Sobre las noticias falsas en los medios audiovisuales
Un parte periodístico internacional da cuenta de que el gobierno de Malasia se aboca a legislar y penalizar la divulgación de noticias falsas a través de los medios audiovisuales de publicidad, incluyendo las vallas ubicadas en las principales avenidas.
La medida prevé hasta seis años de prisión por publicar o circular información que sea engañosa y no castigaría a quienes son los responsables de la desinformación, sino a quien la comparta con intenciones maliciosas.
Se destaca que los proveedores de servicios en línea serían responsables del contenido de terceros en sus plataformas y cualquiera podría presentar la queja.
De igual modo, subraya la información en referencia, que las denominadas noticias falsas, generadas en otros países, también serían punibles si afectan a Malasia o los malasios.
La medida sancionaría a “cualquier noticia, información, dato o reporte que sea parcial o totalmente falso, ya sean visuales, grabaciones de audio, escritos o cualquier otro formato que sugiera palabras o ideas”.
En vista de que actualmente no está tipificado qué se califica como algo falso, se advierte, sin a hacer referencia a las consecuencias que podría emanar, que el gobierno tendrá la posibilidad de decidir qué es un hecho verídico en ese país.
Al margen de que, en sentido general, la propuesta podría lucir interesante, tomando en cuenta que «las noticias falsas se han vuelto un fenómeno global», lo cierto es que la iniciativa legislativa en cuestión, tanto en Malasia, como en cualquier parte del mundo, una vez empiece su aplicación formal, daría paso a algunos acicates que a la postre conduciría a una significativa limitación de la libertad de expresión
No obstante, se reconoce la urgente necesidad de controles en la divulgación de las informaciones, la cual debe ceñirse a los patrones que establece la ética y la moral, no olvidando la veracidad y objetividad, tal realidad debe ser analizada y corregida luego de un ejercicio reflexivo y profundo de donde se definan herramientas cuya aplicación no afecte el libre oficio de informar.
Ha de ser evitado que en interés de un supuesto o real propósito de objetividad informativa se procesa a permitir el funcionamiento de aparente «tribunales de la verdad» dirigidos, fundamentalmente, a frenar la libertad de expresión.
En definitiva, se insiste en que ser cuidadosos en lo propuesto, no obstante se entiende que, en Malasia, como en muchos de nuestros países, las criticas, a través de los medios, no deben ser sancionadas ni por Ley ni por Gobierno, aunque las calumnias, las mentiras y las infamias, sí.
Dejemos discurrir el tiempo a ver qué realmente ocurre entre los malasios, para luego asimilar los aciertos y desaciertos que podría traer su modelo propuesto para limitar o dar fin a las denominadas «noticias falsas».
Esperemos pues….

Trump elige a Susie Wiles como jefa del gabinete en Casa Blanca
Abinader entrega muelles en Río San Juan y Cabrera para la pesca
Primer Ministro Haití seguirá en Puerto Rico, su futuro es incierto
Denuncia falta transparencia en manejo de los recursos públicos
Empleo formal en RD: ¿contamos la historia completa? (OPINIÓN)
Leonel confía en un 2026 de progreso para la R. Dominicana
Centrales sindicales dicen hay intento desconocer la cesantía
Acuerdan «fortalecer la alianza» entre los EEUU y Honduras
SNS investiga colapso de techo hospital que construye en Azua
Framber Valdez entre agentes libres más cotizados sin firma
Una reflexión decembrina
EE.UU. empieza a tomar fotos y datos biométricos de pasajeros
Tormenta nieve afecta vuelos salen de RD a Estados Unidos















