La deuda externa y el déficit fiscal
Al parecer, ya nadie menciona la magnitud del déficit fiscal que continúa siendo una constante en nuestra economía. Durante el año 2020, el déficit fue según el Ministerio de Economía de aproximadamente un 9,3 por ciento. Creemos que este nivel de déficit es un gran llamado a lo que nos espera en el horizonte.
De hecho, continuar con un crecimiento del déficit y al mismo tiempo un continuo crecimiento de la deuda externa sin tener un aparente interés y sin analizar cuáles son los pasos necesarios, que eventualmente deberán ser tomados en cuenta, ya que habrá una aceleración del índice de precios al consumidor, es decir, de la inflación como lo demuestra la presente realidad.
Los niveles del déficit fiscal son preocupantes y en consecuencia se podría esperar aumentos de la tasa de interés. De suceder ese aumento afectará el pago de los servicios de la deuda externa y será muy tarde para indicar que la deuda es insostenible.
Existe el dilema de que será necesario mantener el nivel de gasto, dada la necesidad de continuar prestando atención a la pandemia del Covy19. En nuestra humilde opinión, se deberá vacunar a toda la población, a fin de terminar con el coronavirus-19. De no ser así, el Covi-19 permanecerá, particularmente en los estratos de la población más vulnerable.
Hay que destacar, que previo a la pandemia del coronavirus, el gobierno anterior aprobó presupuestos deficitarios que fueron financiados por aumentos de la deuda externa, estuvieron por encima de lo que el país pudiera haber sido capaz de tomar empréstitos en una década.
Nuestro país se enfrenta a problemas estructurales en término de presupuesto. Esos problemas se agudizarán y se perfila en el horizonte que ni muy tarde ni muy temprano, el país tendrá que ir al Fondo Monetario Internacional, a fin de buscarle solución a las debilidades estructurales que posee la economía del país, ya que en lugar de tratar de resolverlos no se han dedicado a su análisis.
En ese sentido, la política del gobierno es la más facil, continuar tomando prestado sin dedicarle mucha atención a los bancos multilaterales de financiamiento.
Por otra parte, antes de la pandemia del coronavirus, los que hoy critican al gobierno de Abinader, los legisladores del gobierno anterior, aprobaron leyes de presupuesto durante su periodo que añadieron un elevado nivel de déficit como hemos mencionado anteriormente. Dichos presupuestos fueron por encima de lo que ese gobierno tenía planeado aumentar la deuda externa y en función de las aportes hechos por el Banco Central sin ningún tipo de responsabilidad presupuestaria.
En cuanto a los problemas estructurales de la economía dominicana, dichos problemas se convertirán en un serio desafío y serán temas a discutir, pero el tiempo de hacer reparaciones en la casa sería cuando tengamos un sol brillante, como los observadores del presupuesto recuerden a los países como el nuestro en el período de la presente recesión.
Al parecer, el gobierno actual reniega oir este tipo de comentarios ya que en lugar de poner la casa en orden, prefieren que el deterioro de la situación aumente. Por lo tanto, como nuestra economía necesita aumentar el gasto se hace necesario diseñar un plan para adquirir las necesarias vacunas y los aparatos que permitan mejorar la respiración, las facilidades de atención a los niños y las necesidades de la población más vulnerable.
Existe la percepción que los hacedores de políticas públicas harán muy poco en lugar de mucho, para prevenir un daño permanente a la capacidad productiva del país, dado que ha estado dejando de lado la necesidad de más ayuda. Estaríamos de acuerdo que deberíamos poner el presupuesto en una tendencia a la sustentabilidad.
Estamos concientes de tomar el déficit de buena fe. Sin embargo, debemos tomar en cuenta las nuevas preocupaciones acerca de los déficits. En ese sentido lo que debemos hacer, para poner el presupuesto en una tendencia de sostenibilidad es dedicar los recursos necesarios, para atender la pandemia, proveer de estímulos a la población pobre y hacer un programa de inversión de largo plazo que genere crecimiento a la economía y que beneficie a las actuales generaciones.
Fracasar por no hacer lo necesario, que permita resolver el tema de la pandemia y el daño económico que ha causado, nos dejará en peor situación fiscal. No es el momento para pensar en los problemas presupuestarios de largo plazo, sería cuando un rayo de luz brotara de las nubes.
Asimismo, lo más astuto sería actuar en llenar un gran horizonte, pensando en grandes proyectos como asi se percibe en el gobierno. Si algo está claro es que tan pronto el gobierno asumió ha pretendido que no les interesa el tema del deficit fiscal.
Creemos necesario, que el Ministerio de Economía lleve a cabo esfuerzos que permitan reducir la desigualdad social, adoptando un programa de recuperación enfocado en la creación de empleos en manufacturas y energías limpias.
Estamos viviendo en un sistema económico donde cada vez los ricos son más ricos y los pobres cada vez más pobres, de ahí el estado de violencia que existe en el país, provocado por la ausencia en la generación de empleos.
Debemos reconstruir nuestra economía, de forma tal que dicha economía sea capaz de crear más prosperidad para más personas y asegurarnos que nuestros trabajadores puedan competir en una cada vez más competitiva economía global.
Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) de las Naciones Unidas, advierte que se avecina una recesión global que hará que el PIB de la región decrezca, el desempleo aumente y millones de personas se sumen a los índices de pobreza
lo que estaban en el poder se fuenon rico y lo que entraron que uste que quiren hacer la clase politica dominicana ya no funciona y el pueblo duerme