Felipe Ciprián, un conspicuo analista

Por lo general, yo leo los analistas políticos, aunque sean de barricada. Y me encantan los que dicen cosillas entre líneas y los que esconden otras, para que uno repare en ellas. Pero de todos, los que mas disfruto, son los que se pasan de “inteligentes y bien intencionados”. Porque predican para un público que ellos asumen, que siempre está por debajo de la media, en el entendimiento de las mañoserías políticas.

Es por eso que se dan el lujo de “analizar” con un razonamiento súper lineal. Muy seguros de que la gleba, nunca bateará sus “curvas”, porque somos todos bateadores de “bolas rápidas”, de las rectas por el centro del plato, pero con poca velocidad. Y puede que hasta tengan razón, pues no es usual que pidamos explicaciones a los “maestros”, los miembros de la “Ivy league” de la opinión política.

El caso es que yo soy un modesto consumidor de la opinión pública de los demás, porque tengo que pagar el internet para disfrutar de sus cuartillas y desde luego, como consumidor, tengo algunos derechos. A lo menos que tengo derecho es a que, en la etiqueta de la botella me digan, el nombre de la uva o la denominación de origen del vino, eso se estila en el mundo.

Es así como leo al señor Felipe Ciprián, a quien no conozco en persona, pero si entiendo que es un experimentado periodista. Y me molesta que los leonelistas lo consideren un enemigo del proyecto, cuando en verdad, él se comporta como un aliado, y de los mas valiosos.

Les voy a explicar el porqué de mi aseveración. Miremos el título de su último trabajo o mas bien, el mas resiente, porque como él mismo dice: “ahora es que hay mambo”

“El leonelismo despertó a un monstruo y lo tiene de frente”

Es un titular intimidante, pero mas que eso, es muy inconveniente para los fines del articulista, por lo que implica. La gente común pensamos que esa es una variante de “juchar las avispas” o provocar un pleito sin conocer las armas del enemigo y sus dedeos de usarlas. Pero también se presta a otras lecturas, mas allá de lo semántico y del significado figurado.

Buscando en la memoria colectiva, encontré que “los monstruos, cuando se despiertan, sólo hacen daño a los humanos”, especialmente aquellos asociados a la mitología; y realmente no entiendo las razones del autor para presentar al presidente Medina como un sádico e irracional monstruo que puede causar tanto daño a los mas de dos millones de dominicanos que se auto definen como “leonelistas”. Tampoco entiendo ¿qué gana un político como Medina con eso?

De entrada, ya el título desdice mucho del presidente Medina; y eso es lamentable. “No me defienda compadre” probablemente esté pensando el sanjuanero en estos momentos. Pero sigamos, que hay mas.

Tengan cuidado con ese tipo de ilusión ¡Ahora es que falta mambo!…

En el fondo es otra amenaza. Si la gente cree que Danilo está vencido, se equivoca. Esa parece ser una advertencia innecesaria, porque sólo trae a la imaginación de la gente, la hipocresía del cocodrilo que finge dormitar, cuando en realidad, está asechando a su presa, como buen depredador.

Que Danilo sea en realidad un vulgar depredador, yo nunca lo pensaría y mucho menos lo insinuaría. Ese civilista presidente que casi nunca habla, no puede ser un tramposo y vengativo cazador, como lo presenta Ciprián. Pero caray, él lo conoce mejor que yo, a lo mejor tiene sus razones. Yo, no tengo ninguna.

Mas adelante, el articulista suelta unos tiros de salva, como los gases lacrimógenos, destinados a dispersar el razonamiento de los pariguayos que lo leemos.

“Por cerca de dos años…”  

Usted no supuso, ni pensó, ni sugirió que Danilo se iba a reelegir. Amigo Ciprián, usted afirmó categóricamente que, la continuación de Medina en el poder era un hecho irreversible, así como su exaltación a la presidencia del PLD.

Yo no entiendo cómo funciona su bola de cristal, o su oráculo particular y mucho menos entiendo su aire de “perdonavidas”, habidas cuentas de que su jefe político -que no es de San Juan sino, de San Cristóbal- que ha sido mas que insolente con Leonel, tampoco es de la confianza de Danilo. Pero, además, es de los que sí se enlodaron en el fango de Odebrecht, según su propia confesión.

Yo no sé si Danilo “frenó la reelección o si lo frenaron a él”, pero sí creo que fue la mejor decisión de su vida. Pero, decir en su discurso que en algún momento pensó en buscar la reelección, es una hipocresía mayor; y todos los dominicanos lo saben. Él siempre estuvo en eso, y también usted señor Ciprián, aunque contraviniera temporalmente los intereses de su jefe político.

