Gente de medicina forense o legal

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El autor es abogado. Reside en Santo Domingo

La medicina forense, igualmente llamada  medicina legal, jurisprudencia médica o medicina judicial, es la cepa de la medicina que aplica todas las sapiencias médicas y biológicas necesarias para la resolver los inconvenientes que plantea el Derecho.

El médico forense auxilia a jueces y tribunales en la administración de justicia, determinando el origen de las lesiones sufridas por un herido o la causa de la muerte mediante el examen de un cadáver. Estudia los aspectos médicos derivados de la práctica diaria de los tribunales de justicia, donde actúan como peritos. Se vinculan estrechamente con el derecho médico. El médico especialista en el área recibe el nombre de médico legista o médico forense.

Generalmente llamada medicina forense (de foro: por ser en la antigüedad en los foros o tribunales donde se desempeñaba esta disciplina), actualmente se distinguen dos escuelas: la escuela latina, en donde son formados los médicos legistas, y la escuela anglosajona, en donde se forman médicos forenses.

Los médicos legistas están capacitados para realizar múltiples diligencias, entre las que destacan:

Dictaminar sobre responsabilidad profesional, esto es, determinar si los médicos actuaron o no con la responsabilidad debida.

Determinación de las causas, mecanismos y manera de la muerte, cuando éstas son de origen violento.

Socorrer en la procuración de la justicia, auxiliando al juez a resolver dudas derivadas de la actuación de los fenómenos médico-biológicos-cuando está presentes–, si se comete algún presunto hecho delictivo. En la investigación criminal, la actuación del médico forense es esencial. Acude-junto o no-con el Juez de Guardia y Ministerio Público cuando se procede al levantamiento del cadáver después de una muerte sospechosa de criminalidad o violenta; examina y recoge signos externos del lugar de los hechos, determina la hora probable de la muerte y realiza la necropsia del cadáver; examina de forma macroscópica las tres cavidades (craneal, torácica y abdominal) y toma muestras para su remisión a centros especializados en ciencias forenses, laboratorios etc.

Es una ciencia basada en la evidencia, enseña y aplica el método galileico, utiliza el método cartesiano, con los cuales se conforma el llamado método pericial, que recomienda: no admitir como verdad lo que no sea evidencia o probado, ordenándolo de lo sencillo a lo complejo, y enumerando sin omitir nada. Todo con  independencia respecto al problema sometido a estudio y análisis.

La medicina legal envuelve las siguientes subdisciplinas, planteado ello desde un punto de vista meramente descriptivo (ya que nada le es ajeno a la medicina legal y todo ayuda y contribuye a sus fines): antropología forense, biología forense, Derecho médico, genética forense necropapiloscopia, odontología forense, psicología forense, psiquiatría forense, tanatología, toxicología forense e historia.

La primera definición clásica de los signos del fallecimiento se debe a Hipócrates en su libro De morbis, donde describe las modificaciones de la cra en el inmediato periodo post mortem: facies hipocorística.

La medicina legal surgió  inicialmente en Alemania en el siglo XVI: la Ley Carolina promulgada por Carlos V en 1532 obliga a expertos en medicina (esencialmente barberos-cirujanos de la época) a intervenir sobre los cadáveres en caso de homicidio voluntario o involuntario, aplicándose una pena conforme a las lesiones.  En 1536, Francisco I de Francia redacta para el duque de Bretaña una ordenanza organizando el comienzo de la medicina legal.

Los primeros trabajos sobre inhumaciones prematuras, se debieron en 1742 a Jean Jacques Bruhier acumulando 189 supuestos casos de fosos en vida.  Como derivación, hacia 1793 se crearon en Alemania e Italia las cámaras mortuorias de espera. En ese mismo siglo el científico alemán Georg Christoph Lichtenberg refirió  las estampas  de Lichtenberg, un significativo hallazgo que posteriormente tendría relevancia como signo de fulguración en el estudio de cadáveres.

Además, Xavier Bichat realizó atrayentes descripciones sobe el proceso de la muerte y elaboró el que luego sería conocido como trípode de Bichat de las funciones vitales: la circulación, la respiración y la función nerviosa. Asimismo, Pierre Hubert Nysten enuncio las leyes de la rigidez cadavérica que llevan su nombre. Jean-Jacques Belloc es considerado el creador de la medicina legal en Francia.

