El camino hacia la democracia
Si tomamos como punto de partida el surgimiento de la República en el año 1844, llevamos un poco más de 170 años navegando en un velero que no termina de enderezar la proa hacia puerto seguro. Todo lo contrario, los capitanes de la nave, con sus raras excepciones, no han utilizado la brújula, ni mucho menos las estrellas para orientarse, en un mar tempestuoso y de difícil navegación. Son muy parecidos a los músicos que tocan de oído y que no leen las partituras en las piezas musicales que interpretan. La cosa ha sido tan grande en este País que el primer aniversario de la Independencia Nacional, es decir, el 27 de febrero de 1845, fue celebrado con el fusilamiento de María Trinidad Sánchez y los hermanos Puello, hecho bochornoso que fue ordenado por quien en 1861 anexó la República a España y que sus restos hoy reposan en el Panteón Nacional, junto a los prohombres y mujeres que han llenado de gloria a los dominicanos y dominicanas. ¡Oh ironía de la vida! Si nos detenemos a analizar todo lo que ha ocurrido desde el 27 de febrero de 1844 hasta el día de hoy, 26 de septiembre del 2014, podríamos llegar a la conclusión de que todavía nos falta un gran trecho por recorrer para poder decir con orgullo que tenemos una nación libre, independiente y democrática. ¿Alguien puede decir lo contrario? De acuerdo a la Constitución de la República, vivimos en un Estado Social Democrático de Derecho, sin embargo, las violaciones a las normas institucionales están a la orden del día, por parte, principalmente, de los que están llamados a cumplir los preceptos de la carta magna y las leyes adjetivas. La voracidad de la actividad política es el ejemplo que más nos llama la atención en estos momentos, ya que es una bola de nieve que viene arrasando todo lo que encuentra a su paso y que terminará por sepultar las ideas genuinamente democráticas que todavía existen a lo interno y externo de las organizaciones políticas dominicanas. Considero saludable ilustrar con un ejemplo la aseveración que estoy haciend La Ley Electoral 275-97 especifica, claramente, en sus artículos 87 y 88 todo lo relativo a las campañas electorales. Está bien definido en los mismos cuándo comienza y cuándo termina la campaña electoral, así como el tiempo que debe durar ésta. El artículo 87 se refiere a la proclama que hace la JCE para dejar abierto el período electoral, la cual tiene una duración de 90 días antes de celebrarse una elección ordinaria. Por su parte, el período electoral se extenderá, de acuerdo al artículo 88, desde el día que se hace la proclama y durará hasta el día que sean proclamados los candidatos y candidatas electos. Sabido está demás por todos los actores políticos de la RD que el cumplimiento de la Ley Electoral, referente a las campañas electorales, es letra muerta y que ni la JCE ni el TSE tienen los instrumentos legales para que los partidos y las agrupaciones políticas cumplan lo que está consignado en la misma. De ahí que, a largo y ancho del territorio nacional los precandidatos de los diferentes partidos tienen años realizando actividades proselitistas, en franca violación a la ley 275-97. Es muy frecuente observar en carreteras y avenidas de las principales ciudades y hasta en los rincones más apartados de los centros urbanos las vallas y afiches de los que mañana serán candidatos por sus respectivos partidos políticos, pero que hoy están violando la ley. A nivel de la radio y la TV los anuncios publicitarios políticos son abundantes y en los periódicos digitales e impresos la campaña electoral hace mucho tiempo que está de rumba. Soy de opinión de que debemos comenzar a organizar este sistema caótico que tenemos en la actividad política y establecer regulaciones a los que incursionan en ella, para evitar que estemos los 365 días de todos los años en un proselitismo político que no genera riqueza, sino pobreza. La actualización de la Ley Electoral 275-97 y la aprobación de la ley de partidos y agrupaciones políticas son elementos muy importantes para la regulación, no sólo de las campañas electorales, sino de todo el accionar político en la RD. La dirigencia de los partidos y agrupaciones políticas tienen y deben comprender que es necesario organizar y educar esta sociedad, por lo tanto, ellos deberían ser los primeros en autoevaluarse y auto educarse para construir un mejor futuro en esta nación. elegidoprimero@hotmail.com