Mi experiencia con la nueva cédula

Para mis amigos lectores que me han olvidado y para los nuevos interesados en mis opiniones, debo presentarme: Soy un campesino semi-ilustrado, salido de Enriquillo, aunque algunos de mis coterráneos piensen que vengo de las entrañas de la Sierra del Bahoruco entre los municipios de Enriquillo y Polo. A mi sencilla carta de presentación debo agregar algo más; vivo por decisión personal fuera de mi país, en Carolina del Norte, estado norteamericano del centro Este continental; emigrado hacen casi tres lustros, si digo las razones no me las creerían, porque razonablemente nadie emigra si está bien en su país. Mi última estadía en República Dominicana concluyó el pasado 6 de agosto del 2014; y aproveché para cambiar la vieja cédula por la nueva versión; fue una buena experiencia que a continuación compartiré en este espacio privilegiado para mí por mis amigos de la prensa escrita. Cuando me acerque a las oficinas de la JCE en San Cristóbal, ciudad en la que sido adoptado, la larga fila de personas en busca del nuevo documento me desalentó; pero pronto se me prendió un bombillo, ya que alguien me había dicho que la cédula era expedida en cualquier parte del país donde hubiera oficinas adecuadas. Así fue como decidí sacarla en uno de mis viajes a mi lar nativo Enriquillo; el viernes 18 de julio salí antes de las 8:00AM y faltando 15 minutos para el medio día estaba sentado frente a unos jóvenes muy diligentes y agradables en las oficinas de la JCE de mi pueblo. Todo transcurrió a pedir de bocas, hasta que decidí introducir un cambio en el documento; la dirección de mi casa en San Cristóbal no era correcta y quise arreglarla, eso fue suficiente para que el sistema condicionara la expedición del documento retrasando su tiempo de entrega. Bueno medio frustrado en mi intento, me paré de allí luego de que se me hubieran tomado todos los datos necesarios para el nuevo documento, con un pequeño cintillo sellado y firmado por la persona responsable del proceso de cedulación, que me identificaba como un cedulado que podía retirar el documento en cualquier dependencia de la JCE. Según los gentiles empleados enriquilleros, no necesitaba más que presentarme tres días después en cualquier parte y reclamar mi documento; eso fue lo que hice más de 7 días después del primer intento; pero valla sorpresa, cuando voy con el papelito a retirar mi cédula_ ¿Qué creen ustedes que pasó?… Aquí comienza la real aventura; un muchacho a quien no culpo por su ineptitud, en las oficinas de la Avenida Luperón al lado del Súper Canal, tomó el cintillo de papel y luego de escanearlo me dijo que para retirar el documento tenía que buscar una constancia de acta de nacimiento en una oficialía de estado civil._ ¿Qué les parece?… No valieron argumentos, ni el proceso seguido; me dijo que eso era muy fácil que fuera a la Feria; esa misma mañana pasé por las oficinas de la Feria, solo para constatar que las filas de personas casi salían a la calle; allí decidí llamar a mis familiares y relacionados en mi pueblito para obtener ese documento. Molesté a una decena de personas para obtener aquella constancia de acta de nacimiento, y semana y media después me presenté en la misma oficina con la sonrisa de satisfacción “de ahora si estoy completo”; veamos lo que pasó… Quiero entregar mi viejo cintillo y mi constancia a la misma persona que me atendió la vez anterior, pero él mismo me señala un escritorio de dos muchachas que de todo reían ruidosamente; trato de entregar los dos papeles al mismo tiempo y una de ellas toma solo el cintillo que había llevado la vez anterior, lo escanea y me pide tomar asiento por 15 minutos. Pasado un poco más de ese tiempo, desde un cubículo interior dicen mi nombre, y paso a donde me toman la huella del pulgar derecho, de inmediato me mandan a esperar en aquella sala llena de personas; me siento con mucha paciencia y espero con mi constancia de acta entre mis manos. Luego de media hora de espera, una de las muchachas sin ninguna profesionalidad y risa ruidosa, dice mi nombre, me hace firmar una lista y me entrega el nuevo documento… Pregunto de inmediat y ahora_ ¿Qué hago con esta constancia de acta de nacimiento?… Me preguntaron quién me había pedido eso, y señalé a aquel pobre muchacho que decía no acordarse de mí; mientras él negaba, le recordé que me pidió traerle una docena de mangos banilejos si decidía viajar a mi pueblo a buscar el acta. Bajó la cabeza y miró para otro lado mientras yo decía cosas que aquí no quiero publicar. mxmsanchez45@gmail.com

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