Catilinaria a los intelectuales y gobernantes haitianos (OPINION)

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EL AUTOR es escritor y político. Reside en Nueva York.

Preliminar

A – Por lo general, cuando se habla de gobernantes, el grueso de la población cree que solo se trata de los presidentes, cuando en realidad se trata de los integrantes de los tres poderes del Estado, valga decir, del legislativo, del judicial y el ejecutivo, que comprende el jefe de Estado y sus ministros, incluyendo lo militar y policial.  En consecuencia, cuando aludo la culpabilidad del colapso del Estado haitiano, me estoy refiriendo a todos los individuos que han detentado y detentan las funciones de esos tres poderes, es decir, presidente, vicepresidente, ministros civiles y militares, diputados, senadores, fiscales y jueces.

B – Para más rigurosidad científica, en cuanto a identificar las causas de la caída de Haití en un estado fallido, también hay que culpabilizar a los demás poderes facticos como son la estrafalaria y codiciosa oligarquía haitiana, a su clase política e intelectual y a la religiosa, que no han sabido conducir a su país por senderos científicos y culturales que conlleven a su pueblo al desarrollo integral para una prosperidad social en lo económico y espiritual.  Dicho esto, pasamos al tema de hoy.

1 – Simultáneamente, el primer ministro de Haití, Garry Conille y la canciller haitiana Dominique Dupuy, han manifestado públicamente su rechazo tajante a las deportaciones forzadas y masivas de los haitianos que realiza la República Dominicana. Ellos dos sustentan, que estas deportaciones violan los principios fundamentales de la dignidad humana.  Ambos sostienen: “es brutal las escenas de deportaciones de haitianos que se están llevando a cabo; la misma constituye una ofensa a la dignidad humana; estas deportaciones violan los estándares internacionales de los derechos humanos y la obligación de respetar la dignidad de todas las personas”. Y subrayan…, “condenamos con todas nuestras fuerzas estos actos que denigran a la ciudadanía, y exigimos respeto y justicia”. En este mismo tenor, la canciller Dominique Dupuy, en su cuenta X ha declarado: “el gobierno haitiano seguirá trabajando con sus socios para recibir a los afectados con dignidad”.

2 – Pues bien…, Haití es el país más pobre de occidente, y no una pobreza cualquiera, puesto que la misma abarca la miseria espiritual de sus lideres políticos, religiosos y empresariales.  Cierto que hay factores históricos que han incidido poderosamente con apuntalar las graves tribulaciones por las que desde hace siglos viene confrontando Haití, pero esa no debe ser la excusa sempiterna que justifique ad vitam (de por vida), semejante derrocadero.   De alguna manera la mayoría de los pueblos han sido víctimas de los mayores infortunios, y los han superado para lograr índices significativos de progreso.

3 – Desgraciadamente, Haití no está entre esas naciones que han superado los obstáculos, sino. que la contrario, ha venido hundiéndose cada vez más en la miseria, el atraso y la ignorancia.

4 – Fruto de esa situación, Haití ha llegado a ser un Estado fallido. Haití está deforestado, en consecuencia, sus ríos se han secado y su agropecuaria colapsado; por ende, al no producir sus alimentos, las hambrunas y sus secuelas, campean por sus fueros como una fatalidad existencial que afecta al 99.5% de su población.   En Haití, no hay institucionalidad; el país es un caos total. Ni siquiera pueden dotar a sus ciudadanos del acta de nacimiento, muchos menos de otros documentos que hoy son soportes para la convivencia social civilizada.  En Haití, los servicios básicos, (electricidad, agua, salud pública, transporte, vivienda, etc., los pocos que existen, tienen una precariedad casi absoluta y un mal funcionamiento catastrófico. En Haití, el analfabetismo, el hambre, las enfermedades, la delincuencia, la falta de institucionalidad, las extremas desigualdades sociales, el colapso de los derechos humanos, la perversidad, codicia e indolencia de su clase gobernante y empresarios, la debilidad de sus intelectuales, la indiferencia de su diáspora, y el primitivismo de la mayoría de su pueblo, constituyen una marca país.

