Los candidatos de mayo: sin propuesta migratoria

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EL AUTOR es dirigente deportivo y comunitario. Reside en Nueva York.

Históricamente, nuestro país siempre ha estado en el ojo de los desertores y necesitados haitianos, como su destino y norte favorito. Será por la cercanía o por lo blandengues, vulnerables y entreguistas que han sido los gobiernos dominicanos, especialmente a partir de 1996.

Los candidatos presidenciales conocen el gran problema que representa la invasión que por décadas venimos soportando y que hoy día, se torna peor que nunca. Pero, aparentemente, nada en lo absoluto le llama la atención a estos nuevos actores (los candidatos) que pretenden dirigir los destinos de la patria de Duarte.

Estos buenos para nada, no hacen el mas mínimo esfuerzo por enfocar sus proyectos, en el diseño de un plan serio y concreto para cuidar los 380 km que compartimos con los vecinos. Vecinos éstos, indeseados, aunque inevitables y que, por demás, siempre se niegan a respetar la frontera.

Ellos miran la invasión haitiana con la rabiza del ojo izquierdo, o sea que no les importa un comino; y yo me pregunto: si no les importa la frontera ¿por qué quieren gobernar o dirigir los destinos del país?

El desastre migratorio y la invasión que por tierra nos sigue llegando, en los vientres de miles de parturientas, que son atendidas en los hospitales nuestros y con nuestro presupuesto, sencillamente: no debiera pasar desapercibido para nuestros irresponsables candidatos; pero, sin embargo, si pasa.

Esta invasión que sufrimos, no es un simple movimiento migratorio de carácter humanitario. No, con ella nos llegan toda clase de calamidades y enfermedades, algunas de ellas ya erradicadas en nuestro país, pero que son endémicas de Haití.

A diario, por la frontera entran delincuentes comunes de todos los pelajes y nacionalidades, desde contrabandistas hasta criminales de todo tipo, violadores y asesinos. La desgracia que hoy vivimos es incalculable, así como también lo es, el costo en que incurrimos para enfrentarla.

Nadie tiene idea clara, ni datos matemáticos reales de cuánto gastamos al enfrentar esta catástrofe nacional.  Pero, a los aspirantes a dirigir el país nada les importa, y si no les importa, ¿qué pretenden hacer con nuestra nación?

Lo peor de todos es que, en el Estado dominicano se evidencia una vulgar complicidad, a tal punto, de brindarle en bandeja de plata los hospitales y escuelas a los invasores; en cambio, a nosotros nos lo niegan.

Pero, los que sueñan con vivir en la casa grande de Gazcue, a la sombra del presupuesto nacional, ni siquiera se enteran de esta mayúscula indolencia. Algo insólito ¿verdad?

No quiero ser un tipo malcriado, pero caray, ¿cuándo es que les llegará el momento a estos benditos candidatos para reaccionar y colocar como agenda de primera, el tema del desorden migratorio a que nos han llevado los gobiernos del 1996 para acá?

El Comandante en Jefe de las FFAA, no puede seguir actuando de manera ambigua frente a este avasallamiento, que bien podemos definir, como un genocidio contra el pueblo dominicano. Qué hable claro y preciso del por qué el desorden migratorio dentro de nuestro territorio, ¿por qué se callan cuando pandillas de delincuentes haitianos destruyen un destacamento policial sin que el Estado reaccione?

Este silencio infame de los aspirantes a la Presidencia -tanto los viejos como los nuevos- resulta imperdonable para los dominicanos que nos sentimos patriotas y herederos de Juan Pablo Duarte; y les preguntamos:

¿Que nos garantiza que ellos actuarán diferente si llegaran a ganar?

La Nación dominicana está desamparada y huérfana de autoridades con sentido de responsabilidad; y me voy más lejos, sin ninguna esperanza.  Yo exhorto a la ciudadanía civil y a la población en general, a que se arme y empodere de valores y espíritu duartiano. Porque de seguir las cosas tal como van, y mas temprano que tarde, nos espera otro enfrentamiento con los invasores haitianos.

La historia se repetirá, ellos nos seguirán invadiendo y nosotros tendremos que expulsarlos de nuestro territorio. Pero, ¿hasta cuándo sufriremos este calvario, dentro de nuestro propio país? Porque nosotros nunca hemos invadido el territorio haitiano, ellos son los que vienen a nuestro país.

A los candidatos presidenciales, que sean más serios, mas patriotas y mas nacionalistas. Que piensen en su país de forma visionaria, y que observen que el presidente estadounidense Donald Trump, por ejemplo, ganó su contienda en base a un planteamiento nacional y americanista.

fquinones505@gmail.com

JPM

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