Trump elige a Susie Wiles como jefa del gabinete en Casa Blanca
Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
Ocupan 463 paquetes cocaína cerca de las costas de Peravia
DM: “Gobierno quiere borrar mi legado y debilitar la oposición”
FP ve Gobierno intentó imponer reforma fiscal con truco fallido
Deportaciones gobierno Trump perjudican a RD
El dólar era vendido este miércoles a RD$62.54
EE.UU. corta el envío de datos de inteligencia a Ucrania
PUERTO PLATA: Choque deja dos muertos y ocho heridos
El BC pone en circulación nuevos billetes de 50 pesos
Consorcio EU compra puertos que operaba China en Panamá
El PLD elegirá su candidato presidencial a inicios del 2026
El internet: un refugio de la mediocridad y perversidad humana
La advertencia de Germán Ornes de que el temor de las figuras públicas, políticos, funcionarios y líderes sociales de enfrentar a los medios de comunicación cuando son objeto de acusaciones infundadas terminaría dañando a la prensa, ha resultado profética.
Con el Internet y la facilidad que ofrece a todo el que quiera expresarse en las redes nadie escapa a la violación del derecho a la intimidad o de verse acusado sin pruebas, porque las figuras públicas tienden a refugiarse en la comodidad que supone evitar las confrontaciones que alteran la tranquilidad y, muchas veces, hasta la estabilidad familiar.
Pero ese temor, de cierto modo justificado, alienta la mediocridad, fomenta el desorden social y daña, como decía Ornes, la reputación de la prensa, cuando la práctica invade los medios.
Cualquiera puede decir cuánto se le antoje en las redes sin consecuencia alguna. Y cuando se hace viral, es decir cuando se extiende y llega a millones de personas, hay un daño directo irreparable y consecuencias colaterales de iguales consecuencias. Una proporción de las denuncias publicadas a diario carece de sustentación.
Y ya pocos respetan la norma clásica del buen periodismo de confirmar en cuantas fuentes sean necesarias la veracidad de las denuncias y de darle la oportunidad al agraviado de defenderse antes de su publicación. La práctica es hacer esto último cuando el daño ya está hecho.
Lo que Ornes quería decir es que el peligro de una demanda es la única manera de frenar esa práctica viciosa, convertida con el tiempo en un estilo y norma del periodismo especialmente en la radio y la televisión, al punto que no se hace necesario excusarse cuando la falsedad de una denuncia temeraria queda en evidencia.
El internet es el más sólido garante de defensa de los derechos humanos y las libertades civiles. Pero es también un refugio de la mediocridad y perversidad humana.
jpm-am
Muy acertada su opinión. Es una triste realidad y lo peor es, que quienes tienen ese nivel de irrespeto,donde su único interés es el dinero, no les importa dañar reputaciones, ni dañar la salud mental de los usuarios, porque estamos en una sociedad donde todo se vale en los medios de comunicación, con un accionar que fomenta la violencia y es lamentable que esto sucede en las redes sociales y en medios tradicionales. Ojalá esto pueda cambiar.
.El internet nacio en el 1969 por el departamento de defenza de EE.UU.como un medio de que las comunicaciones militares fueran menos vulnerables iniciado por ARPANET RED UNIVERSAL. E primer ejemplo de comunicacion se efectuo entre las universidades de California.Rechazo que el internet se use para tergiversar la conducta humana.
Hay que ir preparándose,porque las cosas ya se han puesto peor de como dice el Señor Guerrero,ya con inteligencia artificial los ChatBots/ Robots,van a poner a políticos y personalidades,con sus propias voces, ellos mismos a decir lo que nunca dijeron y haciendo cosas que nunca hicieron.
El internet a la mejor es el refugio de la perversidad como dice Miguel Guerrero, ocurre que muchas personas que tienen canales de Youtube y propagan informaciones no confirmada la generalidad no son periodista, se dicen influencer y comunicadores, siempre dudo de los influencer, dudo de los busca like, de lo que hablan de que explotó, lo de ultimo minutos, existe forma de confirmar la información que salen en internet, no comparto nada.
SE ACABO EL MONOPOLIO EJERCIDO TODA LA VIDA POR LOS PERIODISTAS Y EMPLEADOS DEL PODER MEDIATICO OLIGARQUICO BURGUES, AHORA EN EL INTERNET TODOS TENEMOS LA MISMA OPORTUNI DAD DE EXPRESARNOS SIN TAPUJOS NI TEMORES. LA VERDAD ES LIBERTARIA , SIEMPRE QUE HALLA DEMOCRACIA.
“Dañando la prensa” ????
La prensa prehistórica que manipulaba las informaciones, pues el internet llegó para acabar con esa costumbre.
Eso es lo q hay Miguelito,,cambio del climaje, no hay vuelta atrás, ingresas ya al mundo q se presenta.Saludos
«El internet: un refugio de la mediocridad y perversidad humana». Precisamente donde este corrupto, coge-soborno-de-Odebrecht, ha venido a refugiarse.
Lamentablemente en las Redes Sociales escriben personas frustradas y resentidas sociales expresando sus sentimientos (no pensamientos)de odio y desprecio para aquellos a quienes de una manera ú otra envidian. En ocasiones dañando el prestigio y conducta de otros con el propósito de hacer y desear el mal a los demás. Qué Lástima !!!!!
¿Miguel Guerrero tiene prestigio? Estuvo bajo la nómima de sobornos (codinomes) de Odebrecht.
Puede ser algo mediocres, pero, quienes la utilizamos no nos vendemos por cigarrillos, cervezas, ron, ni nos prostituimos como suele ser muchas veces los casos de los periodistas, que trafican y pertenecen a grupos del bajo mundo. Existen periodista millonarios, pues son el enlace de los narcos en el país, que pasean en Hilicotero, como uno de ustedes, del programa hoy mismo. Ese negrito es millonario, con varios canales y emisoras.
se te quedó… leonel… yo mismito…
En que siglo naciò este cavernìcula? En sentido general la prensa siempre se ha inclinado por el que le ofrezca más dinero y el internet no tiene precio. Ni se compra ni se vende.
Si, la mediocridad acaba de retorcerse, se evidencia una vez mas lo expresado por Miguel Guerrero, este tarupido e inescrupuloso se desepero y demostro lo que es., un sepulcro blanqueado.