5 – En su mayoría, el pueblo haitiano, por la falta de educación, los unge cierto primitivismo, pero esa mayoría pese a esos lastres es trabajador e inteligente; solo que su país no le ha dado la oportunidad para educarse y desarrollarse; yo diría que esa mayoría haitiana son diamantes sin pulir.  Como en toda sociedad, los hay buenos y malos. Los hay honestos y deshonestos. Los hay asesinos y gente de bien.  Aquí en mi RD, ellos han dado muestras de esas características. Lo he visto ladinos, pero también, la mayoría de ellos es gente honesta y laboriosa.  En suelo dominicano lo es visto trabajar bajo un sol ardiente, ya sea en la construcción o sembrando y cosechando los frutos que consumimos y exportamos.  Desgraciadamente, la mayoría de esos haitianos que han emigrado a nuestra RD, no saben leer ni escribir, ni tienen papeles de identidad personal y como ya he reseñado, los acusa un primitivismo que les impide integrarse no solo a nuestro modo de vida, sino también al de otras naciones que han alcanzado mayor desarrollo y educación que ellos.

6 – Ante este Haití paupérrimo, pordiosero y primitivo, carente de educación, de alimentación, de servicios básicos, de cuidados de salud, de respecto a la dignidad humana, y hasta falto de documentos de identidad, ¿que han hecho a lo largo de sus vidas, la bella, joven y educada canciller haitiana Dominique Dupuy y el también educado primer ministro de Haití Garry Conille, para revertir esta situación que hunde en la miseria y en la desolación y devastación a Haití cada vez más?  Pero también, para desarrollar a Haiti ¿que han hecho sus más poderosos empresarios como Charles Baker, Reginaldo Boulo, Sherif Abdallah, Gregory Mevs, Reynold Deeb, Gregory Brandt, Andy Apaid, Carl Braun, Marc-Antoine, Richard Coles y Franck Helmcke?  A Gilbert Bigio, ciudadano americano de origen y con estrechos vínculos con el lobby israelí del Congreso de USA se le atribuye ser el empresario más poderoso de Haití.

7 – En esta pauperización y deshumanización de Haití, ¿cuál ha sido el rol de esos poderosos empresarios y de su clase política y religiosa?  Pero además, ¿los militares y policías, que papel han jugado en todo este deterioro de su nación?  ¿Y los intelectuales, cual ha sido su protagonismo en esta degradación sostenida de su país?

8 – Estamos frente a un Haití decadente en lo institucional, social, político, económico, cultural y moral.  Ante esta realidad amarga, cabe preguntar ¿Cuál es la cuota de responsabilidad de quienes hoy frente a las deportaciones masivas de haitianos ilegales de territorio dominicano, salen al ruedo tipificando este hecho de inhumano, de violatorio y ofensa a la dignidad humana y de violatorio a los estándares internacionales?

9 – Los poderes facticos de una nación, valga decir, sus intelectuales, sus políticos, sus empresarios, sus lideres religiosos, autoridades militares y policiales son los responsables directos del destino de un país. El progreso, el desarrollo integral de un país depende directa y estrictamente de estos poderes. Los pueblos son en lo económico, social y cultural, lo que estas fuerzas decidan.  Como por sus resultados los conoceréis, entonces, frente a un Haití paupérrimo y colapsado institucionalmente, y por demás viviendo en un primitivismo que espanta, es lógico pensar, que su clase gobernante ha sido indolente, vil y miserable con su pueblo.

10 – Ante esta realidad, cabe la reflexionar, si es de lugar o no, el reproche de los gobernantes haitianos a la de deportación que ha iniciado el gobierno dominicano de millones de los ilegales haitianos en territorio dominicano, y mas cuando estos no tienen papeles de identidad;  aún peor,  cuando un gran número de ellos comportan una conducta delictiva que pone en riesgo a la ciudadanía en general y que su exorbitante cantidad en suelo dominicano, rodante por los cuatros millones, pone en riesgo la existencia de la nación dominicana.

