Insistiendo en lo mismo…
Creemos que por más que toda la oposición –arrastrada por una minoría política-electoral ofuscada y levantisca- se haya prejuiciado, como se evidencia, contra la Junta Central Electoral (JCE) y, en consecuencia, todo le huela-quiera “auditar hasta el lapicero…” -pero no cuando es favorecida-; sin embargo, no se puede negar que el país dejó atrás el fantasma del “fraude electoral”, y que lo que si prevalece es un clientelismo político-
Y da pena, pues hace mucho tiempo la JCE gozade un bien ganado reconocimiento regional, e incluso de modelo de gestión electoral. Sin embargo, y al ritmo de esta batahola coyuntural de reclamos -válidos o no- y del síndrome o psicosisdel que se espanta hasta de su propia sombra, se ha tirado por la borda ese trecho institucional recorrido, incluso por quienes –partidos y líderes-mas aportaron, y todo, aparentemente, en aras de eclosionar una coyuntura política-electoral porque duchos actores políticos –con énfasis en una minoría ofuscada- no han sabido trasmutar derrotas recientes ni pasadas. Es como sobreponer el interés particular por encima del interés nacional; y, de paso, querer enrumbarnos por etapas oscuras ya superadas de nuestra historia contemporánea.
La ganancia de esa sinrazón o, uso del “fraude electoral” como chivo expiatorio para justificar no lograr “mayoría electoral”, no logramos entenderla en tanto descalificación-descrédi
La oposición política sensata -a propósito, ¿por dónde andará?-
Por ello, pienso, hay que desterrar, de cuajo, esaarraigada cultura del líder-partido o del que se creeaspirante eterno-insustituible en desmed
El país, entonces, que esté conteste y al unísono, cual “Jalisco no te rajes”, pues le será necesario.
JPM