Es complejo de inferioridad llamar “joms” al hospital de Santiago
Vivimos repitiendo que la hache es muda, pero domina una tendencia entre muchos dominicanos a buscarle sonido. Y como no lo encuentran en español, esos hablantes recurren al inglés que, de acuerdo a la sicología de esos hablantes, aporta prestancia, prestigio o preeminencia. Quizá desconocen que se trata de un complejo de inferioridad lingüística.
El Hospital Metropolitano de Santiago suele ser mencionado por sus siglas: HOMS, a las que se agregó la vocal O a fin de evitar la presencia de tres consonantes seguidas (hache eme ese) y lograr que se pronunciara como si fuese una palabra, o una sílaba (oms). Pudo llevar la E de “Me” y hubiese quedado más cómodo: HOMES.
Ese HOMS ha servido para que algunos hablantes, sobre todo con niveles altos de educación, saquen a relucir su complejo de inferioridad al pronunciarlo como si se tratara de una palabra del inglés: joms. ¿Hospital no se escribe con H? ¿Acaso pronunciamos jospital? Todos decimos “ospital”, aunque escribimos hospital, pues quedamos en que la H es muda.
En una emisora radial escuché recientemente el anuncio de una doctora que tiene su consultorio en el HOMS, aunque la publicidad mencionaba el “joms”. Un escritor, de los buenos que viven en Santiago, me da su dirección y añade que se ubica detrás del “joms”. De modo que la fiebre por el sonido inglés está bien alta.
Los lingüistas hablan de la H aspirada, es decir que se pronuncia con aspiración, como el sonido de jota, por ejemplo. La hache adquiere sonidos en algunas palabras de acuerdo a la procedencia de las mismas. Es lógica la grafía con jota en jaibol, adaptación de la voz inglesa “highball” (bebida alcohólica) o en jonrón (home run).
La Ortografía de la lengua española lo explica de este modo: “La aspiración de la h se asimila a menudo al sonido correspondiente al fonema /j/ y, de hecho, hay palabras que hoy se escriben solo con j que proceden de voces originariamente escritas con h. La j es, en la mayoría de estos casos, reflejo de la pronunciación etimológica que era característica del español medieval, y que hoy se conserva como rasgo dialectal en el español de Andalucía, Extremadura, Canarias y algunas otras zonas de España y de América”. (Pág. 149).
De lo expresado en el párrafo anterior puede ser ejemplo la sustitución de la h por j en un grupo de palabras registradas en el habla vulgar: jeder (heder), jambre (hambre), jembra (hembra), jallar (hallar), jinchado /(hinchado), jierro (hierro), jolgorio (holgorio), jablador (hablador).
Para quienes pronuncian “joms” en referencia al centro de salud santiaguero, la h sigue siendo muda y nunca aspirada con valor de j, en palabras tan comunes como: hábil, hernia, hiedra, hoy, hielo, hueso, hospital.
Los nombres de personas y de lugares, no procedentes del español, soportan –y se exige- la aspiración de la H inicial, con el sonido de jota: Hanói, Hawái, Helsinki, Hitler, Honolulú (Janói, Jitler…)
Posiblemente, entre en ese grupo la ciudad siria Homs, la tercera más importante después de Damasco y Alepo. Es la capital de la gobernación de Homs, localizada al oeste del país.
Recientemente ha sido víctima de sangrientos ataques por terroristas del Estado Islámico. Pero su homónimo, -al menos en siglas- el Hospital Metropolitano de Santiago, en buen español se pronuncia OMS, como una sílaba. Quedamos en que la H es muda.