El triste sufrimiento de mi país
Cansado hasta la saciedad vengo repitiendo y pregonando que los tiempos son malos. Que perfilar la vida en el marco socio/político es un error garrafal y por tal razón vengo propagando que en el 2020 se necesita la segunda restauración de la República.
Los atracos que se realizan a la luz del dia; los robos a mano armada; el desaliento de los militares dominicanos; la blandenguería política de todo el instrumento del Estado; la desfachatez de los mismos ciudadanos por no querer agarrar el toro por los cuernos nos ha llevado a un callejón sin salida.
Con el respeto que a todos ustedes les tengo, deseo afirmarles que parece que estamos en un pantano de arena movediza y que no podemos salir del atolladero que nosotros mismos hemos creado por el freno de pasión y la ambición desmedida.
Yo les especifico a mis discípulos que la manera de concebir la Vida se presentó a mí, clara y precisa, dentro de los límites de un fenómeno anímico, sin superfiliaciones de una ideología espiritualista, que pudiera perturbarla; no me creí ángel caído en un momento; tuve mis razones para creerme hombre turbado y atormentado por las pasiones, desde el día en que el desarrollo natural de mi cerebro me permitió pensar; única espiritualidad posible en este animal precario y ambicioso que es el Hombre.
La Libertad fue para mí la única solución del Problema Humano; hacer al Hombre libre, he ahí el único problema de mi Vida Mental; el único de mi Vida toda.
Preparaos, pues, para los que nos depara el día de hoy que visualiza el día de mañana. Dominicana: Corrupción, caos y desolación. Hay que cambiar el rumbo de este país o de lo contrario tendremos que gritar como dijo Juan Pablo Duarte, en su credo dominicano: «Nuestra patria ha de ser libre e independiente de toda potencia extranjera, o se hundirá la Isla.»
Y no dude usted que los que gobiernan el país de seguir las cosas como van, un día de estos utilicen el credo haitiano escrito por Dessalines, y lo parafraseen: «No existiréis sino mientras nuestra clemencia peledeista se digne preservaros…»
Por tanto, os he alertado de nuevo…
jpm