Ahora, si usted quiere recoger el chinchorro, para disimular el traspié, pues hágalo, que todos lo entendemos. Pero, leyendo sus cotidianos análisis, se evidencia que su juego siempre fue debilitar a Leonel. Porque aupando la reelección se lograba y si fallaba -como en el fondo esperarse- su jefe real recobraba cierta vigencia.

El asunto es que fallaron, usted y Medina, porque no se pudo, ni se va a poder. Como tampoco logrará usted -con su maravillosa pluma- empoderar a otro hijo de San Cristóbal para llegar a la presidencia. Por aquello de la todavía vigente “maldición del Jefe”.

Su objetivo es Leonel…

Eso dice usted de Danilo Medina y yo le agrego: y también es objetivo suyo. Pero, aun así, no entiendo cómo quedaría Danilo frente a los peledeístas y al pueblo dominicano, cuando -siempre según usted- su objetivo, mas que quedarse en el poder, es evitar que Leonel pueda volver. Esa faceta de Danilo, de “ratón de ferretería”, yo no sólo no la creo sino, que me niego a propagarla.

Los “ratones de ferretería” son tan dañinos que, como no hay qué comer en las ferreterías, se orinan en los candados, para que se oxiden y no se puedan vender; y esa es su opinión sobre Danilo Medina. Esa valoración sobre el presidente nuestro, coincide con la de algunos desaprensivos que, sostienen que su nombre no es Danilo sino “Dañino” o “Ladino” Medina.

La verdad, yo no entiendo por qué usted piensa así del Jefe del Estado.

Tengan en cuenta que yo no estaba en contra de Leonel ni a favor de Danilo…

Esta sí que es buena, aunque ingenua. Pero estoy de acuerdo totalmente con usted. Con quien usted realmente está es con el de San Cristóbal, que cree que tanto Danilo, como Leonel, lo “cubiaron”, que lo “usaron y no le pagaron” como él suponía que se había acordado. Como yo no estuve en el bautizo, no conozco ni los ahijados ni los padrinos y mucho menos las comadres. Yo no sé qué fue lo que acordaron, si es que acordaron algo.

Si usted tiene o no proyectos personales o de grupo, eso sabrá usted mi amigo Ciprián. Yo creo que ese es su derecho. Y también creo que, si los leonelistas lo han agredido, han sido muy injustos. Porque usted sirve a sus propósitos, aunque indirectamente. Esa defensa suya de Medina, es peor que los mas fieros ataques de los leonelistas, no hay dudas.

Mas adelante, usted hace una apología estelar de sus padres y la crianza que le dieron. Permítame felicitarlo, ahí no hay desperdicios. Claro, lo que uno dice lo cree uno y el pez que se le escapó al pescador en alta mar, era el mas grande del mundo. Y como no estábamos allí para atestiguarlo, no podemos desmentirlo.

Por suerte, soy algo más que un simple gacetillero…

Le confieso mi amigo, que yo no lo había pensado. Pero como ya usted lo dijo, me viene a la memoria el viejo refrán de que “el corazón de la auyama sólo lo conoce el cuchillo” y desde luego, hay ocasiones en que, a uno, el subconsciente lo traiciona y piensa en voz alta. ¿Qué se le va a hacer? si usted lo dice es porque lo ha pensado y sus razones tendrá.

En unos tres o cuatro párrafos del artículo, el periodista insigne se dedica a deslindar los campos con el leonelismo y a afianzar su danilismo fingido. Sobre eso yo no tengo comentario alguno. Léalos y verá lo que piensa el autor sobre los “corsarios de Leonel”. Si los leonelistas desean, pues que respondan, pero no es mi trabajo hacerlo, porque no me siento aludido.   

Nuevo liderazgo y futuros escenarios…

Ya casi al final del enjundioso trabajo, el autor evalúa lo que va a suceder en el futuro inmediato. Y yo medio lo respaldo, pero he de hacer un par de observaciones.

Primero: si las predicciones del autor tienen el mismo sostén que las que hizo sobre la reelección, no hay ni que perder el tiempo leyéndolas. Ya todos sabemos que se ponchó, aunque tirándole y con ganas.

Segundo: en este proceso venidero, saldrán del escenario Hipólito, Leonel, Danilo, Miguel, Quique, Abinader, una buena parte de los “sangre nueva” y muchísimos de los raídos partidos pequeños y sus dirigentes. De hecho, solamente sobrevivirá quién gane las elecciones. Así que no hay que preocuparse.  

Para finalizar, quiero recalcar mi llamado a los leonelistas. No maldigan ni condenen, ni critiquen, ni ataquen a Felipe Ciprián, pues, como se puede ver, él es un aliado de Leonel, por la forma como defiende a Danilo.

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