Nuestros hijos y los retos en redes sociales

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El autor es Magister en Comunicación y Educación. Reside en Caracas

POR EDUARDO CABALLERO ARDILA

El mundo ha empezado a vivir en la red un modelo de relacionamiento peligroso y perverso. Nos referimos a los denominados retos en Redes Sociales, que inducen a las audiencias a exponerse hasta los límites para ganar reconocimiento.

La Real Academia Española define el reto como una “provocación o citación al duelo o al desafío”. Retar no es malo, el efecto de los retos puede ser beneficioso en los programas de formación siempre que se manejen adecuadamente.

En este caso, permiten desarrollar conocimientos, actitudes y valores de una manera amena y efectiva.

Existen distintos tipos de retos en las redes sociales. Los más conocidos son los denominados retos challenge, populares en redes como facebook, instagran o tick tock, la mayoría incluye la nominación de amigos u otras personas conocidas con la intención de acrecentar su desarrollo.

En el primer grupo se encuentran retos divertidos y hasta positivos que van de la mano de influenciadores, son los denominados “retos blancos, pero en el otro grupo encontramos retos con fines absurdos o peligrosos.

Unos de los retos blancos pioneros fue el Ice Bucket Challenge, que invitaba a volcarse encima baldes con agua extremadamente fría. La persona que lo aceptaba debía nominar a otra persona para donar diez euros a la ALS Association (organización estadounidense enfocada en pacientes con esclerosis lateral amiotrófica). Otro ejemplo fue el denominado Trash Tag Challenge, un reto viral que consistía en limpiar playas y otras zonas llenas de basura.

Sin embargo, no tardaron en aparecer retos absurdos y hasta peligrosos. El primer caso se conoció como el reto de la Ballena Azul, que cobró la vida de centenares de jóvenes en el mundo. El reto empezaba invitando a la audiencia a 50 acciones diferentes en igual número de días. Los primeros eran sencillos, pero mutaban rápidamente en instrucciones perversas, (como tatuarse la imagen de la ballena con una hojilla).

El reto finalizaba con la invitación al suicidio. El creador de este reto cumplió apenas tres años de prisión por un tecnicismo legal que sólo permitió juzgarlo por el caso de dos jóvenes que no consiguieron llegar al suicidio.

Después de la Ballena Azul, surgieron otros desafíos que inducían a causar daño y hasta la muerte, como el reto Momo, que combina imágenes impactantes con mensajes que se esconden en los juegos y videos para niños en YouTube y YouTube Kids, tales como Peppa Pig, con el objetivo de que se autolesione. Otro tipo de retos han continuado apareciendo, entre varios de los conocidos podemos citar ejemplos como:

o El Condom Snorting Challenge, en el que las personas son retadas a introducirse preservativos en la nariz para luego expulsarlos por la boca.

o El Hot Water Challenge, que invita a volcarse agua caliente, una versión negativa del Ice Bucket Challenge.

o El reto de la canela, que consiste en ingerir una cucharada de este condimento. También el Pod Challenge donde los retados deben tragarse un pod de detergente líquido, o el Cactus Eating Challenge donde debes tragarte una planta de estas características.

o El reto del Hielo con Sal, en este reto absurdo las personas deben colocarse sobre la piel esta combinación que produce quemaduras profundas.

o El Selfie Mortal, te reta a hacerte una autofoto en lugares o momentos muy peligrosos.

o El tristemente famoso Rompe Cocos que consiste en retar a compañeros de colegio para que salten, y al mismo tiempo hacerlos caer de espalda hasta golpearse la cabeza.

El verdadero reto de los padres es detener cualquiera de estos retos en redes sociales que puedan afectar a nuestros niños y jóvenes. El Council on Communications and Media de la Academia Americana de Pediatría (2020), recomienda cuatro acciones claves en este sentido:

1. Converse con su hijo respecto a los retos más relevantes que se conversan en su círculo de amigos.

2. Si sus hijos han mencionado que tienen interés en participar en un reto, hágale preguntas generales que los hagan pensar detenidamente en cada paso del reto. Pregúntele su opinión sobre lo peor que les pudiera pasar, como por ejemplo quemaduras o una visita al hospital.

3. Cerciórese de ser «amigo» de sus hijos en las redes sociales. Ser parte de sus plataformas preferidas puede servir para mantenerse informado sobre lo que pasa en sus vidas cotidianas.

4. Es igualmente importante hacer preguntas sobre las tendencias de la escuela, amigos y nuevas modas. Esto puede suministrar más respuestas que las preguntas sobre sus propias actividades.

5. Finalmente es imperativo mantener permanentemente abiertas las líneas de comunicación con sus hijos, evitando juzgarlos.

¿Cuántos Momo, Ballena azul, o Goofie humano, tienen que seguir pasando hasta que nos demos cuenta que estamos infectados por todo tipo de contenido violento e inadecuado, que puede atentar contra nuestros niños en la edad de la formación de sus valores.

JPM

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