La alianza de los traidores (OPINION)

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El autor es escritor y periodista. Reside en Estados Unidos

“La política a menudo se convierte en un juego de buscar culpables, donde las soluciones son más un reflejo de intereses propios que de verdaderas respuestas a los problemas de la gente”.

Los acuerdos entre los cuatro líderes políticos en la República Dominicana (Luis Abinader, Hipólito Mejía, Danilo Medina y Leonel Fernández) se podrían calificar como una alianza que traiciona el país para favorecer a una minoría, y por ende, poner una sobrecarga; que sin dudas, afecta los intereses de la Patria a merced de superfluas intenciones dirigidas a proteger los intereses de unos pocos y continuar sepultando el bienestar que le corresponde a la mayoría.

Algunos entendidos en materia política valoran las iniciativas del presidente Abinader con el argumento de que estos supuestos acuerdos priorizan intereses personales o partidistas sobre el bienestar general del país y sus ciudadanos; sin embargo, otros allegados a los partidos que dirigen esos “líderes de barricadas” defienden dichos pactos bajo el argumento de que están buscando la estabilidad política y beneficios a largo plazo, cuando real y efectivamente dichas reuniones no han aportado nada al sustento y la economía de la nación.

Como ciudadano dominicano veo con preocupación cómo el manejo del estado dominicano está siendo marcado por la corrupción y la persecución política. Por ejemplo, durante las gestiones del expresidente Leonel Fernández (1996-2000, 2004-2008, y 2008-2012), se denunciaron casos de corrupción y malversación de fondos públicos que nunca fueron investigados ni sancionados, generando estos una sensación de impunidad y falta de transparencia en el gobierno.

Hipólito Mejía (2000-2004), por su parte, enfrentó críticas debido al mal manejo de la economía y la seguridad ciudadana, visto que durante su mandato, la delincuencia y la violencia aumentaron significativamente, poniendo en entredicho la calidad de vida de un alto porcentaje de los ciudadanos, además de la gran cantidad de casos de corrupción y nepotismo en su gobierno.

De igual manera, cuando Danilo Medina (2012-2020) asumió la presidencia, se esperaban cambios significativos en la forma de gobernar el país y en contraposición a lo esperado por los ciudadanos en sentido global, la corrupción y la persecución política continuaron siendo un problema, donde opositores políticos fueron perseguidos y acosados por el gobierno, generando un clima de miedo y represión.

La política del garrote, la represión, la corrupción, el nepotismo, la complicidad y el soborno han seguido su curso por el camino sombrío con la asunción en el poder (2020-2024 y 2024-2028) del presidente Luis Abinader, mandatario en el que los dominicanos depositaron la confianza para ver cambiado el país; sin embargo, seguimos por el mismo derrotero.

 Estos alienados factores, dadores de consecuencias nefastas, tienen al país al borde de una revuelta social. Cuando el presidente Abinader intente buscar una salida para resolver el problema podría ser demasiado tarde.

Anteriormente, los dirigentes de las principales parcelas políticas se consideraban enemigos; en tal sentido, hoy se muestran consecuentes y aúnan esfuerzos para favorecer a un minúsculo sector empresarial que en aras de no cumplir con lo establecido en la Ley Laboral prefiere hacer contratos leoninos con la comunidad haitiana bajo los alegatos de que la economía está paralizada por falta de mano de obra.

“La patria no espera y debemos salvarla”. ¿Cómo podríamos lograrlo?, respondiendo de manera contundente a las pretensiones de este grupo de empresarios protegidos por Luis Abinader, Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina, quienes juntos han creado “La Alianza de los Traidores” para seguir irrumpiendo la tranquilidad de los dominicanos y catapultando el país por encima de sus derechos.

“La Alianza de los Traidores” está muy relacionada en cómo estos “líderes políticos” han manejado el país en diferentes momentos y cómo sus decisiones han impactado a la población, por lo que, en el actual momento, la política dominicana se podría definir como compleja, debido a su mal manejo, donde incluso su vinculación con el narcotráfico tiene en juego la estabilidad democrática del país.

“Llegó el momento de agarrar la sartén por mango y el mango también”, porque la verdadera riqueza de una sociedad se mide por la dignidad y el bienestar de sus miembros más vulnerables. Al parecer: “Los entendidos no entienden, cuando suelen entender, solo se entienden con quienes a ellos los entienden”.

jpm-am

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ASURBABIPA
ASURBABIPA
4 meses hace

ESOS LIDERES QUE USTED DESCRIBE TIENEN DUEÑO «ALIANZA PUBLICO PRIVADA»

el baro d
el baro d
4 meses hace
Responder a  ASURBABIPA

si en manos de eso lideres esta el futuro del pais estamo judido.