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El PRD no podrá superar la división
El Partido Revolucionario Dominicano, PRD, vive en estos momentos su más reciente división, y muchos teóricos y actores sostienen de voz en cuello que esta vez el partido blanco no podrá superar esa rotura interna por ser diferentes las razones, motivos y condiciones que la ocasionan. En las anteriores divisiones perredeistas comenzando por la de Juan Bosch hubo un profundo contenido ideológico que hacia prácticamente imposible las acciones internas del partido por las diferencias conceptuales y programáticas levantadas por el líder Juan Bosch. Las posteriores divisiones también fueron marcadas por planteamientos ideológicos sosteniendo Jacobo Majluta que las ideologías estaban en crisis en todo el mundo y manifestando que no creía en las mismas, y la anterior crisis interna fue por la reelección de Hipólito Mejía. Empero, esta vez las contradicciones internas son más bien de orden personal y económico llevadas a lo interno de un partido que ha sido vanguardia democrática y protagonista de cambios y luchas por las libertades individuales y políticas. A lo que se apuesta en estos momentos es que el partido del “jacho prendió” no podrá recuperar las fuerzas disidentes y el espacio político como en las ocasiones anteriores debido a la naturaleza y contundencia de la división montada sobre la base de una traición y el secuestro de la organización por parte de Miguel Vargas y sus adláteres. En el grupo que se va con el PRM hay muchos dirigentes que han estado en varias de las divisiones del PRD y han regresado al mismo, y su peregrinar se está convirtiendo en una rutina en cada momento de crisis, incluso por pronunciamientos públicos en esas coyunturas pensé que jamás izarían la bandera blanca. En cualquier crisis lo más correcto es dejar que llegue a su máxima expresión porque después del caos viene el orden, y en el PRD aun la crisis no ha alcanzado el clímax y faltan episodios estelares por agotarse y producirse. Es entonces cuando podremos apreciar con objetividad y claridad meridianas las perspectivas de recomposición de un partido que ha vencido varias divisiones, o si por el contrario es cierto que estamos frente a la crisis interna que aniquilara al partido que nació en el exilio en el año 1939. Para el PRM heredar la historia, la mística, las luchas, la militancia y la popularidad del perredeismo debe convertirse en la organización política que encarne los sentimientos y deseos del pueblo dominicano en lo económico, político y social , y eso no se logra de la noche a la mañana. Si el PRM es la entidad política que necesita el pueblo dominicano para motorizar sus demandas de cambios entonces lograra un espacio importante en poco tiempo, pero si es más de lo mismo y nació para cobijar a dirigentes descontentos del PRD que no veían espacios para sus aspiraciones a cargos electivos y para mantener liderazgos, entonces su vida es efímera. Si el PRM no da muestras claras y concretas de diferencias en todos los sentidos como partido emergente estamos completamente seguros que en menos tiempo de lo razonable el tradicional PRD continuara liderando la oposición, y otra vez escucharemos en todo el país: “que los que se van del PRD se joden”.