11 – Esta es una situación insoslayable, ante la cual me parece, que los poderes facticos haitianos señalados, en vez de reprochar a la Republica Dominicana su derecho a la deportación de los ilegales haitianos señalados, mejor debieran reprocharse a si mismos, porque ellos son los grandes culpables de las condiciones catastróficas a que ha llegado su país. En consecuencia, ante el martirio que está padeciendo el pueblo haitiano, esos poderes facticos, asumiendo algo de vergüenza y dignidad, como también una gran dosis de humildad, debieran pedirle perdón a su pueblo por haberlo llevado a tan profunda degradación y podredumbre en que está desde hace siglos.   En este contexto, también le sugiero a esos poderes facticos pedirle perdón a la República Dominicana por habernos causados tantos problemas económicos y sociales, y hasta sanitarios y de delincuencia.

12 – Dirijo esta reprimenda a la clase haitiana gobernante, con toda la autoridad moral que me da el haber defendido al pueblo haitiano de sus verdugos haitianos y dominicanos. Me opuse y me opongo a la Sentencia 168-13 por considerar que esta fue una treta de los empresarios de la caña de azúcar para deshacerse de la responsabilidad social y económica, que debieron de asumir cuando esta industria a partir de 1999 se privatizó y dejó de ser la columna vertebral de la economía dominicana.

13 – A partir de aquella fecha, los ingenios empezaron a desaparecer, lo que trajo consigo la quiebra de varios sectores que dependían de esta industria, como fue el caso de los colonos, que sus tierras privadas las sembraban cañas para venderlas a los ingenios.  Además, se perdieron miles de empleos, principalmente los correspondientes a los braceros dominicos-haitianos, unos 250 mil, que ostentaban la nacionalidad dominicana, porque eran los descendientes de una generación haitiana con cien años de haberse asentado en tierra dominicana, cuando la Constitución le otorgaba la nacionalidad por el derecho de sangre y por el derecho de suelo (jus solis e jus sanguinis).

14 – Había otra forma para que la Republica Dominicana estableciera su derecho a definir a quienes les tocaba la nacionalidad dominicana sin que fueran afectados los 250 mil dominicos-haitianos señalados, pero escogieron la Sentencia 168-13, como la formula perfecta para que los empresarios del azúcar -como ya he señalado – se deshicieran de la responsabilidad social y económica que por ley tenían con aquellos 250 mil dominicos- haitianos.  El tiempo me ha dado la razón; el dinero que le correspondía a aquellos negros pobres y analfabetos, por concepto de cesantía y otras prestaciones laborales, le fue negado y concomitantemente todos ellos fueron desalojados de los predios que habían sido suyos por heredad de sus ancestros. A todos los dejaron en la calle como a perros.  El pedido de justicia para estos dominicos-haitianos, de nada ha valido ante los poderosos empresarios azucareros referidos.

15 – He sacado a colación esta narración, porque la misma me da la autoridad moral, para criticar la indiferencia y la malevolencia que han tenido los sucesivos gobernantes haitianos para con su pueblo en toda su historia, del que más bien se han servido para enriquecerse a costa de su explotación en alianza con malos dominicanos.

16 – En este contexto reafirmo mi critica a los gobernantes haitianos que hoy le reprochan a la Republica Dominicana su derecho a expulsar de su tierra a todo inmigrante ilegal, cuanto más, si estos no tienen documentos de identidad y comportan una conducta delictiva. Cuatro millones de inmigrantes es demasiado para un país pequeño y empobrecido como lo es la Republica Dominicana.  Ante esta situación, los gobernantes haitianos mejor debieran asumir su responsabilidad en la destrucción de su país, al cual con su codicia y desamor por sus congéneres lo han llevado a ser un estado fallido sumergido en el caos, en hambrunas, en falta de institucionalidad, En este escenario, Haití es cautivo de unos gobernantes indolentes e irresponsables, que quieren indilgar a otros sus falencias, indignidades y malevolencias.

