China impulsa lazos Centroamérica con visitas Medina y Sánchez Cerén
PEKIN (EFE).- China busca dar hoy un nuevo impulso a sus relaciones con los países centroamericanos con las visitas de los presidentes de El Salvador y República Dominicana, países que rompieron sus lazos con Taiwán para establecerlos con Pekín hace pocos meses.
La presencia en el país asiático del presidente salvadoreño, Salvador Sánchez Cerén, y de su homólogo dominicano, Danilo Medina -quien llegó hoy a Pekín-, supone un hito al tratarse de las primeras visitas oficiales de unos máximos mandatarios de ambos países a China.
El presidente salvadoreño llegó el miércoles a Pekín y se reunió hoy con el presidente chino, Xi Jinping, con quien firmó una serie de acuerdos de cooperación bilateral.
Tras el encuentro entre ambos líderes, el director general del Departamento de América Latina y el Caribe del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Bentang, indicó que, «a la vista de las necesidades de El Salvador», su Gobierno ha acordado «ofrecer apoyo al pueblo salvadoreño».
En este sentido, China anunció que ofrecerá vehículos de suministro de alimentos y agua para aliviar la sequía y proveerá de dispositivos de enseñanza a los alumnos en situación de pobreza, de bienes para la prevención de desastres y de equipos médicos.
Por su parte, Sánchez Cerén aseguró a Xi que la feria global de importación que arrancará el próximo lunes en la ciudad china de Shanghái es un «medio» para atraer la inversión china a El Salvador, según la televisión estatal china.
El presidente salvadoreño destacó al líder chino que ambos países tienen «los mismos intereses» basados en «la confianza y el respeto mutuos».
La nación centroamericana entabló en agosto pasado nexos diplomáticos con China en detrimento de Taiwán, algo que generó recelos desde Estados Unidos, que el pasado 7 de septiembre llamó a consultas a su embajadora en El Salvador, Jean Manes, por esta decisión.
A este respecto, y sin citar directamente a Estados Unidos, Zhao apuntó que el Ejecutivo chino «es consciente de que ciertos países han dicho ciertas palabras sobre el desarrollo de las relaciones entre China y El Salvador».
«Al desarrollar relaciones con otros países, incluido El Salvador, China se compromete sinceramente al respeto mutuo, a la cooperación, al desarrollo común, a la apertura y a la integración», añadió.
«Las relaciones entre China y El Salvador son entre dos países soberanos y no es razonable que otros países hablen sobre ellas. Estas relaciones no van contra ninguna tercera parte ni enfrenta las relaciones de El Salvador con otros países», sentenció Zhao.
Sánchez Cerén viaja acompañado de los ministros de Relaciones Exteriores, Carlos Castaneda; de Educación, Carlos Canjura, y de Salud, Violeta Menjívar.
Por su parte, Medina aterrizó hoy a las 18.40 hora local (10.00 GMT) en Pekín, donde fue recibido por el ministro asistente de Exteriores, Zhang Hanhui, así como por el primer embajador dominicano en China, Briunny Garabito.
Está previsto que el líder dominicano mantenga un encuentro con Xi mañana a las 17.00 hora local (09.00 GMT).
Al igual que Sánchez Cerén, Medina también asistirá a reuniones con el primer ministro, Li Keqiang, y con el presidente de la Asamblea Popular Nacional, Li Zhuanshu.
Además, tendrá lugar la apertura oficial de la embajada dominicana en China, con la presencia de los cancilleres de ambos países, Miguel Vargas -quien acompaña a Medina en este viaje- y Wang Yi, que ya se reunieron en Santo Domingo el 21 de septiembre pasado cuando se inauguró la legación china en la nación caribeña.
Tras ello, se trasladará a Shanghái, donde participará en la inauguración de la citada feria de importación.
Antes de partir el próximo día 7, Medina también visitará dos parques tecnológicos en la ciudad de Shenzhen.
Medina estará acompañado por una delegación de empresarios y altos funcionarios entre los que también figuran los ministros de Presidencia, José Ramón Peralta; de Hacienda, Donald Guerrero, y de Turismo, Francisco Javier García.
El pasado 1 de mayo, República Dominicana decidió dar un giro en su política exterior al romper sus históricos lazos con Taiwán y establecer relaciones con China, país con el que ya registraba un intercambio comercial por importe de unos 2.000 millones de dólares (1.757 millones de euros).