La Ciguapa o el mito de la convención impuesta al PRD
De niño, como toda mi cohorte, escuché hablar profusamente de La Ciguapa, criatura mítica femenina descrita y analizada con tantos detalles y tal convencimiento por los campesinos de mi región, que parecían haber convivido largo tiempo con ella. Puede afirmarse que pocas leyendas han alcanzado tanto arraigo y expansión como esta. Aunque La Ciguapa es un personaje típico de la zona rural, especialmente en las regiones montañosas, de la República Dominicana, también se habla de ciguapas en Cuba. Tal vez la leyenda fue llevada por dominicanos que fueron a luchar por la independencia de esa isla. Las primeras referencias del origen de la Ciguapa datan del 1866, con el relato “La Ciguapa”, escrito por el escritor dominicano Javier Angulo Guridi (1816-1884).Pero la leyenda fue difundida no sólo coloquialmente, de boca en boca, sino también en distintas anécdotas y trabajos posteriores. El Diccionario de Mitos y Leyendas del Equipo NAYA comparte en su portal digital un trabajo de Elvis Nicolás García, describiendo La Ciguapa como sigue: “Las ciguapas son extrañas mujeres salvajes que habitan en las montanas y poseen poder mágico. Son de tez morena, de ojos negros y rasgados, de pelo suave y lustroso, tan largo que es la única vestimenta de su cuerpo a la intemperie. En algunas regiones los campesinos dicen que son diminutas y de cuerpo desproporcionado; otros que tienen las piernas largas y delgadas; algunos afirman que son velludas y unos pocos que están bellamente emplumadas.”(pág.1) De generación en generación se ha transmitido la idea de que las ciguapas son bellas, cazadoras y ariscas; otros dicen que son tan libertarias que si se les pone en cautiverio mueren de pena; escuché también decir que, por las noches, suelen salir a buscar caminantes, a los que embrujan, aman y luego matan. Hay quienes afirman que las ciguapas cabalgan de madrugada en los llanos de las montanas; se dice que hacen trenzas en las crines y las colas de los caballos, y suele afirmarse que la forma de atraparlas es “un día de luna creciente con un perro jíbaro y cinqueño”. El periódico El Nacional (2010), en un trabajo sobre las leyendas de las ciguapas, recogió descriptores que las presentan, en unos casos, como de pequeña estatura y con cuerpo desproporcionado, y en otros, como de piernas largas y delgadas, y no faltan los que afirma que son de piel azul. Pero la caracterización más coincidente entre todos los que de ella hablan, es que La Ciguapa es una criatura similar a una mujer india, con ojos negros rasgados y con el pelo negro, suave y lustroso; que camina con sus pies vueltos al revés, dejando huellas opuestas al rumbo al que se dirigen (Wikipedia 2014). Un día cualquiera, después de haberlo escuchado hablar con tanta seguridad y con tantos detalles sobre La Ciguapa, pregunté a Servio, primo de mi padre que solía visitarnos a prima noche mientras mis padres visitaban a mis abuelos maternos, dónde había visto él ciguapas. Dando vueltas a su cigarro entre los dedos, como construyendo honestidad, afirmó, para mi sorpresa: “Yo mi’mo no l’e vito, sobrino”. Me invadió la duda y, en lo sucesivo, siempre que pude repetí la pregunta a los mayores, para descubrir con los años que a La Ciguapa nadie la había visto, ni siquiera sus descriptores mas detallistas. Qué tiene que ver esta evocación con la convención del PRD?. Ahí voy: Hace unos meses, cuando la buena voluntad de tantos demócratas dominicanos (perredeistas o no) albergaban la esperanza de que se acercaba una convención democrática en el Partido Revolucionario Dominicano que daría solución a la crisis interna de la organización, escribí un artículo titulado “Una cosa que no es, llamada Convención del PRD”, convencido como ya estaba de que ello no ocurriría. Para entonces, un buen compañero y mejor amigo me acusó de pesimista. Hoy, más convencido que ayer, porque está más estacionaria que ayer la correlación de fuerzas internas entre el grupo en control de la franquicia y la Corriente Mayoritaria del PRD, puedo afirmar, en ausencia de toda duda, lo siguiente: La convención pautada para el PRD es como la Ciguapa, una cosa extraña de la que todos hablan, pero que nadie ha visto y nadie podrá ver; que no fue, que no es y que no será, porque de hacerla, el sector minoritario que la pensó y administra tendría los mismos resultados, y a un costo mayor, que entregar voluntariamente el partido que, políticamente, hace tiempo perdió. P.D. Acabando de escribir lo que publico, llegó la información sobre la chiquitolindización del padrón. Ahora estoy más convencido aún. Elvis Nicolás García (s/f), LA CIGUAPA, en el Diccionario de Mitos y Leyendas – Equipo NAYA. Recuperado el 20 de junio de 2014, de:https://www.cuco.com.ar/ciguapa.htm En Nacional (2010). Las leyendas de las ciguapas. Recuperado el 20 de mayo de 2014, de: https://elnacional.com.do/las-leyendas-de-las-ciguapas/WIKIPEDIA, La enciclopedia Libre (2014). CIGUAPA. Recuperado el 20 de junio de 2014, de: https://es.wikipedia.org/wiki/Ciguapa