Los siglos XIX y XX revolucionaron las ciencias forenses, debido a los muchos avances que se produjeron. En Europa, el adelantado de la medicina legal es el científico menorquín Mateo Orfila, conocido como el padre de la toxicología, que publico destacablemente un tratado de las exhumaciones jurídicas en 1830 y un Tratado de medicina legal en 1847. Entre las representaciones notorias en medicina legal y sucesos ocurridos en esta época se encuentran:  

Jean  Zuléma Amussat (1796-1856), cirujano urólogo francés, describió el signo que lleva su nombre.

Los asesinatos de Burke y Hare en 1828 revolucionaron a la prensa y la opinión pública de la época. Los forenses de entonces tuvieron un importante desafío que resaltar. 

Gabriel Tourdes (1810-1900), definió el periodo de incertidumbre que rodea a la muerte del sujeto, que lleva su nombre.

Pedro Mata Fontanet (1811-1877), creador de la medicina forense o legal en España.

Víctor-Auguste-François Morel-Lavallée (1811-1865) puntualizó el derrame seroso que lleva su hombre. Dejó numerosas publicaciones en el terreno de la traumatología.

Eugene Bouchut (1818-1891), médico y pediatra francés, detalló el examen inmediato en la parálisis cardíaca.

Jean Pierre Megnin (1828-1905), veterinario y entomólogo médico-legal, entre otras responsabilidades puntualizó casos de caquexia expeditiva.

Henri Legrand du Saulle (1830-1886) psiquiatra, desarrolló su trabajo en Paris. Durante su juventud trabajó para el criminólogo Benedict Morel. Realizó un esbozo para diversificar lesiones vitales y post mortem.

Cesare Lombroso (1835-1909), profesor de medicina legal fundador de la criminología, italiano. Paul Brouardel (1837-1906) sugirió que el SMSL era en muchos  casos debido a espasmos de la laringe o una bronquitis capilar.

En 1871 John Brendon Curgenven describe el primer caso de muerte simultánea en gemelos. 

Alexandre Lacassagne (1843-1924), médico legista y profesor de la Facultad de Medicina de Lyon. Describió el rigor mortis.

Richard Paltauf (1858-1924), anatomo patólogo y bacteriólogo  austriaco, implicó el timo en las muertes súbitas del lactante en lo que llamó status thymo-lymphatics. Puntualizó la disgregación de las equimosis en los muertos por sumersión, más claras con los bordes diseminados.  

El italiano Pompeo Rivalta creó la prueba de Rivalta  (1895).

Robert Williams Wood (1868-1955), físico e inventor del cristal de Wood.

Hippolyte Morestin (1869-1919), profesor de anatomía y cirujano francés.

Stefan Jellinek (1871-1968), médico del trabajo austro-británico,  especializado en accidentes eléctricos, describiendo la lesión electro específica.

Camille Leopold Simonin (1891-1961), director del instituto de medicina legal de Estrasburgo.

Albert Ponsold (1900-1983), anatomopatólogo alemán, describió la hidremia compensadora. 

En Francia, la medicina legal en el sentido real del término nace a finales del siglo XIX de la mano de médicos como Leon Thoinot, Víctor Balthazar, Paul Brouardel, Alexandre Lacassagne o Auguste Ambroise Tardieu. La medicina legal ingresa en el contorno universitario en 1877 con la elección de Tardieu en el puesto de encargo de conferencias de medicina legal práctica en la Facultad de medicina de París.

En el siglo XX en el mundo hispánico destacan, entre otras, las siguientes figuras:

Antonio Piga y Pascual (1879-1952), médico forense y miembro de la Real Academia de Medicina, relató la radioscopia en la inmovilización cardíaca, así como el signo del salto traumático y el de la fractura cuádruple.

Juan Antonio Gisbert Calabuig (1912-20000), catedrático de medicina legal y toxicología (1960-1987), describió el principio de incertidumbre y las cuatro fases de la muerte. 

Eduardo Vargas Alvarado (1931-), profesor de medicina legal costarricense, ha publicado importantes trabajos de medicina legal, así como ha descrito el signo que lleva su nombre, la hemorragia del etmoides hallada en los ahogados.

Luis Alberto Kvitko (1944-), médico legista, profesor titular de la Cátedra de Medicina Legal de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, autor de un libro sobre los aspectos forenses de la violación.

 hectordotel45@gmail.com

JPM

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ASURBANIPAL
ASURBANIPAL
3 Años hace

Les recuerdo que existe mala practica de medicina forence que puede perjudicar al medico en un juicio si el medico forence no tiene toda la tecnologia a su alcance o los protocolos mal elaborados