Espacio vacío para líderes en RD
Por ROMAN POLANCO
El liderazgo es esencial para el crecimiento de los pueblos. Un país sin líderes tiene un pie muy cerca del abismo. Nuestro país carece de esa capacidad original innata de seres humanos especiales. Pasar la prueba de liderazgo es mejor en momentos difíciles; es ahí donde la inteligencia emocional tiene su partida de ataque y convocatoria a una salida exitosa.
Desde la muerte de Joaquín Balaguer, Peña Gómez y la desaparición física de Juan Bosch se produce una sensación de vacío en el país. Llos políticos emergentes tienen una oportunidad genial para hacer pininos en ese espacio; pero parece, ellos no conocen ese aspecto en política para crecer como líderes
La oratoria de Martin Luther King se asemeja bastante a la utilizada por José Francisco, en sus mejores tiempos; los dos buscaron la interpretación de sus sueños, ambos terminaron sus vidas sin la realización, pero viven de forma perenne en los corazones de sus seguidores. Son estos líderes formados en diferentes épocas, que imprimieron un matiz especial al liderazgo en los seres humanos. Gandhi, nos ofrece una versión fresca del pensar de los lideres: “Lo que se obtiene con violencia, solamente se puede mantener con violencia”.
Durante el desarrollo de un liderazgo el día a día puede ser esencial para el mantenimiento del potencial de confiabilidad, la gente apoya ese fuerzo especial y atinado en momentos difíciles que te posesionen por encima de los demás. Saber distinguir entre el humor y el rumor que propicia un catalizador o filtro de tanteo de tu inteligencia es importante. Sería como una propuesta saludable que te compromete con tu propio espacio. El padre Rogelio acumula más puntos que cualquier político, sin importar el partido o movimiento, ese accionar le ha permitido tener escuchadores que le siguen como soldados.
No se percatan los actuales políticos que existe ese vacío permanente al parecer, dentro del espacio tiempo en la política moderna. Muchos sentados en su propio laberinto esperan que se presente una oportunidad contagiosa especial para trabajar situaciones, y eso no debe ser es así. El Pueblo necesita que sus políticos comiencen de cero en la proporción asimétrica de su propia biografía orquestando ideas que enganchen con el porvenir de la nación codificando el presente. La confianza en el éxito tiene que ser proporcional con la acción.
Los verdaderos líderes, prevén, planifican, coordinan y evalúan el diario vivir buscando resultados y así llenar el espacio vacío con su sabiduría. Hacen, además que todas nuestras penas y dificultades, que condicionan nuestro progreso, encuentren un límite de suspensión al trauma permanente que mantiene condenado a un espacio vacío nuestro país.