Atropello del Ayuntamiento de Santo Domingo

imagen

Desde su niñez, siempre escuchaba que Santo Domingo era el país de María Santísima. Llegado el momento, decidió hacer maleta, la repletó de esperanzas, y aquí compraría los breteles para colgarlas, que no se le escaparan y hacerlas realidad. Maríe quería ser comerciante independiente y para ello, una caja de paletas, bien surtida, le proporcionaría los medios para subsistir, además de enviar ayuda económica a sus padres. Además de la paletera, Marie tiene glaucoma, sinusitis, migraña y tres hijos pequeños; también tiene que viajar a su país, cada tres meses, para pagar su permanencia en Santo Domingo. El constante flujo de estudiantes de la Universidad APEC le proporcionó el lugar idóneo para instalar su negocio. Frente a la entrada oeste del parqueo de la Institución académica, próxima a la caseta donde se colocan algunos zafacones y cobijada por un frondoso almendro, con su paletera, Marie ha permanecido por años, durante 12 horas diarias, demostrando su tesón por el trabajo digno. Para la siesta de su hija, menor de 4 años, Marie tiene una loneta que doblada en mil pedazos transforma en una camita. Las ramas del árbol las protegen y así tienen sombra y menos calor en las horas candentes del mediodía. Lejos de sospecharlo, aquella mañana las riquezas de Marie menguarían. Con una eficiencia abrumadora, empleados del Ayuntamiento abordaron a Marie. Le llevaron su caja de paletas argumentándole que: “obstruía el tránsito sobre la acera”. Así, sin más ni más, además de no devolverle sus mercancías, entre otras: paletas, chiclets, fundas de papitas, platanitos y cigarrillos. ¿Quién o quiénes se las quedaron; con los dineros de Marie, celebrarían un cumpleaños? Inentendible que otros vendedores -los hay hasta artesanos-, conservan sus pequeños negocios en los alrededores de la universidad sin que autoridad alguna les perturbe ni incaute sus mercancías. Cabría preguntar, ¿por qué se arremete contra Marie; porqué es mujer, está sola y no tiene un defensor o alguien que pueda protegerla? Para no recurrir a las limosnas y contraria a la práctica de la prostitución, Marie tiene una nueva paletera. Armada en una caja de cartón, muy bien colocada entre los tanques de basura y la hermosa mata de almendras-así no impide el tránsito de los peatones- y aunque con menores ganancias, tiene para dar de comer a sus hijos y vaya usté a saber cuándo podrá mandarle algunos pesos a sus progenitores. Las interrogantes danzan en mi entorno porque no entiendo la eficiencia de los empleados del Ayuntamiento. Las aceras de la Avenida México y Dr. César Dargam, parte de nuestras riquezas citadinas, están llenas de basuras, cables sueltos sobre las aceras, colgados por doquier, etc., – referí el tema en entregas anteriores- y ninguna autoridad de limpieza se inmuta, ni pállá mira. Si a las pruebas me remito, definitivamente ¡tampoco les importa! Mientras a Marie algunos le arrebataron parte de sus riquezas, –no me incumbe su procedencia- ¡a nosotros nos consienten las nuestras! Sancho, ¿quién entiende?

ALMOMENTO.NET publica los artículos de opinión sin hacerles correcciones de redacción. Se reserva el derecho de rechazar los que estén mal redactados, con errores de sintaxis o faltas ortográficas.
0 0 votos
Article Rating
Suscribir
Notificar a
guest
0 Comments
Comentarios en linea
Ver todos los comentarios