El discurso de Obama sobre el estado de la Unión 2015

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EL AUTOR es docente universitario. Reside en Santo Domingo.

Por BOX ELHLIN RUIZ HUGES

 

El tono del discurso de Obama sobre el Estado de la Unión 2015 estuvo en todo momento de los casi 60 minutos que habló enfatizando las acciones que había emprendido para disminuir las desigualdades en Los Estados Unidos, los problemas e inconvenientes que estas producen y sus planes para revertir sus efectos en el corto plazo. Planteó el impuesto regresivo, medida con la cual discrepan los partidarios del neoliberalismo.

En lo que pareció una declaración inesperada por la asamblea reunida en el Senado Norteamericano, el Presidente de los Estados Unidos recordó este miércoles 21 que “No tengo más campañas (Presidencial) que realizar” en alusión a la prohibición constitucional que le impide presentarse para un nuevo mandato. Obama concentró su discurso más en “Pudimos hacerlo” que en “Podemos hacerlo”.

El liderazgo puede quedar vacante, pero no vacío. En el Partido Demócrata se perfilan dos figuras con suficientes méritos y capacidad para sustituirlo: Elizabeth Warren y Hillary Clinton. A juzgar por el sabor que nos deja en el paladar político los logros presentados por el primer presidente afroamericano de los Estados Unidos en su discurso, la Senadora de Massachusets se llevó la mejor parte.

Las palabras de Obama ilustran lo que Warren viene denunciando en todos los escenarios en la sociedad estadounidense: que existen grandes desigualdades, que no es justo que el 10% de la población se quede con el 100% de las riquezas creadas; que el salario mínimo que devenga una trabajador no es suficiente para mantenerse a flote en una economía quebrada, sin seguridad social y con los altos costos de escolarización. 

Funded, a través de los artículos en prestigiosos medios nacionales, y las cátedras magistrales de su Presidente, el profesor Fernando Mangual, viene advirtiendo desde hace varios años de los peligros que representa la mala distribución de los ingresos, que ocasiona el crecimiento de las masas pobres, insatisfechas por el incumplimiento del Estado de Derecho que le reconoce la Constitución de la República, pero que en la práctica no existe.

Mangual los ha clasificado como «apátridas», porque carecen de sus derechos fundamentales. La solución que propone es que se ataquen las causas, y no las consecuencias de los problemas. Que se disminuyan las desigualdades rurales, de genero, económicas y sociales que aquejan al país.

 

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