Los hikikomoris, un problema social
Se llama hikikomoris a los adolescentes que se aíslan del mundo y se encierran en su habitación durante años, donde construyen un universo propio en compañía de playstation, los videojuegos e internet. Este fenómeno se identificó inicialmente en Japón, pero se ha ido difundiendo por el mundo y ya en la actualidad se le observa, igualmente, en Latinoamérica, y nuestro país no es la excepción.
Por lo general, se trata de jóvenes con edades entre los 17 y 30 años, mayormente de sexo masculino, que viven en el hogar de sus padres y pasan más de 8 hs diariamente encerrados en su cuarto jugando a los videojuegos o en internet. Se estima que en Japón más de un millón de personas sufren este problema.
Inicialmente, los padres de estos jóvenes no dan importancia a su permanencia en la casa y toman su aislamiento como conveniente, en el sentido de que no están en la calle exponiéndose a los peligros de la vida actual. Comienzan a preocuparse con el paso del tiempo, al advertir que a los jóvenes no les interesa el mundo exterior en lo absoluto y es entonces cuando se preguntan qué será de ellos en el futuro, sobre todo si se quedan sin la protección paterna.
Sonia Almada, una psicóloga argentina analiza el origen del problema con las siguientes palabras: «Cuando los adolescentes no logran superar las expectativas que los padres depositan en ellos, se sienten que fracasan, comienzan a ser pesimistas, se sienten horribles y así también miran al mundo, piensan que nada afuera tiene sentido, y entonces se encierran”.
Hyozanryu, un joven venezolano entrevistado por la BBC dio a conocer su historia: «El internet tuvo un gran efecto en mí, al proveerme de un mundo que no necesitaba verme, que no me criticaba, ni me excluía por estar solo. Aquí fue cuando encontré los foros, y los video juegos».
«Durante toda mi niñez mi aislamiento produjo un vacío emocional que luego se compensaba con días de hasta 12 horas viendo televisión, y jugando a los video juegos, en donde interpretamos a un héroe o un personaje», agregó.
El problema generalmente inicia cuando los adolescentes comienzan por desinteresarse de las actividades que cotidianamente desarrollaban, se alejan de los amigos y no salen de la casa. Esos son detalles precisos de lo que va a ocurrir más adelante (el aislamiento total), por lo que los padres deben estar atentos para detectarlo y buscar ayuda rápidamente.
Estos jóvenes no asisten al colegio o la universidad. Normalmente no tienen ningún amigo, y en su mayoría duermen a lo largo del día, y ven la televisión o juegan al ordenador durante la noche. Esto hace que con el paso de los años se conviertan en solteros parásitos, dependientes absolutos de sus padres en el aspecto económico. El problema se acompaña, además, con pérdida de habilidades sociales y los referentes morales necesarios. A menudo, el mundo de la televisión o los videojuegos se convierten en su marco de referencia.
La situación se torna peligrosa porque el miedo a la presión social que sienten loshikikomoris puede convertirse en ira, y la pérdida del marco de referencia social puede conducir también a un comportamiento violento o delictivo. En casos extremos llegan a atacar a los padres y a delinquir.
En cuanto al manejo del problema hay diferentes opiniones, y las mismas a menudo se dividen en un punto de vista japonés y otro occidental. Los expertos japoneses normalmente sugieren mantener un contacto permanente sin invadir el espacio delhikikomori e intentar reincorporarlo a la sociedad de manera muy progresiva, mientras que los médicos occidentales piensan que hay que mantener una postura de firmeza e incluso actuar de manera directa forzando al hikikomori a abandonar su enclaustramiento.
Particularmente creo que ante un caso de este tipo los padres deben buscar ayuda especializada y no procurar una solución forzada que pudiera no solo no resolver el problema, sino incluso agravarlo.
jpm