Jerarquía Iglesia Católica se deja rodar por pendiente antinacional

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EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.

Al naturalista francés Georges-Louis Leclerc se le atribuye la frase “El estilo es el hombre”, lo cual define el comportamiento de la persona al actuar en determinados ámbitos, es decir, que es posible, inclusive, variar el fondo, mas no la forma.

De ahí que resulte bastante complejo enmascarar la actuación, pues el estilo traicionará la intención. Más o menos se pudiera aplatanar la cuestión en ese espíritu, lo cual ha sido tratado por otros pensadores a lo largo de siglos.

Fuera del estilo referido a la manera de escribir o expresarse oralmente, está también la forma cómo asumimos determinada tarea. Aquí también, “el estilo es el hombre”.

En este renglón se inscribe el temperamento de la jerarquía eclesiástica actual, cuyos exponentes se alejan un mundo de sus predecesores a la hora de abordar cuestiones de gran calado como es la defensa de la soberanía y los intereses superiores de la República Dominicana.

Es frecuente escuchar, como reacción a posiciones de la Iglesia, que a esta le hacen falta exponentes de la estirpe de Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez cuando ostentaba la máxima representación del clero.

Sin apartarse de la doctrina social de la Iglesia, en cuanto a la defensa de los más necesitados en todo momento, a nadie se le ocurriría siquiera suponer que el cardenal se pondría del lado de los intereses creados contra nuestro país, para asumir la causa haitiana.

Amnistía Internacional (AI) es una organización no gubernamental que recibe financiamiento de diversas fuentes, algunas de las cuales también pasan recursos a grupos pro haitianos que tienen hachas afiladas contra la República Dominicana.

Faltan voces

Cuando vemos que la jerarquía de la Iglesia se deja rodar por esa pendiente antinacional—queremos asumir que de buena fe—necesariamente tenemos que expresar: ¡qué falta hacen voces patrióticas como López Rodríguez, Mamerto Rivas, Polanco Brito, entre otros, para defender la nación desde el púlpito!

Cada cual en su aquí y ahora, pudiera argumentar alguien en defensa de las presentes voces de la Iglesia. Y es cierto, pues cada etapa genera su propia dinámica.

Sin embargo, los intereses del país no son episódicos, sino que, del mismo modo que la Iglesia es el poder permanente, la causa nacional también es permanente. Que me disculpen mis amigos en la Iglesia, pero, primero lo nuestro.

Nelsonencar10@gmail.com

jpm-am
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JUAN BOSCH
JUAN BOSCH
4 meses hace

SI LOS DOMINICANOS NO FUERAN TAN PENDEJOS,NO FUERA UNO SOLO A ESO LUGARES DE VENDEDORES DE FE QUE LE LLAMAN IGLESIA CATOLICA

Luis de NY
Luis de NY
4 meses hace

Nelson. Los haitianos no son los que nos van a quitar nuestras nacionalidad, sino son aquellos, los cuales deciden, cuando y quien puede hacer un puerto, O donde, y donde se puede hacer inversión en el país. Quien puede explotar los minerales. En la política, quien va o no ser presidente. Ejercen los haitiano ese poder en RD?

Akiel
Akiel
4 meses hace

La Iglesia Católica es un parásito incrustado en la nación Dominicana, que se chupa y controla el presupuesto nacional en materia de educación y en las Fuerzas Armadas a través del Concordato y del Vicariato Castrense. Su sueño es fusionar a la R.D. con el estado tribal haitiano. Ya lo hizo cuando pactó con el Boyer para que invadiera la parte Este de la isla, a cambio de protección contra la orden de confiscación de sus bienes dada España.

Socram
Socram
4 meses hace

De acuerdo !!!!

Freddy pin
Freddy pin
4 meses hace

Esos son unos vividores de la fe. A ellos se les olvida el refran, <>primero RD y despues Haiti.