Campaña electoral sucinta, breve y precisa

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El autor es diplomático. Reside en Seúl, Corea del Sur.

Por: EDWIN DOMINGUEZ ALVAREZ

El pasado 15 de abril del año en curso, la República de Corea celebró sus XXI Elecciones Legislativas, contando con una histórica participación de más del 66 por ciento del electorado.

Dichos comicios fueron ganados abrumadoramente por el oficialista Partido Demócrata de Corea (DPK, por sus siglas en inglés), indicando una evidente aprobación de esta sociedad a la gestión de la crisis del coronavirus, por parte de sus autoridades.

Las elecciones se efectuaron de manera organizada, cívica, pero, sobre todo, bajo un estricto dispositivo de medidas sanitarias como la obligatoriedad del uso de mascarillas, desinfecciones constantes de las casetas de votaciones, toma de temperatura corporal, entre otras, que buscaban evitar la propagación del COVID-19.

Este objetivo fue logrado en su totalidad, ya que a poco menos de un mes de haberse celebrado este certamen electoral, no se ha registrado un solo contagio vinculado al mismo.

No obstante, lo que me llamó particularmente la atención de este proceso, fue el hecho de que solo se habilitaran 14 días para la campaña proselitista, situación contemplada en la legislación vigente de este país, y que no tiene relación directa a la crisis del coronavirus.

Al ser procedente de un país que exhibe un proselitismo que nunca descansa, esto me sorprendió gratamente.

La de Corea, fue una campaña electoral en la que los candidatos se dedicaron exclusivamente a publicitar sus proyectos legislativos y sus iniciativas en favor de los electores. Además, aquellos candidatos de partidos de oposición, si realizaban críticas al gobierno, las acompañaban de posibles soluciones. Esta fue la base lógica sobre la cual los coreanos tomaron su decisión en las urnas.

Nada de marchas-caravanas, ruidosos disco-lights, teorías conspirativas, bandereos, entre otros métodos, que conforman la dinámica del quehacer proselitista en República Dominicana.

La nueva realidad que nos ha presentado la pandemia sugiere que la presente campaña electoral en República Dominicana sea sucinta, breve y precisa, en donde se reduzca al mínimo las aglomeraciones de personas y que esté apoyada, sobre todo, en el uso de los medios de comunicación para que podamos escuchar las propuestas de nuestros candidatos.

El momento se presta para que dejemos a un lado la “vieja política” que nos ha caracterizado y realicemos una campaña menos agobiante, que esté basada en nuevas ideas y propuestas. Que se nos permitan conocer y debatir sobre los planes que se divisaran en aras de reactivar la economía; cómo seguiremos mejorando la calidad de vida de todos los ciudadanos;

Y, sobre todo, que se nos explique cuál será la estrategia para que podamos reintegrarnos a nuestra cotidianeidad, conviviendo con el virus, que luce que no se esfumara por el momento.

Realizado este ejercicio, evitaríamos darle nuestro voto a personas que no estén a la altura profesional que la crisis actual está demandando.

El COVID-19 nos ha colocado en una situación en la cual no podemos darnos el lujo de ejercer el voto a la ligera y necesitamos que esta campaña electoral tenga más sustancia que en ediciones anteriores. Así podremos tomar una decisión educada y elegir un gobernante que siga dirigiendo los destinos del país, en beneficio de todos.

 dominguez.eada@gmail.com

JPM

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Luis De New York
Luis De New York
3 Años hace

Mientras los dominicanos estemos buscando camparaciones con otras culturas que no tienen nada que ver con la nuestra estaremos preso de la ignorancia. SOMOS UNOS NEGROS VERGONZANTES.