OPINION: En las APPs y los concursos “no se puede servir a dos señores”

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La conclusión es obvia: los instrumentos fundamentales para relanzar y reestructurar la economía son APPs y licitaciones para otorgar contratos para que el sector privado oferte múltiples servicios a la sociedad. La venta de activos estatales constituye una valiosa salida coyuntural, de una sola vez, no repetible. En cambio, las APPs y las concesiones son soluciones estratégicas permanentes y repititivas a corto y a largo plazo para captar inversiones nacionales y extranjeras que crecerían en espiral, siempre y cuando sean gestadas, otorgadas y operadas de manera pulquérrima para que los mercados se convenzan de que ya se superó la infame etapa del “hombre del maletín”.

El gobierno está en manos de una nueva generación de funcionarios sin vínculos con el sombrío pasado y que de seguro estarán alertas para no repetir el otorgamiento de contratos estatales a funcionarios públicos electos que formen parte del poder legislativo, judicial, municipal y electoral y, sobre todo, a funcionarios nombrados por el ejecutivo.  Atención especial debe ponerse al cabildeo, que aquí sirvió a la colusión y la prevaricación.

El “lobby” surgió en EUA y se reguló tomando como fundamento la “Primera Enmienda” de la Constitución y lo ejercen ciudadanos privados regidos por la Ley de Divulgación de Cabildeo, “Lobbying Disclosure Act”. Las actuaciones de particulares, defensores de intereses privados que se beneficiarían con decisiones de organismos de gobierno, son de dominio público.

Importantes grupos internacionales desconfían y rechazan invertir aquí. Eso debe ser revertido por el “Cambio”, sabiendo que no hay una segunda oportunidad para crear una primera buena impresión. Al debutar con una APP o licitación exitosa los mercados catapultarán el prestigio del país y lloverán copiosas y sanas inversiones. Lo opuesto podría convertirnos en parias.

Para reforzar la legalidad y la legitimidad de las APPs y de futuras licitaciones, los funcionarios no deben participar en concursos sometiendo ofertas ni defendiendo las propuestas de entidades privadas. Los electos en los comicios de marzo y julio, y quienes hayan sido favorecidos por un decreto del Presidente Abinader deben abstenerse de actuar como promotores o cabilderos ante entidades convocantes de concursos o estructuradoras de APPs , pues violarían la ley y traicionarían la confianza depositada en ellos por el Presidente al actuar a favor de intereses privados, legítimos y loables si son defendidos por particulares, pero no lo son si los promueven funcionarios que desnaturalizarían su rol de defensores del interés público.

La Dirección General de Contrataciones Públicas, DGCP y las entidades que organicen licitaciones deberían exigir que en cada oferta se declare, bajo fe de juramento, que no usan ni usarían como partícipes de las mismas a personas electas o nombradas en el sector público, pues violarían la ley.

Funcionarios renunciantes, igual que en EUA, deben abstenerse de ser suplidores o promotores privados, ante el gobierno en el plazo de un año después de renunciar para prevenir el truco de la “Puerta Giratoria” de entrar y salir del gobierno a conveniencia de beneficios personales. Además, los funcionarios a cargo de concursos deberían mantener un registro actualizado, a modo de bitácora, de llamadas telefónicas, mensajes escritos y expresiones verbales de promotores registrados.  

El presidente Abinader decidió que sus propios actos de gobierno también estén sometidos al escrutinio de Transparencia Internacional y los funcionarios que él nombró por decreto en la burocracia estatal, o como sus asesores, deberán seguir su ejemplo moralizador y se abstendrán de presentar una imagen pecaminosa haciendo ofertas como suplidores, o promoviendo propuestas privadas ante organismos públicos. La ley terrenal lo prohíbe y también la ley divina, como lo expresa Lucas 16:13: “Ningún siervo puede servir a dos señores, porque o aborrecerá a uno y amará al otro, o se apegará a uno y despreciará al otro. No pueden servir a Dios y a las riquezas”.

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Pascual Alcantara
Pascual Alcantara
4 Años hace

Eulogio Santaella: Ya confesó en la Iglesia sus: Pecados, pues su faldo es bién pesado. Memoria para el: Olvido. No es 1996, tirense un poco más atrás y encontraran a éste personaje: Moralista de las finanzas públicas!!!

ASURBANIPAL
ASURBANIPAL
4 Años hace

Muy buen final biblico para un caso de usura y depredacion del bien publico desde 1996 se viene usando ese recurso con los resultados desastroso que hoy vemos, la administracion pasada y las Elites usaron todos los recursos tramposos que usted menciono, las APP no son el rio Jordan donde Jesucristo se bautizo para iniciar su ministerio.Lo de los jovenes honestos tiene usted el ejemplo del barrilito donde los que mas lo gritaron fueron losjovenes