Haití y sus desafíos (OPINION)
Haití enfrenta desafíos grandes que a la vez son extremadamente complejos y que han persistido durante décadas; como la inestabilidad financiera y política que desembocan en guerras civiles y estas luego finalizadas mutan en bandas o pandillas armadas que controlan distintos territorios.
La pobreza extrema, la corrupción y la falta de infraestructura básica son trabas que le impiden cierto desarrollo.
Sin embargo, describir al país como “sin solución” es ser pesimista, algo que los dominicanos jamás podemos aceptar.
Dado que si Haití no avanza es un bacalao en nuestra espalda.
Se han hecho y reconozco los esfuerzos locales e internacionales por mejorar su situación.
Aunque en teoría, algunos países han presentado su propuesta de colaboración y solo la República Dominicana durante décadas ha mostrado solidaridad efectiva.
Hay factores clave en la crisis de Haití que voy a mencionar, pero primero haré referencia sobre algo que escribió Jean Bertrand Aristide, el peor presidente haitiano, cuando habló de dos tipos de esclavitud, yo le llamo pobrezas, al describir en su narrativa histórica que: “En 1804, Haití se convirtió en la primera república negra de la única revolución de esclavos llevada a cabo con éxito en el mundo”.
Este ex-sacerdote que peor ser humano no pudo ser, al escribir sobre su país nos muestra a Toussaint su libertador como el “líder indiscutible que trazó el rumbo de ese acontecimiento histórico”.
Lo menciona como un “esclavo cuyo nombre constituye hoy un símbolo intemporal de la libertad: Toussaint L’Ouverture”.
Nos explica el autor que: Los escritos que dejó, sus memorias y cartas, y la Constitución que redactó permiten comprender su legado político, teológico y económico.
Para nosotros, cito al autor. “seguidores, de los pasos de Toussaint, los documentos que escribió nos plantean tres preguntas capitales: 1) ¿Hasta qué punto se liberó Toussaint a sí mismo no sólo de la esclavitud física, sino de la esclavitud mental con respecto al sistema colonial que combatió?
“En 2do lugar, en el plano teológico, ¿ofrece el legado de Toussaint una línea de liberación que se pueda poner en práctica hoy en día? Y, finalmente, ¿el cumplimiento del legado social y económico de Toussaint nos permitiría erradicar la pobreza, la versión moderna de la esclavitud, y avanzar hacia la libertad real”?
Jean B. Aristides; juiciosamente usando presupuestos y paradigmas psicológicos hace una extraordinaria revelación que él cómo presidente no se aplicó para separarse de ella; los dos tipos de pobrezas.
Y sigo citando: “Desde el comercio transatlántico de esclavos hasta el actual sistema global de esclavismo económico, una amplia variedad de agentes han contribuido al mantenimiento del colonialismo.
Aquellos a los que yo llamaría esclavos mentales, los colonizados que no obstante defienden los intereses de los colonizadores blancos, han desempeñado siempre un papel crucial en la perduración de esclavitud, entonces y ahora”. (Toussaint L’Ouverture. La Revolución Haitiana. Págs: 8-9)
Al leer este libro reflexiono para conocer la mentalidad histórica del pueblo haitiano y afirmo que todavía no han podido superar la pobreza mental que su ex presidente subraya al hacer una especie de juicio histórico a su libertador.
Ahora enumero los factores clave que impiden el desarrollo haitiano.
1ro)- Inestabilidad política: Haití sufre y ha sufrido numerosos golpes de Estado, parlamentarios y militares, que provocan cambios de gobierno sumiéndose en la profundidad del caos militar e institucional; hechos que han dificultado la continuidad de políticas públicas efectivas para desarrollarse.
2do)- Lo anterior explica el Magnicidio de Jovenal Moïse.
Este recordatorio nos lleva a citar lo dicho por Aristide: “esclavitud mental” que podemos intercambiar por “pobreza mental”.
3ro)- Crisis económica y financiera: “según el Banco Mundial; cerca del 90% de los haitianos viven por debajo del umbral de la pobreza, y casi un tercio de ellos en la pobreza extrema”.
Esa sola cifra obliga a los dominicanos a no cruzar los brazos en los foros internacionales ni tampoco internamente.
Y tiene que preparar para entender por qué ellos cruzan a República Dominicana y el por qué son reclutados para todos tipos de trabajo con salarios bajos y con acceso limitado a servicios básicos como salud, educación y agua potable en su país, presionando el presupuesto dominicano.
4to) – La Corrupción y debilidad institucional: La corrupción, -que es un mal humanos-, en Haití es generalizada erosionando la confianza pública e internacional.
Esto es otro factor de desafío que limita la capacidad del gobierno para gestionar recursos financieros de manera eficiente para los programas de desarrollo, por su carencia de credibilidad.
5to)- Los desastres naturales en Haití han agudizado y acelerado altamente la desesperanza, el desconsuelo y la violencia.
Que por la falta de un ejército profesional imposibilita las eficientes tareas en distintas áreas.
6to)- La Injerencias extranjeras: durante su larga historia, Haití ha sufrido varias intervenciones extranjeras que, en muchos casos, han contribuido a su inestabilidad y deterioro.
Pero al señalar esos puntos y sin hacer referencia a una cloacal clase política y empresarial haitiana.
La pregunta sería: ¿hay esperanza?
Y reflexiono: en que las iniciativas auspiciadas por la Naciones Unidas, la OEA, y otras organizaciones internacionales y subregionales que auspiciaron el envío de tropas Keniana y de otros países sería la respuesta a la pregunta de ¿si hay esperanza?.
¿Pero podemos creer que el despliegue de 5 mil policías podrán controlar a exmilitares y policías convertidos en pandilleros bien armados?
Es cómo para dudar.
Un curso efectivo para abordar estos problemas, tanto a nivel interno como externo por medio de organizaciones internacionales y comunidades locales es trabajando en proyectos de desarrollo sostenible, fortalecimiento institucional y ayuda humanitaria.
Pero con un gobierno autoritario sin elecciones ni parlamentos, auspiciado por esas mismas organizaciones con proyecto de desarrollo sostenible-transversal a 40 años.
Asimismo, algunos líderes haitianos y los de la diáspora; deben promover soluciones para el crecimiento y la estabilidad.
Ah, y que dejen de justificar su pobreza mental con acusaciones falsas a los dominicanos.
Un camino para encontrar la esperanza en Haití sería:
a)- Fortalecimiento institucional para promover la justicia, la transparencia y la gobernanza.
c)- Inversiones en educación y salud para mejorar la calidad de vida.
A través de préstamos internacionales bajo un patronato de supervisión supranacional.
d)- Apoyo internacional coordinado, enfocado en el desarrollo y no solo en la ayuda de emergencia, como la humanitaria, sino que a través o por medio de una fuerza multilateral de evaluación, control y seguimiento efectiva haga los desembolsos necesarios dentro del gobierno para los distintos programas y proyectos.
Y que los cinco países que tienen poder de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU, garanticen el cumplimiento.
Aunque el panorama es difícil, Haití no está “sin solución”. Un esfuerzo multipolar y sostenido puede abrir el camino de la esperanza con un gobierno autoritario, reitero.
jpm/am