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Indeseable invasión haitiana pacifica
Cual drácula hambriento y sediento de sangre, resurge nueva vez la eterna trama internacional contra la República Dominicana y a favor del ateo pueblo haitiano, ahora flechado y anunciado por la insolente canciller canadiense, otra pretensión cobarde, aviesa y despreciable desde su concepción hasta su anunciación.
Ahora el gobierno del Canadá concibió la idea malsana y rastrera de instalar en las cercanías fronteriza, pero en territorio dominicano, módulos u oficinas de acopio de armas, inteligencia y apoyo a la policía de Haití, a fin de ponerla en mejores condiciones para enfrentar con éxito a las pandillas externas e internas al régimen de ese conglomerado humano, abatido por siglos por el vudú, el odio, la irracionalidad, el saqueo internacional, la depredación interior de sus riquezas, el desamor y el satanismo.
La pretensión canadiense, de ahora, es una copia infeliz y patentizada por las tres principales potencias económicas beneficiarias de la ignorancia, pobreza y bienes haitianos durante más de 2 siglos, Estados Unidos, Francia y Canadá. Su única receta para “ayudar a Haití”, es pretender hacerlo desde nuestro territorio, o presionarnos u obligarnos a resolverlos nosotros.
Ni una cosa ni la otra puede hacer el gobierno dominicano para resolver los grandes y graves problemas haitianos, en desmedro de nuestra paz, seguridad, desarrollo y de la misma subsistencia dominicana. No podemos suicidarnos, primero, para que los haitianos vivan bien después. Lo único que debemos seguir haciendo, como hasta ahora, es ser solidarios con ellos, según nuestras posibilidades económicas y sociales.
Por suerte, que esta vez como en otras tantas, nuestro presidente y líder, Luis Abinader mató en el vientre la criatura perversa engendrada por la contenta y desafortunada canciller canadiense. Por suerte para el país, el gobernante dominicano tiene clara conciencia de su rol patriótico y de su sagrado e innegociable compromiso constitucional de defender, a toda costa, nuestra integridad, nuestra soberanía y la supervivencia de la dominicanidad.
Esta canallada se parece a los intentos del 1994 y otros más recientes, de instalar aquí campos de refugiados haitianos con el financiamiento de la comunidad internacional. Aquello no se les permitió, y esto tampoco.
Si las Naciones Unidas, Estados Unidos, Francia, la Unión Europea y Canadá, desean efectivamente, ayudar a Haití a salir de su lastre de pobreza y criminalidad, magnifico, pero que lo hagan desde el interior de su territorio, ¿o es que le tiene miedo a su situación actual?
En 200 años, nuestro país fue invadido militarmente en 7 ocasiones, en una de ellas fuimos gobernados y subyugados por 22 años ininterrumpidos, prácticamente fuimos borrados del mapa, y nadie externo nos auxilió y ayudó a liberarnos del maldito yugo haitiano. Fue la idea sacrosanta y libertaria de Duarte, Sánchez, Mella y Luperón, que encendieron la chispa y blandieron el sable valeroso para decapitar a los invasores haitianos del 1822.
Ahora nos arropa una indeseable invasión haitiana pacifica, sin armas, pero con las mismas perversas intensiones para el futuro inmediato, de arrebatarnos nuestra patria con la aviesa ayuda y complicidad de las Naciones Unidas y algunas potencias económicas occidentales.
Debemos estar conscientes de que el 20% de la población haitiana está aquí, viviendo en suelo dominicano, y si les permitimos otro 20%, nos quitarán el país, esta vez para siempre. Eso lo sabe nuestro presidente Luis Abinader, por lo que apuesto, como lo viene demostrando que nuestra soberanía, nuestra nación no se vende, no se intercambia por un millón de turista canadienses, por unos cuantos prestamistas franceses y estadounidenses, lo que debemos pagar con intereses cada año.
No, jamás, nuestra dignidad y soberanía nacional no puede ser parte del juego geopolítico y de las intenciones de mentes siniestras y de hombres y mujeres que no persiguen la justicia social, el amor, la equidad, la sana convivencia y el bienestar común de los pueblos.
Para mí solo procuran imponer su agenda dominante, esclavizante y segregacionista, Pero aquí no triunfarán, con la ayuda de Dios y la determinación y decisión inquebrantable de los mejores dominicanos de hoy y del porvenir. Punto
jpm-am
Es lamentable que un mulato seudo intelectual, que no conozca en el tiempo que actuaron los próceres de la tierra, donde el Sr. Perez dice, que el nació. Sr. Perez. Porque usted antes de escribir tantos disparates histórico, no estudia la historia de la isla. Sr. Perez. En 1822 la RD. no existía, ni pudo haber existido. Investigue, cuando nace el ideólogo de formar una Rep. con el nombre de RD.La emidracion haitiana es una necesidad para el pais,
dicha emigración es el soporte de dos renglones de la economía dominicana, la construcción y la agricultura. Además, Haiti es el segundo socio económico de RD. Por otro lado, no podemos olvidar, que nosotros los dominicanos tenemos 3.5M de emigrantes rodando en el mundo.
EN NINGUN PAIS DE ESTE MUNDO ACEPTAN HAITIANOS IEGALES POR LO QUE SON: ILEGALES INVASORES, Y PEOR ERES TU, QUE EN VEZ DE TRATAR DE AYUDAR A TU GENTE, EN HAITI, COMO SIEMPRE, INTENTAS SIN LOGRARLO DEFENDER LO INDEFENDIBLE, JUSTIFICAR LO INJUSTIFICABLE Y ESO ES RECLAMAR O EXIGIR DERECHOS POR VILOAR LA LEY DE MIGRACION DOMINICANA 285-04.
ASI PIENSA NUESTRO PRESIDENTE LUIS ABINADER:https://www.youtube.com/watch?v=lyBuVSs2_5c
Sr. Germán, el primer traicionero de los dominicanos es tu gobierno, dejese de payasadas, tu eres bocina del gobierno, y el mas responsable de lo que pasa con el problema haitiano es tu lider, el inepto traicionero inhumano luis abinader.
Caballero, contrario a lo que usted expresa, yo apoyo totalmente los señalamientos que hace el autor de este artículo, por ser sinceros y patrióticos.
Invasion pacifica se le llamo hace 50 años, hoy es una franca ocupacion y aunque pacifica, ocupacion.