Pedro Santana y la llamada Conspiración de los Puello

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El autor es ingeniero civil. Reside en Santo Domingo

Si el General Santana ordenó pasar por las armas a los hermanos Puello, como muchos de nuestros afamados historiadores atestiguan, entonces cómo se explica que el tercer hermano, Eusebio, se haya unido a la anexión a España, “gestionada” por Santana, y luego se retirara junto con los españoles para Cuba, al concluir la guerra restauradora? 

2 de diciembre de 1847. Días antes, recibe el Presidente Santana una confidencia en la cual se le asegura que el Ministro de Interior y Policía de su gobierno, el general José Joaquín Puello. “está conspirando contra él y la seguridad del Estado,” dentro del marco de una continua desestabilidad doméstica y una interminable guerra internacional.

Santana, rechazando la denuncia, proclamó: “me resisto a creer tal cosa de Puello. No voy a echarme un enemigo gratuito y solo procederé contra él infraganti u obteniendo las pruebas necesarias para poder enfrentarle”. 

El historiador José Gabriel García, nos dice de Puello: “Trinitario, valiente, prestigioso y patriota, su preponderancia política y su carácter le habían hecho blanco de rivalidades internas”. 

Pedro Santana

Pero este 2 de diciembre, se apersona el capitán Santiago Barrientos, acompañado de otros militares y reafirma al presidente Santana que el general Joaquín Puello: “continúa conspirando contra la seguridad del Estado y estuvo tratando de conquistarles a ellos para ese propósito”. 

De inmediato, Santana convoca al Consejo de Ministros. Presenta la denuncia, hace prisionero personalmente a Puello en pleno Consejo, toma otras medidas necesarias al caso y, apegado a la Constitución, procede a nombrar una comisión investigadora del suceso.

Al momento de su detención, Puello también estaba encargado del Ministerio de Hacienda y Comercio y, además, fue quién dirigió las huestes dominicanas en la gloriosa batalla de La Estrelleta en el año 1845, como jefe de operaciones, y quien ahora es señalado precisamente como la cabeza del complot.

Procedo ahora amigo lector, a nombrar las personas que formaron parte de la Comisión investigadora. Como verán estuvo constituida por trinitarios, soldados combatientes de nuestras fronteras y civiles, muchos de ellos participantes activos en los manifiestos de la Misericordia y el Conde, la luminosa noche del 27 de febrero.

Estos fueron: Domingo de la Rocha, Juan Nepomuceno Tejera, Fco. Cruz Moreno y Felipe Perdomo, ministro de la Suprema Corte de Justicia; José Joaquín del Monte y Juan M. Leyba Ramírez, presidente el primero y Fiscal interino el segundo del Tribunal de Apelación; Elías Gross y Esteban Mesa, el primero en reemplazo del presidente del Tribunal de Justicia Mayor de la Capital, y el segundo Procurador Fiscal del Tribunal de Primera Instancia; Juan Bta. Lovelace, José Mateo Perdomo, Toribio López Villanueva y Silvano Soñé, Miembros de la Cámara del Tribunado; Rafael Pérez, Miembro del Consejo Conservador; Gral. Matías Moreno, comandante de Armas de Monte Plata; Gral. Bernabé Sandoval, Comandante de Armas de San José de los Llanos; Gral. Bernardino Pérez, Comandante de Armas de El Seibo; Coronel Pascual Ferrer, del Estado Mayor del Presidente de la República; Coronel Pilar Fortun, Comandante del Regimiento Seibano; Coronel Juan Nepomuceno Ravelo, Oficial Mayor del Ministerio de Guerra y Marina; Teniente Coronel Juan Erazo, del Estado Mayor del Presidente de la República; Teniente Coronel José Encarnación, Comandante del Batallón de Higüey; Teniente Coronel Melchor Cabral, en actividad de servicio; capitán Ignacio de Soto, ayudante Mayor de Caballería de Baní; Capitán Baltazar Belén, de la 4ª. Compañía de 2º. Batallón del 2º. Regimiento Ozama; y Capitán Cayetano Rodríguez, habilitado del mismo Regimiento, debiendo llenar las funciones de Acusador Fiscal el Dr. José María Caminero, que lo era de la Suprema Corte de Justicia”.

General José Joaquín Puello

Esta lujosa Comisión -mixta- compuesta por 28 personalidades de relieve entre ellos muchos Trinitarios, encontró culpable después de veinte días de deliberaciones al ministro J.J. Puello, a Pedro de Castro y a Manuel Trinidad Franco, los cuales fueron condenados a muerte y ejecutados el 23 de diciembre de 1847.

En mis investigaciones sobre este muy triste caso, al través de tantos años, he manejado diversos relatos de lo sucedido que no mencionan lo que ocurrió finalmente con el hermano de Puello, acusado también, Gabino, quien fuera en dicho momento Gral. de brigada y comandante de Armas de Samaná. Esto es: sí murió en la ejecución, o si fue encarcelado o amnistiado.

El historiador García, adversario irreductible de Santana, y quien vivió en dicha época, nos dice: “al primer movimiento militar corrió el pueblo junto con las tropas a cubrir los puestos más importantes”. Y asegura: “no hubo de momento una sola protesta”. 

Saque Ud. Sus conclusiones, amigo lector, y nos volveremos a encontrar en otra próxima entrega.

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Demetrio
Demetrio
2 Años hace

los tiranos son muy celosos, se lamben a cualquiera hasta por simple rumor de conspiración