La escuela pública tiene que ser rescatada de la inercia
El sistema educativo nacional tiene que ser modernizado. No es posible que la escuela padezca un atraso fundamental, al tiempo que está recibiendo los mayores recursos económicos en su historia. El salto impulsado por lo monetario no ha servido para mejorar la enseñanza.
Se tiene que comenzar con la reeducación de los maestros. La mayoría no está apta para impartir docencia. Se puede ver con claridad en las pruebas para la admisión de los educadores, donde casi todos fallan. Con ese personal es difícil poder impartir una docencia de calidad.
No son válidos las comparaciones del maestro de ayer, y el de hoy. En pocas ocasiones el tiempo pasado fue mejor. Siempre median de por medio circunstancias especiales y específicas.
El maestro de hace varias décadas era un ejemplo de anegación y deseo de superación. La mayoría eran empíricos y de vocación. Hoy la casi totalidad de los docentes salen de institutos especializados y universidades.
Pero se nota las fallas de preparación y una casi total ausencia de vocación. A la mujer o el hombre encargados de impartir enseñanza le interesa más el salario y los préstamos que cumplir con su trabajo. Es la dura realidad de ahora mismo en las escuelas.
Como dice un viejo refrán primero se tiene que pensar en la gente. Es al docente que hay que capacitar para que cambie la forma de enseñanza. Se invierten millones de pesos para que se construyan escuelas modernas, pero la hierro y el cemento no son suficientes para lograr la plena capacitación.
Para comenzar a trabajar tiene que haber armonía entre el ministerio de Educación y la Asociación Dominicana de Profesores. Siempre tienen posiciones contrapuestas. Pero son los dos responsables del sistema, y por lo tanto se debe dar el entendimiento entre ellos.
Hay que crear asociaciones de padres en todas las escuelas, y mantener una directiva a nivel nacional. Lamentablemente muchos padres no le dan seguimiento a la educación de sus hijos, y se conforman con enviarlos a las aulas, y esperar que les ofrezcan desayuno y almuerzo.
La escuela pública tiene que ser rescatada de la inercia donde se encuentra. Es vital mejorar los niveles de la enseñanza, adecuar los textos al siglo 21 y sobre todo que se recuerde que la enseñanza tiene que ser un sacerdocio y una vocación, y no un trabajo para simplemente cobrar a fin de mes.
jpm-am
Mejorar el magisterio -cosa dificil- y la culpa no es de ellos, es lo primordial.
Hay profesiones como ser doctor,enfermera,profesor/ maestro,curas o pastor evangélico,policía,guardia,marino,bombero,
etc.que requieren primero que todo,de vocación.Yo no estoy de acuerdo con la opinión de muchos entendidos en la materia,que dicen que de unas décadas hacia acá,a la carrera de magisterio,muchos la escoje por el salario y otros beneficios,hay muchos que sólo esas son sus motivaciones.Reconocemos,existen todavía buenos profesores
El maestro ha perdido el respecto que tenia en la sociedad hoy en dia a muchos les da verguenza decir que son maestros , con cada nuevo secretario de educacion viene con un criterio nuevo sobre lo que se tiene que hacer sin hacer estudio previo o saber si funciona.El maestro no tiene nada que opinar solo llenar la cartilla que se le pide.La politizacion de los gremios por parte de los partidos politicos echan a perder lo poco que queda.
Estudie en escuela publica mi primaria y la secundaria. Que pena que la educacion publica se haya degradado de tal manera que usted aprende mas en un ventorrillo del mercado publico.
Un problema es la política educativa que el MINER ha implementado que despersonaliza al maestro y lo convierte en un ejecutor de estándares alejados de nuestra realidad. Otro, que el que trabaja no tiene respaldo de las autoridades outsiders. Solo hay que ver el vacío en que han sometido al Liceo Secundario Juan de Jesús Reyes de Mao, su director fue enviado a su casa sin cometer falta y ahora se llama a concurso para otro director. REPONGAN ESE.
Muy de acuerdo con usted, esa es verdad, aunque no se quiera reconocer, algunos profesores cometen falta ortográfica hasta hablando, es lamentable.