Como un juego de ajedrez

Como en un juego de Ajedrez –el deporte ciencia- Danilo Medina ha estado movimiento sus fichas integradas por peones, alfiles, caballos, torres  y la reina con bastante fluidez, convencido de que todos son sacrificables en tanto sirven a la protección del Rey, que es él, en su afán por mantenerse en el poder más allá de lo que expresamente ordena la Constitución.

Fuera del tablero, un grupo de lacayos y pusilánimes, distribuidos  en todas las instituciones del Estado, incluyendo los medios de comunicación donde las bocinas hacen el trabajo por el cual reciben millones de pesos, se esfuerzan en convertir una mentira en verdad a fuerza de repetirla para crear la percepción del triunfo reeleccionista.

Me pregunto –ahora que los reeleccionistas se animan en las graderías- ¿qué harán los alfiles que aupados y patrocinados por el presidente Danilo Medina en aquella reunión de marzo del año pasado en el Palacio Nacional, que –con la debida autorización de su jefe- como potros desbocados se lanzaron al ruedo anunciando sus aspiraciones presidenciales? ¿Aceptarán como bueno y el válido el anuncio del intento por modificar la Constitución para hacer posible un nuevo mandato? ¿Lo harán? ¿O por el contrario continuarán con sus proyectos? Si lo hacen.

De acuerdo con la declaración jurada de bienes, salvo un caso, ninguno tiene recursos económicos, ni estructura propia, para encauzar exitosamente un proyecto presidencial en un país donde hacer política al más alto nivel cuesta una fortuna. ¿De dónde seguirán sacando el dinero si no tendrán quien se los suministre, pues los empresarios sólo le dan dinero a los que tienen posibilidades de ganar el poder?

El Banco de Reservas, ni los ministerios, estarán disponibles para ellos si Danilo “vuelve y vuelve”.

¿Qué harán Carlos Amarante Baret, Francisco Domínguez Brito, Reinando Pared Pérez –cariñosamente Pechito- Temístocles Montás y Andrés Navarro con Danilo atrincherado en el Palacio Nacional comprando diputados, senadores, Ministerio Público, la prensa, generales y dirigentes políticos grandes y pequeños? ¿Se quedarán como Perico en la estaca? ¿O con el rabo entre las piernas se irán sumisos, haciendo “bembitas” con dos lágrimas bajando por sus mejillas se irán para sus respectivas casas?

En el juego de Ajedrez no se gana sin sacrificar los peones, sin intercambiar los alfiles por los caballos –y viceversa- porque nada es más importante que el Rey. Ni siquiera la reina que es la pieza que más movimiento tiene en el tablero.

La política, ejercida sin escrúpulos, es cruel, desvergonzada, inmoral, cuando de mantenerse en el poder se trata. No existen los amigos, hermanos, compañeros ni camaradas. La lealtad es coyuntural. La ingenuidad no tiene cabida en política no se puede creer en nadie que coma con sal. La decepciones no muchas. La historia está llena de ellas.

Sigo creyendo que el proyecto reeleccionista no es viable en estos momentos. No le favorece el marco nacional e internacional. De intentarlo se crearía una situación de mucha inestabilidad política, se dividiría el PLD sellando -¡Ojalá!- su derrota electoral. De todos modos nada es imposible, ni está escrito en política; sobre todo en un pueblo muerto de hambre que vende su voto por 500 pesos, un Pica-Pollo y una “Yumbo” bien fría.

Pregunto –me urge como diría Silvio Rodríguez- ¿respaldarán los pupilos de Danilo que andan recorriendo el país gastando millones de pesos en campaña una modificación Constitucional o se opondrán militantemente al sentirse traicionados o burlados? ¿Abandonaran el Danilismo para y se mantendrán “institucionales” o respaldarán al ex presidente Leonel Fernández en sus deseos de volver por cuarta vez  (quebró la “fábrica de presidente”) al Palacio Nacional? ¡No lo sé!

 

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