Cosas que debemos saber

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Somos seres que tuvimos la suerte por alguna circunstancia del azar en evolucionar hacia lo que hoy somos. Posiblemente miles de millones de otros intentos fracasaron. Igual que un edificio, fuimos construidos por obreros, ingenieros y materiales que a su vez fueron también construidos por obreros. A nosotros nos construyeron microbios, y no existe ni puede existir “movimiento biológico o innovación metabólica en los organismos sin la presencia de al menos un microbio” (Dr. Miguel Ojeda Rios, página 2, Microbioenergética”). Los microbios, que existen en simbiosis de vida en nuestro ser y todos los seres vivos de la naturaleza, son los que nos construyeron, los que nos mantienen y ejecutan todas las funciones del ser, en una especialización real y dinámica sin que podamos vivir sin ellos. A los microbios se les distingue como Bacterias, Virus y Hongos principalmente, y algunos tienen nombre y se les agrupa por familia. Con excepción del Virus, son pequeños seres vivos, y ya hasta se habla de que ellos y las células que ellos fabrican, como diciendo que tienen hasta alma. En la cabeza de un alfiler cabe un millón de Bacterias y 400 millones de virus. Nuestro ser, que para nosotros es lo más desconocido y maltratado, pero se me antoja perfecto, fabricado con planos e instrucciones que vienen en el ADN de dos células originarias llamadas Ovulo y Espermatozoide, que increíble e incomprensiblemente se diversifican luego de la concepción por desdoblamiento en múltiples células con alta y diversificada especialización, que hoy llamamos Células Madres, en una secuencia que implica un reloj biológico necesariamente hoy desconocido, y como salido de un fabrica de moldes, toda especie mantiene su estructura anterior con las modificaciones genéticas que de alguna manera se codifican en el ADN mitocondrial primero y del núcleo de la célula luego de las nuevas generaciones, para proveernos de pequeños cambios muy lentos que nos adapten mejor al entorno y a nuestras circunstancias y ambiente de vida. Luce que la naturaleza no juega a las modificaciones emocionales y locas. Los virus, son pedazos de cadena de ADN o ARN, que una vez creyó la ciencia médica que eran residuos inútiles que aun no habían sido desechados, pues no tienen vida, ni comen, ni evacuan, ni tiene ninguna de las funciones que hoy llamamos vida, y pululan por nuestro ser por millones, cuya gran mayoría no nos hace daño. Es fácil decir que el cuerpo tiene cosas inútiles. Son tan pequeños que pasan casi todas las membranas del cuerpo, algunos aun la del cerebro que es la más aisladora, y su función hoy se estima que es la de mensajeros y coordinadores. Cuando ven una bacteria se adhieren a su muco-proteina, la infiltran y modifican el ADN propio de esta, dándole la especialización de que antes hablamos, que en algunos y pocos casos son de malignidad, pues también en la microbiología existen los maloras cuya misión es hacer daño a la colectividad. Se infiltran en las células, se convierte en virón y las modifican, en el sentido de mutaciones generacionales futuras y de promotora de cambios y tareas específicas. También puede dañar la célula, desactivar la mitocondria y hacer que esta se malignice y se multiplique locamente al perder su fuente de energía y comunicación con el cerebro y otras células, dando origen a un basurero de células enfermas en ambiente ácido que forman un tumor en algún sitio remoto que puede llegar hasta cáncer. Este tumor no es la enfermedad, es solo su manifestación. Nuestro cuerpo, que se estima viene de un viaje de construcción por generaciones de 3000 millones de años, es una de las líneas de desarrollo microbiano y celular de vida que tuvo éxito, al igual que la de todos los demás seres vivos, aun los más primarios, por lo que como ya dije, tienen en su ser todos o casi todos los microbios existentes. Ninguno nos es ajeno internamente, y cuando alguno o varios de ellos reciben la orden (del cerebro se supone), se activan y nos producen alguna enfermedad. Algunos hablan que los microbios son como el ejército que tiene el cerebro para preservar la salud del cuerpo y la vida y las adaptaciones al medio, a veces con el uso de violencia (enfermedades), y que el eliminarlos, no controlarlos, es un error biológico contra natura, que puede hacernos más daño que bien. Es como desarmar a los que nos defienden, según experiencias de millones de años. Se cree actualmente que cuando esa orden llega los patógenos se multiplican casi incontrolablemente, como también puede ser porque entramos en contacto e