OPINION: De nóminas y carroñas

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La autora es periodista y escritora. Reside en Nueva York.

Por Miriam Ventura
 
Las bajas están ahí. Avenidas enteras de soldados, soldadines y soldadines. Se ven, los cadáveres en las calles. Todo es fiesta para los pájaros carroñeros. Se imaginará el lector a un Scavenger Bird, carroñando lo que queda, de lo que una vez fuera un país en el mundo. ¿en el mismo trayecto del sol?
Y si, las bajas están, un tipo de sangre salpica los árboles, la cara de inocentes y culpables. La pared de lo que fuera el antiguo regimiento de partidistas y diasporico hoy se derrumba dejando su estela de ruidos provocando sordera, un tipo de sordera política a la que los inmigrantes, partidistas y diasporico no estaban acostumbrados.
Porque no lo esperaban. La emboscada se inició en los noventa y a pasos desplegados con estrategia virtual y secular, ese estado de sordera cruzo el Alto Manhattan, Bronx, Queen, State Island. Y hasta en Yonkers y sus intrincadas montañas, westchesternianas calo y se sintió en los cientos de dominicanos a quienes Westchester les agradece la no despoblación de sus villas y aldeas. Asi se entrecruza esa sordera, con el frente de batalla que resulto de aquello.
Aquello que se inició con el famoso acuerdo de macos y cacatas a la sombra del caudillo que cedía el poder a un representante jovial con suficiente verborrea para ser creído por ilusos, con suficiente imaginación para empujar el Nueva York Chiquito, el proyecto de nación, la doble ciudadanía y los diputados de ultramar.
El relevo, y el inculca miento para que los “diasporicos” comenzaran a amar el imperio, sin cuestionarle ya estaba formateado.
Los dominicanos de NY habían entrado al ruedo de los tumbes, la garata con puño partidista, la confusa ilusión del bien como sabana que se extendería cual manto “materno” desde el mar Caribe hasta NY. Y en esa emboscada los tanques de guerra tenían siglas y cada sigla, nombres y hombres y mujeres militantes, pero toda, absolutamente toda gente de partido.
Con este jovial estilo fascista, a lo politburó su regimiento o partido se hizo experto en dividir sectores y partidos de la isla, comenzaron por los rojos, luego con los blancos y entre todas esas divisiones también llevaron lo suyo aquellos partidos cuyo estandarte era la hoz y el martillo. (que nadie se llama a engaño por eso lo que hoy tenemos como PTD, emplea en sus agencias non for profit también del PTD a gente que de contrabando cobra dos y hasta tres cheques. El pacto alcanzo a NY.
En la recomposición de hoy, hay otros frentes, otras fuerzas en construcción, con alianzas y contubernios. Ya que en su momento (los 90’) los morados les extirparon a los rojos sus torrentes, ligaron sus trompas y crearon varia versión de los mismos rojos, para este “despliegue” escrito me quedo con los blancos.
Los blancos que no volvieron más a las lides del poder desde el 2004, los blancos divididos y administrados por un pichoncito de dictador que se creyó con el poder suficiente para dizque encausar a los blancos rebeldes y es gracias al poder empresarial de este pichoncito de dictador que logra venderle su a su segundo jefe morado (a la sazón presidente de la islita) un organigrama de guerra, donde los mapas idearios van trazados por consulados, embajadas, hasta peinar consejerías, misiones, agregados militares, religiosos y comerciales y representantes de organizaciones internacionales (Unesco, OEA, ONU, la FAO en Roma, la Santa Sede y el INDEX) Y las etc. van!.
En este camino tanto el pichoncito de dictador como el mismo presidente morado (versión masculina de la bruja de Narnia) lograron condensar al país en un “trópico de nóminas eternas” donde a los efectos todos los beneficios están perfectamente repartidos. Asi en lo tocante al pichoncito, lo que le queda del hurtado partido blanco, lo tiene nombrado en el exterior combinado con las ternas aparentemente “neutrales” de color morado.
De ahí, los cargos ficticios, abultamientos y personal extra no aceptados i incluso en el argot diplomático y sin ser una nación de imperio, el HQ (Head Quarters) de los morados (léase consulado dominicano en NY) tiene 110 empleados entre agregados, cónsul, vicecónsules, secretarios etc., además de la nómina invisible del propio cónsul que se extiende a su aren propio de periodistas “asesores” del Cónsul que son fijos cada viernes, en busca de su sobrecito blanco cuyo contenido es verde.
Muchos de esos secretarios nunca se han movido del Consulado dominicano en NY y son vicecónsules, secretarios, (1er y 2do) y los Auxiliares ay esos… en puntos tan distantes como Guatemala, Panamá y Uruguay. Algunos nunca se han movido de NY. Algunos/as endorsan todas las causas sociales de la comunidad dominicana y latina con tal de conseguir porfolio y name recognition (que si el cáncer, que si las ferias de libros de mujeres, que si las mujeres de blanco, que si son Areíto, “cosas” o mujeres al poder.) en fin gente que se deja vituperar por su partido y sus dos “lideres” carroñeros.
Asi aprendieron de sus líderes, a vituperar a los demás. Falta de valor y auto estima, cuando incluso el pichoncito de tirano de Relaciones Exteriores le asigna junto al jefe morado de la nación salarios por debajo de cotización razonable. Nombramientos en Guatemala, San Salvador, Panamá, Uruguay por debajo de los 1,350 dólares y sin derecho a los jugosos viáticos que si tiene la gente del pichón de dictador en Italia, Múnich, Trinidad y Tobago, Alemania, Paraguay y otros puntos donde los salarios son tan altos como los viáticos.
¿Y con que Moral? ¿Con que Moral se llaman comunitarios en NY? Gente con dos y tres nombramientos fuera de DR y sin moverse del sitio, gente que reside y trabaja en USA. ¡Esta gente necesita ayuda urgente! ¿Tal vez un psicoanalista? Esta es la gente que alimenta el ego de quienes en DR se consideran centro. A esta gente se le debe el eclipsamiento demasiado visible, en RD de las voces altas de dominicanos de NY.
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