Actividades se reanudan parcialmente; escuelas se mantienen cerradas

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PUERTO PRINCIPE.- Haití arrancó la semana con una reanudación parcial de las actividades, después de las violentas protestas de los últimos días en reclamo de la dimisión del presidente Jovenel Moise, pero persiste un ambiente de tensión y la oposición advierte de más movilizaciones.

El Gobierno llamó el domingo a la población a incorporarse a las actividades este lunes tras más de una semana de paralización general, e instó a las instituciones a cargo de la seguridad pública y nacional, en particular a la Policía Nacional, proteger vidas y bienes “para acompañar este retorno a la vida normal”.

Si bien los bancos, las estaciones de combustible y muchos negocios volvieron a abrir sus puertas tras estar cerrados estos días a causa de los saqueos, que ocasionaron grandes pérdidas, las escuelas permanecieron cerradas debido a la incertidumbre y la tensión que vive el país desde el pasado 7 de febrero, y que ha dejado al menos nueve muertos y decenas de heridos.

En la capital, Puerto Príncipe, se observó un mayor número de actividades que durante el fin de semana, cuando hubo una especie de tregua que permitió a los haitianos salir a comprar agua y comida, como medida preventiva ante el anuncio de los convocantes de las protestas, agrupados en el Sector Democrático y Popular, de que continuará las movilizaciones pacíficas.

La población, además, mantiene la expectación sobre la ejecución de las medidas anunciadas por el gobierno para tratar de paliar la crisis económica y luchar contra la corrupción, en un intento por bajar la tensión política.

En medio del tenso panorama que vive la nación, la Policía Haitiana informó hoy de que siete extranjeros y un haitiano fueron detenidos con varias armas automáticas, aumentado la inquietud entre la población.

Los detenidos son cinco estadounidenses, dos serbios y un haitiano quienes, de acuerdo con la información, tenían en su poder varias ametralladoras, pistolas, chalecos antibalas, drones y teléfonos satelitales, entre otros equipos.

Haití es escenario de violentas protestas desde el 7 de febrero, fecha del segundo aniversario de la llegada al poder de Moise en medio de una severa crisis económica que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por los fallos en el suministro de electricidad derivados de la escasez de combustibles.

La noche del sábado, el primer ministro de Haití, Jean Henry Céant, anunció en un discurso a la nación una serie de medidas para tratar de paliar la crisis económica y luchar contra la corrupción en un intento por bajar la tensión política de los últimos días.

Entre las medidas anunciadas por Céant figuran la reducción de los precios de los alimentos, la discusión con el sector privado de un posible aumento del salario mínimo, así como la reducción de un 30 % del presupuesto de su oficina, que espera que sea replicado por la Presidencia y el Parlamento.

En su mensaje, y tras reconocer que la corrupción es uno de los mayores problemas que enfrenta el país, el primer ministro prometió que se determinará el destino de los fondos de Petrocaribe, el programa mediante el cual Venezuela suministra petróleo a Haití a precios blandos, otro de los reclamos de los manifestantes.

ESCUELAS SE MANTIENEN CERRADAS

Las escuelas continúan cerradas en Haití después de casi dos semanas de protestas y movilizaciones en reclamo de la renuncia del presidente del país, Jovenel Moise, pese al llamado del Gobierno para que los estudiantes y la ciudadanía se reintegraran este lunes a sus actividades.

El Gobierno llamó ayer a la población a incorporarse a las actividades este lunes e instó a las instituciones a cargo de la seguridad pública y nacional, en particular a la Policía Nacional, proteger vidas y bienes “para acompañar este retorno a la vida normal”.

Sin embargo, varios sectores opositores han anunciado nuevas movilizaciones para esta semana.

La incertidumbre y la tensión que vive el país explica que los alumnos decidieran permanecer en sus casas, mientras que varios grupos de estudiantes anunciaron protestas contra Moise.

En la capital, Puerto Príncipe, sin embargo, hay mucho más actividades que el fin de semana, cuando hubo una especie de tregua, que permitió a los haitianos salir a comprar agua y comida.

Los bancos, las estaciones de combustibles y muchos negocios volvieron a abrir sus puertas, tras estar cerrados estos días a causa de los saqueos, que ocasionaron grandes pérdidas.

Haití es escenario de violentas protestas desde el 7 de febrero, fecha del segundo aniversario de la llegada al poder de Moise, en medio de una severa crisis económica, que se agravó este año por una fuerte depreciación del gourde, la moneda oficial, y por los fallos en el suministro de electricidad derivados de la escasez de combustibles.

La noche del sábado el primer ministro de Haití anunció en un discurso a la nación una serie de medidas para tratar de paliar la crisis económica y luchar contra la corrupción en un intento por bajar la tensión política de los últimos días.

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