introducimos en nuestro ser una cantidad superior de ellos que rompe el equilibrio debido, y entonces nos enfermamos y hasta morimos. Otros están cada vez más convencidos que nuestros patrones de actuaciones que en el curso de nuestro camino hemos desarrollado para poder defendernos y preservar la vida, aun presentes principalmente en nuestro bulbo raquídeo y nuestro cerebelo al que llaman cerebro paleolítico, son unos programas que resultaron exitosos en nuestro devenir, que se hacen presentes bajo circunstancias vividas para preservarnos, y crean lo que llamamos enfermedades, que alegan no son más que formas que tenemos de curarnos solos tan reales como un brazo o una ojo para volver a la salud. Dicen muchos que lo que detona estas enfermedades viene primariamente del miedo, de la perdida de territorio y dominio, y de las acciones que tomamos como tales en nuestra vida hoy más civilizada, y que llamamos Emociones Atrapadas. Nuestros miedos ancestrales y todo el andamiaje que requerimos para preservarnos, cuando fuimos por millones de años parte de la cadena alimentaria, persiste y están presente en forma enmascarada en lo que llamamos civilización. De los millones de Emociones que vivimos a diario, las atrapadas son las que no podemos “digerir y resolver en el momento”, y se quedan en el cerebelo, pasan a la subconsciencia y se manifiestan en enfermedades, que pueden cronicizarse, y se alega además que el cerebro en no distingue entre lo que es realidad y lo que es creencia, por eso existen tantos enfermos patológicos. Cierto que los microbios mutan, se adaptan, cambian ante las circunstancias, las necesidades y los ataques, se hacen inmunes a tantos medicamentos que matan parejo a buenos y malos, y hasta al hecho cierto que jugando al científico loco algunos personas y potencias se dediquen a crear con ellos mutaciones y cocteles letales para suicidio eventual de ellos mismos, pero nadie debe asustarse de que carguemos, como parte vital de nuestro ser con todos los microbios que existen, y para no morirnos antes de tiempo (tiempo que desconocemos y es personal) hay que tratar de no alterar el equilibrio eléctrico, físico y químico de nuestras vidas. Generalmente enfermemos desde dentro, no desde afuera. Dicen que el Ébola que trae a la humanidad asustada e histérica por tanto que se escribe sin que sepamos cual es la realidad, no la que nos quieren hacer creer, es letal, inminente, sin recordarnos que en África también es letal y mueren millones cada año por malaria (paludismo) y diarrea, por no tener un dólar para el medicamento que los curaría, el que nos cura a nosotros, pero que no se regala, y por combatir y satanizar a los que con otros suplementos como el MMS o el Agua Oxigenada, los eliminan en 4 horas a costo ínfimo y sin secuelas, de un modo natural, haciendo circular oxigeno por el cuerpo que “quema” todos patógenos según su potencial eléctrico. El virus Ébola lo conocemos en Biomagnetismo y en Bioenergía. Lo eliminamos. En mi consulta lo he encontrado algunas veces en el pasado cuando no había esta publicidad, y se elimina en 20 minutos con dos simples imanes de 4000 gauss, puestos en el Arco Cigomático, donde se aloja (hueso que va del ojo al oído debajo de la sien a cada lado de la cara). Con esto, igual que con el catarro, el dengue, el sida, los H1N1, que los sostienen virus, no hay medicamentos efectivos ni vacunas, pues los virus no comen y no hay como envenenarlos que es lo que hacen los medicamentos, ni siquiera en la actualidad se pueden ver vivos y actuando, como si se hacía con el microscopio óptico del Dr. Rife, pero la Asociación Médica de EE.UU. lo destruyó en 1935. Hoy solo el microscopio electrónico puede ver virus, pero el haz de electrones los mata, hay tanto desconocimiento que nos tiene en vilo a todos y hasta nos matan a la voluntad de capitales sin alma. Acaban de darle el Premio Nobel a dos dedicados científicos por descubrir un microscopio óptico más potentes que los actuales, pero seguro que inferior al del Dr. Rife, que ante la embestida de la Asociación Médica de EE.UU, salvó su vida huyendo a México, luego que le quemaron su laboratorio, sus expedientes, su casa y a los colaboradores que no lo traicionaron y declararon en su contra, les quitaron su licencia de médicos, murieron quebrados y suicidados, o en accidentes convenientes.

https://legnalenja.wordpress.com/2014/10/11/la-impactante-relacion-entre-el-ebola-y-el-vuelo-mh-17-derribado-sobre-ucrania/

Monterrey, Mex. * luis@arthur.net * www.luis.arthur.net * www.luisharthur.blogspot.com *26/X/2014

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