17 – Para resolver un problema, lo primero es reconocer la causa de ese problema. El problema básico de Haití es la malevolencia de su clase gobernante, los frutos de esa gobernanza me dan la razón.  En Haití hace falta un renacer de la vergüenza y dignidad, como también una gran dosis de humildad y el amor por su pueblo de su clase gobernante.  También es un imperativo de esa clase dejar el racismo y el desprecio de los mulatos contra los negros y los más pobres.   Es decir, mientras las clases gobernantes de Haití no dejen la codicia, la comparoneria de sentirse superiores a sus semejantes paupérrimos, y esté signada por la indiferencia, la indolencia y el desamor para con su pueblo, en Haití la podredumbre y la pobreza extrema, irá de mal a peor.

18 – Entiendo que este artículo encierra una verdad incómoda, pero resulta que a esta altura de mi vida no estoy para caerle simpático a nadie.  Externo lo que siento es la verdad, porque solo ella construye y reconstruye, que es lo que persigo para Haití y República Dominicana, por el bien de todos.

A mi pueblo, y a los haitianos de toda pertenencia social y económica, les dejo la palabra…

 

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Leed
Leed
13 minutos hace

que pena dar tantas vueltas a lo mismo. los haitianos son los realengos del mundo, porque sus estructura psíquica y mental es primitiva. simple y llanamente. y el peligro que significan ellos para la nación dominicana es solo una. un rencor ascentral a todo lo que es dominicano. un urgencia exacerbada de destruir a como de lugar la identidad dominicana, aunque sea al filo del machete. no te entregues a la pena y la condescendencia por ellos.

felix
felix
1 hora hace

elcaÓtico y salvaje conglomerado haitiano tiene otro haitÍ dentrero de nuestro paÍs cualpa de nuestra clace polÍtica y los militares mas la presion gringasolo el pueblo podrÁ enfrentar y sacar la plaga haitiana

Ramon
Ramon
1 hora hace

es interesante pensar que los haitianos se pasean por el mundo gritando su desgracia, comenzando por el alarido de la discriminación racial. pero, cuantas personas se han ocupado de estudiar su primera constitución donde ellos se declaraban racistas al odiar al blanco.

al alabar la negritud están cometiendo un acto de racismo, porque no es la epidermis la que nos ofrece nuestra condición humana, somos humanos sobre todas las cosas por lo tanto

El Veraz
El Veraz
1 hora hace

el racismo haitiano está en la misma constitución cuando prohíbe el derecho un blanco a ser presidente de haití y a tener propiedades como tierras. además, la actitud de las autoridades fronterizas haitianas con los dominicanos es como un embudo cerrado, un dominicano pone un pie en su territorio y lo apresan, lo humillan y amenazan, sin embargo ellos se creen con el derecho de entrar a la rd sin ninguna consecuencias. ellos deben respetar igual.

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2 horas hace

haiti no puede pedir a república dominicana que le de a los invasores haitianos los que haití le a negados.————-//—————-miguel espaillat le hace una crítica muy buena sin auspiciar el odio. el gobierno de haití que resuelva sus problemas como las demás naciones los han hechos.

Eduardo G.
Eduardo G.
3 horas hace

el sr. espaillat que no venga ahora a hacerse el gracioso con no estar de acuerdo con la invasión haitiana en r.d., ya que siempre ha satanizado a los nacionalistas que se oponen a la presencia haitiana.

Tiagolaw
Tiagolaw
3 horas hace

busquen la historia de los países de África para entender porque los haitianos se comportan así llenos de rencor y maldad. si quieren saber de inmigración busquen cuantos afganos a deportado pakistán después que salieron los americanos de afganistán. millones. haití que resuelva su problemas que ellos tienen un gobierno en la prensa y en la realidad ningún dominicano puede entrar a haití.

elaturdido
elaturdido
3 horas hace

buen tema… hiedevivo… pero te ves… en consonancia… a que… quien gobierna… a nuestro país… es tu prmismo… estamos!…

Manuel Val
Manuel Val
3 horas hace

creo que es la primera vez que estoy de acuerdo con usted.excelente análisis.haití, solo cambiara con una dictadura férrea, que responda a los intereses de su pueblo.

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Responder a  Manuel Val
2 horas hace

miguel espaillat siempre escribe muy bien con muchos detalles.