Los estudios sobre Loma Miranda
Los Estudios de Impacto Ambiental (EIA) son elaborados a partir de un conjunto de términos de referencia, los cuales son establecidos por la autoridad correspondiente, en este caso el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, y los mismos deben cumplir con los estándares establecidos al respecto, o más bien el solicitante debe pasar la prueba, jamás actuar con el criterio de Jalisco, que “no pierde y si pierde arrebata”. Por tanto no puede pretender una multinacional minera que los EIA sean una especie de “patente de Corso” o un simple requerimiento para salir del paso; mucho menos puede acometer la vana y desfasada idea de que a sus cuestionadores los repelan lanzándoles el ejército o patrullas policiales antimotines, pues aunque en el pasado esos métodos le eran tolerados y soportados, a partir de la década de 1990, esos mecanismos de imponerse le podrían acarrear serias consecuencias. Acostumbrados a una vieja cultura de imposición y a la verticalidad de sus argumentos, bajo una batería de falsedades y una mina de mentiras bien entrenadas, hoy día ya carecen de vigencia; más bien son vistas como simples pataleos baladíes. Es por eso que los vemos desesperados en su aislamiento ante la sociedad dominicana, buscándose aliados portadores de serios cuestionamientos éticos en el orden empresarial, gente que no se adapta a su propia corriente de la libre competencia, sino que aún perduran en nefastas practicas monopólicas, empleando la propaganda mediática, a través de corrientes de opiniones manipuladas y el maniqueísmo de plumíferos desprovistos de escrúpulos morales. Constituye un atrevimiento por parte de la multinacional minera que pretendiendo pasarse de lista, invocando razones paupérrimas y revestidas de chantaje en un claro mensaje al Congreso Nacional, continua cada semana lanzando infundios, desempolvando una supuesta concesión otorgada por la añeja e inconstitucional tiranía que presidió Rafael Leónidas Trujillo, cuyos actos carecen de legalidad. El Parque Nacional Loma Miranda sobrepasa con creces todos los requerimientos contemplados en la Ley Sectorial No. 202 – 04 sobre Aéreas Protegidas. Basta con revisar el Articulo 7 de dicha legislación, en donde se establecen como objetivos de dichas áreas: “Conservar la diversidad biológica y los recursos genéticos”, “Proteger las cuencas hidrográficas y los recursos hídricos”, “Proteger especies silvestres endémicas y en peligro de extinción”, “Contribuir a la educación ambiental de la población”, “Proporcionar servicios ambientales a las generaciones presentes y futuras”. La misma legislación al referirse a su objetivo de manejo en el Articulo 14, con relación a los Parques Nacionales señala lo siguiente: “Proteger la integridad ecológica de uno o más ecosistemas de gran relevancia ecológica o belleza escénica, con cobertura boscosa o sin ella, para provecho de las presentes y futuras generaciones, evitar explotaciones y ocupaciones intensivas que alteren sus ecosistemas, proveer la base para crear las oportunidades de esparcimiento espiritual, de actividades científicas, educativas, recreacionales y turísticas. Reza el viejo refranero de que “el habito hace ley” y en este caso aparentemente esa fue la idea de adocenamiento que impuso en la subcultura de alienación la multinacional minera que estuvo amenazando con explotar yacimientos mineros en el interior del Parque Nacional Loma Miranda, la cual hizo todo cuanto le vino en ganas burlándose de las leyes, irrespetando a la población dominicana. Por eso todavía vemos a sus mensajeros decir “cosas veredes Sancho”. Que no insistan mas en pretender impedir que finalmente sea consumado el hecho de declarar a Loma Miranda como parque nacional. Este caso fue cerrado por el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a partir de la valoración de los recursos naturales existentes en este parque nacional, sus enormes aportes ecosistemicos, a partir de tomar en cuenta la conducta irresponsable frente al pasivo ambiental y de la amenaza que hubiera significado haber otorgado licencia para depredar. Lo más razonable es que las autoridades dominicanas formulen un llamado a la cordura y a la sensatez a los principales funcionarios de la multinacional minera, que respeten nuestras leyes, incluyendo la implacable exigencia que le deberá plantear el Estado Dominicano con relación al plan de remediación del pasivo ambiental acumulado durante más de 40 años, del que esta vez no podrá evadir sus responsabilidad la indicada empresa. Aun mas, resulta irrevocable la negativa de la figura que implica la Licencia Social, ya que todos los colegios y gremios profesionales, la Academia de Ciencias, las universidades UASD, UTESA, UAPA y UNICA, todos los ayuntamientos del Cibao Central, las organizaciones sociales, las iglesias, las cooperativas, los productores agropecuarios, en fin más de 150 instituciones manifestaron reacción de rechazo a cualquier tratativa por intentar hacer otro uso con Loma Miranda diferente a su preservación como Parque Nacional. Son tres sentencias emitidas por tribunales de la Republica instancias que advierten ante cualquier intención que procure actividad minera en este valioso tesoro de la Cordillera Central. Basados en la razón, inspirados en nobles principios de valoración de la vida y en el progreso de nuestros pueblos, hemos dado un ejemplo altruista de que no importaron cuantos millones de recursos fueron derrochados en compra de conciencia, en procurar retorcer la opinión pública, pago a escribidores por encargo y a plumas de alquiler. Cuando la población se empodera de temas que considera influirán en su vida colectiva, no hay fuerza capaz de vencer la verdad y la voluntad divina. Miranda no se negocia ¡¡¡¡