El lomo indomable de la libertad

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EL AUTOR es Master en Gestión y Políticas Públicas. Reside en Santo Domingo

La República de Haití que comparte un tercio de Isla Española con la otra parte la República Dominicana, ambas naciones nacieron de las luchas políticas contra la naciones poderosas, por un lado Haití logró su independencia el 1 de enero de 1804 del dominio Francés y con ella se abolió la esclavitud, independencia que lograron en base a sangre y fuego, gracias al coraje de Toussaint Louverture y Juan Jacques Dessalines, no obstante ganaron, posteriormente fueron obligados a firmar un acuerdo que lo obligaba a pagar al derrotado (Francia), un acuerdo injusto porque quien pierde la guerra paga los daños.
Hoy, Haití se ve abandonada por la solidaridad internacional y no recibe ayudas internacionales ni en especie ni en dinero y quieren someter ese país independiente a una posible intervención militar para resolver problemas que solo atañe a ellos y que ningún estado que se respete deba incentivar a la invasión de su territorio.
Si tiramos un vistazo a la historia reciente la República Dominicana retomó su independencia en el año 1844 y la consolidó en el año 1863 con la restauración, ya que había sido anexada de nuevo a España. Esa situación de anexion e intervención siempre es odiosa para el pueblo porque rompe con la libertad de las personas y trastornan su cultural y se convierte en huellas imborrables de dolor que pasa de generación en generación.
Los que alientan con hacer una intervención o invasión al territorio Haitiano están en contra de los derechos inalienables de los forjadores y protagonistas de continuar la nación que ese pueblo se dio, y por la naturaleza de pobreza que vive Haití, su independencia tiene el mismo valor y mucho más sacrificios que muchas de los países independientes con grandes riquezas.
Siempre he creído en la autodeterminación de los pueblos y la libertad de sus ciudadanos que han logrado crear un estado libre e independiente. Nuestro gran ideólogo de nuestra independencia Juan Pablo Duarte, Sánchez y Matías Ramón Mella y los restauradores con el fusil y la espada expulsaron de tierras dominicanas al invasor e intruso Español así como a los Franceses y a los propios Haitianos. Esta es nuestra República Dominicana, que no legaron como nación nuestros fundadores y por ella estamos dispuestos a ofrendar nuestras vidas. Así estarían los Haitianos a defender su patria.
Así también los fundadores de Haití le dieron el mandato a que defendieran sus tierras con uñas y dientes porque ese legado jamás podrá ser sometido por otra potencia extranjera y ellos tienen el derecho de cuidar su cultura, proteger sus ideas y vivir de acuerdo a las circunstancias que han podido construir.
Las relaciones entre las naciones está regido por tratados internacionales y acuerdos bilaterales que garantizan la no agresión territorial, la convivencia pacífica, la reglamentación comercial y de migración, sin inmiscuirse en los asuntos internos de cada país porque eso se llamaría intromisión en los asuntos internos de otros países.
Este comentario viene a propósito de los intercambios diplomáticos entre Haití y Dominicana, donde el canciller Haitiano contestó sobre la violencia de Haití pero sacaba en cara que aquí en Dominicana hay tanta violencia o más, que Haití. La preocupación del presidente Luis Abinader sobre la situación de violencia en Haití y el llamado a que las grandes naciones vayan en auxilio de Haití, creo que no fue en el mejor momento, porque se entendía que él estaba apostando a una intervención de ese territorio.
Por más preocupado que el presidente Luis Abinader esté por la estabilidad de la nación hermana Haití, como presidente debe mantener los límites en sus expresiones para que no halla duda en sus pronunciamientos sobre la situación de un país hermano que pueda interpretarse como que él desea una intervención a otra nación. Dominicana ha tenido suficientes episodios con tantas intervenciones que hemos tenido y lo que hemos cosechados son frustraciones.
La República de Haití sufrió en su propio lomo el látigo de la esclavitud por los Españoles, por Francia y los Hateros y finalmente consiguieron su independencia a fuego, machete y fusil y no creo que el lomo de los Haitianos aguanten más latigazos, pues ellos prefieren morir de hambre y calor, pero libres e independiente. Su líder Toussaint Louverture así escribió la historia haitiana y Duarte creó la República Dominicana y dijo..,más quisqueya será destruida pero sierva de nuevo jamás.
Los haitianos fueron piezas claves del desarrollo capitalista en Cuba y en República Dominicana, y lo hacían tributando su mejor fuerza de trabajo. En consecuencia, el país sufrió una permanente descapitalización que lo empobreció hasta los niveles desesperantes en los que hoy se encuentra. Hay que ser solidario con su reorganización, sin intervenir en su autodeterminación.
Hay que dejar que Haití encuentre su propio camino y al final el camino que ellos escojan no podrá ser cuestionado porque son una nación independiente aunque no cuenten con suficientes recursos, su lema hoy es: Illi, allá,bombé, en taíno.
El pueblo Haitiano es valiente, por la fuerza no se doblega; el que quiera aportar dentro de sus limitaciones que lo haga, pero lo que no se puede alentar es a una intervención de su territorio.
Hay que seguir vendiéndoles los productos para su sustento porque eso favorece las finanzas dominicanas y desde aquí no se puede iniciar un bloqueo comercial, que más que bien lo que generaría grandes males.
of-am
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e Luis De New york
e Luis De New york
2 Años hace

Sr, Carlos. Muy buen articulo, un análisis bien objetivo. Pero lamentablemente, contamos con una dirigencia política muy entreguista, la palabra soberanía es algo que no existe en sus mentes.