La ciudad de la mujer
La violencia contra la mujer se ha convertido en una amenaza criminal que ya en lo que va de año le ha quitado la vida a decenas de mujeres y ha dejado en la orfandad a cientos de niños y niñas en nuestro país. El machismo promovido en diferentes estamentos de la sociedad ha creado una cultura de un hombre capaz de asesinar a su pareja por cualquier motivo. Creemos llegado el momento de construir valores que fortalezcan la tolerancia en el hogar. Pero al mismo tiempo entendemos que hay que erigir instituciones que permitan la prevención de la mujer acosada y en situación de extremo peligro ante la amenaza de uno de estos minotauros que a su paso únicamente dejan una estela de sangre, luto y lágrimas en personas inocentes. Por el incremento de casos de mujeres vilmente eliminadas se hace perentorio hacerle frente al problema del terror en contra de las féminas. Las altas estadísticas de mujeres víctimas de la violencia machista es un desafío para las autoridades. De ahí que consideremos de alta prioridad y llegada la ocasión para la construcción de La Ciudad de la Mujer, proyecto que vendría a ser un gran paliativo y una barrera protectora ante este flagelo perverso y ruin, en donde ninguna persona de sexo femenino está a salvo frente a la amenaza mortal y abominable del machismo, el cual no se detiene en clase social, credo ni religión. La Ciudad de la Mujer vendría a convertirse en un valladar entre una mujer en riesgo de ser ultimada por un vil enajenado mental, que a la vez es víctima de la basura que le introducen en el cerebro todos los sectores que le rodean. El proyecto está siendo aplicado en algunos países latinoamericanos y ya comienzan a verse los resultados positivos. La Ciudad de la Mujer contaría con el apoyo y la participación de por lo menos quince ministerios gubernamentales, los cuales estarían en la obligación de poner en prácticas políticas que fortalezcan la protección y el desarrollo integral de nuestras mujeres en todos los aspectos. La Ciudad de la Mujer sería una salvaguardia de la integridad y el derecho de todas las mujeres. Allí se elaborarían estrategias de prevención y sanción hacia la violencia que golpea las hembras. La Ciudad de la Mujer sería el lugar de acogida de damas en alto riesgo de violencia. Antes que hacer casas de acogidas en cada provincia como plantean algunos erróneamente, es mejor un lugar ultra seguro, como lo sería La Ciudad de la Mujer, ya que hay grupos en comunidades capaces de agredir un destacamento policial en estas localidades, ¿y no estarían aptos estos forajidos para incinerar una casa habitada por damas? Es mejor construir una o varias fuertes, y no muchas débiles. Y como la cultura machista aprovecha la dependencia económica de la mujer para someterla a su dominio, La Ciudad de la Mujer fungiría como institución crediticia y al mismo tiempo sería una escuela para el sector femenino emprendedor, otorgando facilidades y capacitando con asesorías, paneles, charlas, etc., a nuestras mujeres que se enrumben por senderos de superación personal. La Ciudad de la Mujer dotaría de modernas guarderías infantiles a la mayoría de las provincias del país, las cuales les permitirían a madres solteras o a esposas empleadas que tienen que asistir a sus trabajos y necesitan de ese servicio, dejar sus vástagos bajo el cuidado de personal experto. Pero igualmente, La Ciudad de la Mujer sería un faro de luz de la cultura del respeto hacia las féminas, y desde sus entrañas se educaría a la sociedad que está imbuida de anti valores, para de esa manera vencer la cultura del machismo dominicano, el cual está promovido y dirigido por muchas instituciones dominicanas, comenzando por la familia, pasando por educativas, y terminando por muchos mass medias, que parece ser que su único objetivo es presentar un prototipo de mujer como objeto sexual y comercial. Se hace necesario la construcción de La Ciudad de la Mujer como respuesta al alto índice de violencia en contra de las mujeres. No son suficientes los paliativos hasta ahora ejecutados por las autoridades para acabar con este flagelo letal. A grandes males, grandes remedios. Es una necesidad imperiosa la edificación de este recinto de reivindicación de nuestras mujeres. No lo posterguemos.