ambages alguno, que si hay un sector político-ideológico que lo conoce y lo aplica como arte de la manipulación socio-política, sin lugar a dudas, lo es la izquierda socialista que lo ha implementado de manera intensa y que forma parte intrínseca de la metodología en los regímenes izquierdistas que han asumido el poder en el mundo en el otrora y en el presente

 

Hay una frase o una expresión sin un autor definido que nos dice que: “Para vencer al enemigo, primero tienes que conocerlo”. Es obvio, que esta locución en sí,  contiene una gran verdad y es una  especie de axioma aplicable en muchas facetas de la vida del ser humano. Puede ser en los negocios, en la guerra y obviamente, en la política que es el caso que me interesa.

No se puede avanzar, ni mucho menos derrotar al contrario en cualquier faceta, sino sabemos o ignoramos los puntos débiles que tiene. Esa es la gran ventaja que nos proporciona el conocimiento del contrario y eso en política y más en estos tiempos, es vital. En ese aspecto,  es necesario conocer  a grandes rasgos,  la  cínica política socialista de la izquierda revolucionaria, las falacias, los argumentos utópicos de que se valen, los engaños que utilizan, la metodología cruel que aplican y las barbaridades a que someten los pueblos una vez llegan al poder y del cual jamás quieren desprenderse, convirtiendo sus gobiernos en meras tiranías fascistas, criminales y corruptas.

El proceder socialista en la toma del poder

Los gobiernos socialistas tienen un común denominador,  en cuanto a las normas o proceder cuando asumen el poder para ejercerlo de manera totalitaria. Los escenarios pueden ser diferentes así como los protagonistas, pero el patrón es el mismo. Veamos de manera somera algunos ejemplos que lo identifican y diferencian de los gobiernos democráticos.

1.-  Politizan al grado sumo a las fuerzas armadas, no para servir a la Nación, sino para servir al gobierno y al partido. La insertan en la burocracia  gubernamental dándole la administración de empresas estatales, para sentarlo en la mesa a la hora repartirse el pastel y hacerlo compromisario en defender el régimen.

2.-  Limitan o eliminan la libertad de expresión ya sea escrita, televisiva o radial, con la finalidad de que el pueblo sólo lea, vea o escuche lo que diga el gobierno y de esa manera,  expandir la ignorancia de lo que realmente ocurre, distorsionando la realidad de frente a sus gobernados.

3.- Eliminan la independencia del Poder Judicial y Legislativo, con el fin de que la Justicia actúe con severidad frente a los opositores y la convierte  en un resorte a su favor. De igual manera, se procede con el Legislativo que actúa de manera favorables a sus requerimientos.

4.- Convierten al Estado como único empleador,  dueño de todo,  con un sentido “paternalista” y como una manera de decirle a los ciudadanos: Soy el que te puede dar trabajo  para que puedas comer. Algo que el tirano Fidel Castro lo dejó bien claro en Cuba cuando expresó: “Dentro de la revolución todo, fuera de ella nada”. Y es lo que el chavismo aplica en Venezuela cuando entrega las bolsas de comida “Clap”, que para acceder a ellas hay que mostrar el “Carnet de la Patria”.

Este chantaje político, fue hasta señalado por el que yo considero uno de los pocos socialistas honestos que vivió de acuerdo a lo que predicaba: Thomas Isidore Noel Sankara, fundador de Burkina Faso (Antigua Alto Volta) cuando dijo: “Quien te alimenta, te controla”. Eso es lo que hacen los gobiernos totalitarios del socialismo izquierdista.

El hambre como arma del socialismo

La historia es la mejor fuente de información que podemos tener y consultar, para conocer lo pernicioso, las conductas incongruentes, lo cínico,  malignos, mentirosos e hipócritas que han sido y son los líderes y la ideología en sí del socialismo disociador, esclavista y totalitario. Veamos algunos ejemplos de los regímenes socialistas en el discurrir de la historia, que han utilizado el hambre como chantaje y arma política.

