No hay mal que por bien no venga…, ¿o será al revés?

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El autor es escritor. Reside en Nueva York

Esta es probablemente la metáfora mas usada por el “sentido común”; que se reconoce como la conquista más trascendente del género humano, una vez consiguió levantarse y caminar en dos pies. El sentido común es una alacena donde se ha almacenado toda la experiencia viva de la humanidad. 

Sin embargo, desde que a Voltaire, el brillante filósofo francés, se le ocurrió advertir que “ese denominado sentido común pudiera ser al mismo tiempo, el menos común de los sentidos”, la expresión ha adquirido una nueva dimensión. Y, a la luz de esa nueva significación es que pretendo abordar el tema que sugiere el título de esta entrega. 

Cuando se analizan asuntos políticos -especialmente los que involucran a los partidos en tiempos de elecciones- con frecuencia se advierte que el interés particular de algún sector de los envueltos en la mesa de negociaciones, se impone sobre la conveniencia del conglomerado, que quiere llegar a acuerdos de beneficio común para todos. Ese hecho, tan común como dañino, es lo que valida el juicio de Voltaire.

 Por esa contradictoria condición del sentido común, de ser tan “poco común” entre los partidos políticos subdesarrollados, es que se hacen “alianzas” que luego resultan tan onerosas e improductivas para el colectivo que las promueven. Una vez que se hace de dominio público la intención de unirse, “juntos y reburujados”, se empiezan a notar los inconvenientes. Y los socios firmantes descubren los “cabos sueltos” que tienen los dichosos acuerdos y comienzan a “despeluñarlos” casi de inmediato. 

Pero lo mas curioso de este extraño acontecimiento, es que hasta los que se oponen a los pactos anunciados, validan la advertencia del sabio pensador galo señalado arriba. Porque dígame usted ¿a quién le amarga el dulce? Si los contrarios están cometiendo errores, ¿por qué usted insiste en pedirles que los corrijan? Si el pitcher del otro equipo está errático y da muchas “bases por bola”, ¿por qué usted exige desde las gradas que lo cambien?      

 La verdad, yo no entiendo lo que está pasando y a lo mejor, lo que mas conviene es darle un vistazo por separado a los hechos y tratar de calzarnos las zapatos de cada uno de los bandos en pugna.

 Desde las gradas de la oposición

Los interesados en ganarle en mayo a Luis Abinader y otros que solo esperan “quedar bien y esperar el 2028”, se confesaron conmigo en público y también en privado en mi propia casa, a la luz que da el buen tinto de la Rioja. Con cierta aprensión les advertí que, “si es tan importante el pacto, ¿por qué los dos “camajanes” del del PLD y la joven FUPU no estuvieron presentes?

 Contestando, hubo uno que se fue muy lejos y me dijo: “Jabalí, Danilo lo único que sabe hacer es pensar fríamente, le puso el lazo a Leonel y tú verás que lo va a amarrar otra vez”. La verdad, no alcancé a captar el sentido real de la charada. 

Otro sin embargo, me presentó una arista diferente del mismo problema al decir: “a Leo lo que le interesa es que se sepa que los peledeísta viajan juntos con la FUPU, para que en la elección presidencial no se ‘aloquen’ con Abel”; pero todos están de acuerdo en que el pleito es realmente el 19 de mayo del 2024. 

Por eso puse en la conversación las declaraciones recientes del jefe del PLD, porque me pareció que daban cierta luz en este asunto de la unidad entre “los tres que echaron a Pedro al pozo”. 

Cuando Danilo dice que “ando cobrándole a los que me deben; que me paguen votando por el PLD y Abel”, parece que prevé una posible estampida de los peledeístas para donde Leonel y quiere curarse en salud. El asunto luce espinoso, porque es evidente que si Leonel gana en mayo, el PLD tendrá que volver a los “círculos de estudios” para refundarse. La pregunta obligada es ¿serán capaces de levantarse sin Juan Bosch? 

Si pasara lo contrario, como todo el mundo espera; con el triunfo de Abinader, Leonel quedaría muy disminuido y probablemente desee abdicar en favor del heredero Omar I. Pero en ese posible escenario futuro, hay que despejar dos variables para que la ecuación tenga solución: (1) ¿el muchacho tiene la pasta para el relevo?, y (2) la gleba de la FUPU ¿aceptaría al príncipe?; porque pudiera ser que quieran cambiar el reinado por una república. Y es allí donde surge la tercera pata de la coja mesa, la que evita el desborde. 

El viejo León, disminuido y conceptualizador como siempre, decide emular a su vetusto y entrañable líder: que nadie aspire mientras él respire. Y como dice Ernestico, tendremos a Leonel aspirando de nuevo en el 28, el 32 …y por los siglos de los siglos, hasta que le escriban el epitafio.        

    Desde la esquina de los gobiernistas

Aquí las cosas son simples; y muy locales. Algunos se asustaron tanto que hasta se replegaron por el anuncio ese del acuerdo entre “mansos y cimarrones”, aun y cuando no se sabe quién es manso en ese trío. Por eso me propuse averiguar de dónde viene ese miedo por un grupo que, contándole todos los votos juntos, no llegaron al 40%. 

Hablé con el jefe de la tropa perremeístas y me dijo que los inscriptos en Nueva York aumentaron en un 200% y que en un barrio de la Gran Manzana como es El Bronx, hay más votos para Abinader que en varios estados del este de USA. Yo no entendí lo que me quiso decir pero, parece que al viejo lobo, Yulín Mateo, le preocupa la reelección de Luis Abinader más que la selección de los diputados del exterior. Y no quiere ponerla en riesgo, y quizás tenga razón. Total, ¿para qué han servido los famosos diputados hasta el día de hoy?

 Mas adelante, le plantee el asunto de la alianza de los tres contra Abinader y el PRM. Y fue cortante con la repuesta: “Jabalí, que vengan como ellos quieran. Luis los espera uno a uno, como caballeros o en trulla como malandrines; como dijera Balaguer en San Cristóbal, y conecté a Yulín con el Perínclito, ambos asiduos de Madre Vieja y que se parecen en algo. Ahora me dicen que los “perremeosos” le cambiaron el apellido a su jefe y le dicen Yulín Trujillo, por arbitrario.  

 Y si el problema es que los grupos dentro del PRM no entienden que lo principal es la reelección de Abinader y que hay que dejar de lado la búsqueda personal, quizás lo que mas conviene es que Yulín se convierta en un trujillito, para que ponga orden en la casa.

 Hace tiempo que en ese partido no se siente la autoridad de un presidente con responsabilidad. Yulín Trujillo puede ser lo que necesita el PRM para ponerse pa’ Luis y buscarle los votos de la reelección que hay en las calles de Nueva York.

jpm-am

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Pablo t.
Pablo t.
7 meses hace

El presidente Abinader nunca ha bajado de un 53% de popularidad u aceptacion segun Gallup en todos los sondeos; estos numero s, por la transparencia que manejas los recursos; ademas solo querer un sistema juridico honesto nombrando a la honorable Dona Mirian German le garantiza 4 anos mas, pues creo somos mas los honesto que los perverso como Jean Alan Rodriguez, ex- jefe del sistema juridico, hoy preso por ****r lo ajeno.