Opción, pero sin traición
Pocas veces las esposas de hombres gobernantes se convierten en mujeres gobernantes.
La figura de la Primera Dama se importantiza mucho en diferentes partes del mundo. En América Latina serlo implica hasta funciones de Estado, como viene ocurriendo en nuestro país.
Una de las más destacadas en la República Dominicana lo ha sido Margarita Cedeño, esposa del tres veces presidente Leonel Fernández. Doña Margarita, como se le llama, ha logrado un sitial de primer orden en la función pública y mucha aceptación popular. Sin embargo, se dice que el «éxito» que ella exhibe se debe al éxito político de su marido .
Aquella vieja expresión de que «detrás de un gran hombre existe una gran mujer», viene como anillo al dedo en el caso de Margarita Cedeño y su esposo. Ahora bien, tienen razón los que alegan que los grandes peldaños alcanzados en la política y el Estado por ella, hoy Vicepresidenta, son consecuencia de su relación marital. Pero Doña Margarita se considera presidenciable y en ese sentido procura la coyuntura favorable para tal fin. Esa ambición la dejó entrever en años anteriores hasta de manera quejosa.
En la situación de enfrentamiento que se vive dentro del PLD entre danilistas y leonelistas, Doña Margarita ha visto la «oportunidad» de ser opción presidencial. ¿Traicionando a su marido?. Esto sería lo nunca visto.
La opinión de la Vicepresidenta descartando a su esposo como opción presidencial para el 2020 es ya percibida como una traición al hombre a quien realmente le debe todo su éxito político. Sí señor!!!
sp-am