  1. a) En la dictadura comunista de Joseph Vissarionovich Stalin en la exUnión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS) -que la encabezaba lo que hoy se conoce como Rusia- se cometió un genocidio aterrador en la década de los años 30 contra los ciudadanos de Ucrania considerada el “granero de Europa”. A una población rural en su mayoría, se les quitó los granos de maíz, el pan, las patatas, el cereal y todos los alimentos que producían y que eran sus sustento, muriendo unos 4 millones de ucranianos. Ese acto criminal fue registrado en la historia con el nombre de “Holodomor”, término que proviene del ucraniano “moriti-golodom” y que significa: “Matar de hambre”.
  2. b) Mao Tse Tung, fue el fundador de la República Popular China y al que sus acólitos idiotizados bautizaron como “El gran Timonel”, lo que debió haber sido “El gran asesino”, ya que en  su tiranía se convirtió en el mayor criminal de la historia.  Fue un obsesionado con el modelo soviético de Joseph Stalin, a tal extremo, que implantó algunas de sus políticas económicas y de paso, trató de  emular  a  la Gran Bretaña en su desarrollo industrial. Eso lo llevó a concebir el plan llamado “El Gran Salto”, que se convirtió en el gran fracaso y en donde murieron de hambre más de 20 millones de ciudadanos.

Fue tan atroz la hambruna vivida, que el promedio de vida en China para esa época bajó de 50 años a unos 30. Como era de esperarse,  Mao entendió su craso error frente al Partido, aunque nunca lo admitió públicamente, y dijo lo que es clásico en los comunistas: que él no era el culpable. En su mandato murieron en total unos 78 millones de chinos por fusilamientos, en prisión, torturados, por inanición y en diversas causas fruto de su gobierno.

  1. c) Sin retroceder mucho en la historia, tenemos el caso patético de Venezuela, que se en encuentra en pobreza extrema a pesar de estar asentada en una inmensa riqueza natural. Desde el momento que se expropian las empresas, las industrias, se ahuyenta las inversiones y se crea pánico en el campo económico al destruirlo todo, el hambre surge irremediablemente debido a que no se genera riquezas a través del trabajo, la producción y el miedo.

El gran culpable de este desastre lo fue  Hugo Rafael Chávez Frías,  en su ridículo afán de imitar el fracaso político de su ídolo Fidel Catro Ruz en Cuba,  desde que expropió en Venezuela 14 mil industrias, negocios y confiscó más de 4 millones de hectáreas de tierras.  Desde entones,  la hambruna y el desastre que se palpa en la patria de Simón Bolívar eran predecibles.   Eso en la China pos Mao fue comprendido y hubo un cambio de estrategia y ya conocemos el resultado,  aunque se oprime al pueblo desde el plano político con la dictadura del partido único, sin libertades y  sin opciones de cambios al no haber elecciones libres y participativas.

Si a este error político-económico, basado en una ideología fracasada y utópica como lo es el socialismo, le añadimos una corrupción y saqueo del erario como nunca antes vista,  es obvio que la nación se iba a pique. Y de nuevo,  volvemos a ver la típicas excusas de siempre: “La culpa es del imperialismo yankee,  de las sanciones, del bloqueo y de la oposición”. Mao no lo admitió,  Fidel  Castro le dijo eso a los cubanos mientras vivió,  los chavistas llevan 20 diciéndoles a los venezolanos las misma mentiras y culpando a otros y  siendo el mismo caso en Corea del Norte.

Qué podemos colegir de estos procesos socialistas registrados en la historia  cuando asumen el poder? Algo muy evidente y no circunstancial: El socialismo utiliza el hambre como método de chantaje y de represión en los pueblos bajo su férula, como forma de  asegurarse de no concederle espacio para el disentir político, al estar buscando el ciudadano común, tanto para sí como para los suyos,  el comer como acto de supervivencia mínima. Se hizo en Ucrania,  igual en la exURSS,  se hace en Corea del Norte,  en Cuba, lo mismo en la China de Mao y es la norma hoy en día en la paupérrima Venezuela, la que en la década de los 70 fue la meca de la emigraciones de muchos ciudadanos de Latinoamérica en busca de trabajo y elevar su nivel de vida.

Con justa razón y fruto del caudal del conocimiento político que albergaba,  fue que Sir Winston Leonard Spencer Churchill  dijo refiriéndose a los socialistas:

 “El socialismo es la filosofía del fracaso, el credo de la ignorancia y la prédica de la envidia. Su virtud  inherente es la distribución de la miseria”.

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