El destape de Minou Tavares Mirabal
He seguido su
trayectoria pública desde hace más de veinte
años y por lo general he compartido sus opiniones en lo referente al
ejercicio de la ciudadanía responsable. Es que siempre he creído que Minou
Tavares Mirabal es una mujer de avanzada. Tradicionalmente la he visto
alinearse siempre en defensa de los mejores intereses nacionales, tanto como
militante y como congresista del Partido de la Liberación Dominicana.
Por eso no me sorprendí
cuando anunció la salida del partido de su familia, este mismo año. Pero aun
sin estar totalmente claro sobre la legitimidad de su denuncia a cerca de las
actividades del PLD la respaldé moralmente, porque su decisión presagiaba un
derrotero de independencia y autonomía mental, al margen de las ligaduras que
pudieran desprenderse de su apellido, alcurnia y militancia.
Pero si me han
sorprendido sus recientes declaraciones en relación con el nombramiento del
joven general José Matos De La Cruz como jefe del Ejército Nacional,
invalidándolo por su condición de hijo del también militar Ramiro Matos
González, que ella acusa -con o sin razón- de ser el asesino de su padre, el
héroe nacional Manuel A. Tavares Justo.
Es aquí donde me
distancio de la siempre responsable aunque intrépida diputada, porque tengo
varias lecturas sobre este aparente tremendismo en que ha incurrido. No es que
ella niegue la independencia de criterio, que tanto reclama al separarse de su
partido sino, algo que considero aún más crítico y complej la diputada cree
que los hijos cargan con las culpas y los lauros de sus padres.
A la luz de este último
razonamiento, Minou se considera una heroína nacional, con posible categoría de
“prócer” en virtud de su doble linaje; mientras que José Matos De La Cruz, el
nuevo jefe del Ejército Nacional- no sería más que un vulgar “asesino”, habidas
cuentas de que su padre, don Ramiro es -en opinión de ella misma- el culpable
del “asesinato” de Manuel A. Tavares Justo, padre de la diputada.
No hay dudas de que la
diputada comete un yerro mayor cuando trata de hacer responsable a José de las
supuestas culpas de don Ramiro, como también se faltaría a la justicia si alguien le imputara a Camila Minerva y/o
Manuel Aurelio, alguna falta que cometiera la fina dama y madre de ambos.
Por demás está decir que
la historia se ha encargado de desmentir a Minou Tavares, en eso de asignarles
a los hijos responsabilidades en función de los acontecimientos protagonizados
por los padres. Más aun todavía, el pasado está repleto de ejemplos en que los
padres y los hijos han marchado por rutas muy disimiles, los unos de los otros.
Francis Caamaño y Tomas
Fernández Domínguez, son sólo dos casos que nos vienen a la memoria, donde los
hijos han finalizado sus vidas emulando exactamente lo contrario de lo que
hicieron sus padres. La historia, además, nos dice claramente: que el asunto no
es como se comienza sino, como se termina. Nadie es responsable de su origen,
pero si de cómo llega a su final.
En términos de lógica,
Minou sabe muy bien que su razonamiento es inaceptable; pero lo quiere validar
y para hacerlo digerible, lo acompaña de una inexplicable expresión: “He leído
el mensaje del presidente Danilo Medina al nombrar como jefe del Ejército al hijo del asesino de mi padre”.
Todos quisiéramos saber
leer como Minou y entender cuál es el mensaje del presidente Medina, cuando nombra
a José Matos De La Cruz como Jefe del Ejército dominicano. Porque lo que
sabemos del caso es que el joven oficial formó parte de la escolta del
Presidente, y desde luego que allí pudo desarrollarse esa corriente amistosa
que explica el nombramiento.
Pero si de buscarle la
“quinta pata al gato” se trata, hay que convenir que Minou Tavares tiene una
gran imaginación, o está muy bien informada, y juega “duro” de verdad. Dejar en
el escenario esta especie de acertijo no sólo complica políticamente a su
gobierno y a su antiguo partido, sino que hasta deja saber cuál será el tono de
la melodía que interpretará la famosa “heroína nacional”, ahora como solista de
un ¿nuevo? conjunto musical.
Analistas políticos de
esos que se ahogan en lo bajito, pero que navegan muy bien en aguas profundas
cuando las noches son brumosas, han tirado el chinchorro hondo y desde luego,
el pez que sacaron es de fondo y quiero compartir sus conclusiones con mis
amigos lectores.
“Jabalí, la heroína no
va a sumarse a ningún partido nuevo, ella hace tiempo que milita en el partido
del embajador Wally Brewster, en USAID”, afirmaron sin enojos.
Cosas veredes, Sancho. ¡Vivimos,
seguiremos disparando!